Adele se despide de los escenarios y no le afectará, su éxito no sigue las reglas de la industria musical
La estrella británica Adele anunció que se tomará una larga pausa después de una exitosa serie de conciertos donde, sin seguir ninguna regla, alcanzó la gloria.
Adele durante su concierto en Munich, Alemania.
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Facebook / Adele
Autor:
Gabriela Jiménez
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Brillante, inalcanzable y efímera, como la estrella que es. Adele se despidió de los escenarios este fin de semana, después de diez impresionantes conciertos en Munich, Alemania, donde su potente voz atravesó corazones.
Entre lágrimas de emoción, alegría y melancolía, la cantautora inglesa dijo que se tomará una larga pausa de los escenarios. Porque así es Adele, inmune a las reglas de la industria musical que dictan continuidad, estrategia, marketing. Las estrellas están por encima de toda norma.
Su carrera no ha sido lineal, desde que comenzó a sus 20 años hasta sus actuales 36, Adele ha vivido el escrutinio sobre su cuerpo, sus relaciones sentimentales, su maternidad y sus ausencias. Pero cuando canta, nada importa.
Lleva años demostrando no solo su talento musical, sino su sensibilidad como artista y ser humano, que profundiza en sus crisis personales para sanar a través del arte y ofrecer al público joyas musicales que logran conectar con millones de personas.
Para sus diez conciertos en Múnich, desarrollados entre el 2 y 31 de agosto, se construyó un espacio llamado Foro Munich Messe, una especie de 'estadio portátil' que cuenta con una explanada de 4.000 metros cuadrados y capacidad para 80 mil personas.
Además, utilizó una monumental pantalla de 220 metros de ancho y 30 metros de alto, avaluada en 40 millones de euros, que logró el Récord Guinness de la pantalla más grande utilizada en un concierto al aire libre.
Alrededor de este escenario se construyó también, en semanas, una 'miniciudad' con restaurantes y pubs para satisfacer a los cientos de miles de personas que se acercaron a una experiencia casi irreal, acercarse a una estrella.
Adele hace lo que quiere, como quiere y resulta espectacular. Desbordando carisma, la intérprete de 'Set Fire to the Rain', 'Rolling in the Deep', 'Skyfall', entre tantos otros éxitos, interactúa continuamente con el público, comparte experiencias personales y, si el escenario se lo permite, ella baja de su cielo para caminar entre los terrícolas que la adoran.
Y con esa adoración, aceptan su pausa, su descanso, su tiempo. Ella no necesita la continuidad que exige la industria a ciertos artistas, la presencia digital, las redes sociales. No necesita más que sus letras y su voz. La devoción se mantendrá.
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