La reina influencer Kim Kardashian y el nuevo episodio de su vida: juicio por el "el robo del siglo"
Guste o no, Kim Kardashian ha sido una constante en la cultura popular por casi 20 años y amasa una fortuna multimillonaria alrededor de su influencia en las redes sociales.

Kim Kardashian posando un diseño de Balenciaga, el 3 de marzo de 2024.
- Foto
AFP
Autor:
aFP / Redacción Primicias
Actualizada:
Compartir:
Se dice que las mujeres dominan el mundo de las redes sociales y, de entre ellas, la sacerdotisa sería Kim Kardashian. Multimillonaria, invitada al despacho oval, sirena, expertos coinciden en que ha dominado el siglo XXI como nadie.
Guste o no, Kim Kardashian ha sido una constante en la cultura popular durante casi dos décadas. Cada cosa que hace capta la atención y siempre parece tener todo bajo control.
Mientras otros símbolos del pop fueron consumidos por la fama, el abuso de drogas o líos personales, Kardashian se ha mantenido en la cima de su poder y desafía a quienes la critican por falta de sustancia o por ser famosa solo porque es famosa.

De 44 años, la 'socialité' debe testificar en mayo en un tribunal de París por un asalto a mano armada en 2016 que terminó con el robo de joyas valoradas en millones de dólares.
Seis personas deben responder por el atraco en el que desaparecieron piezas como un anillo de diamantes que le dio Kanye West, entonces su marido.
"El robo del siglo"
Una banda de "abuelos ladrones" bien informados sobre la agenda de Kim Kardashian robó en minutos diez millones de dólares en joyas a la estrella de la telerrealidad estadounidense en su habitación de un hotel en París en 2016. Esta es la crónica del llamado "robo del siglo".
La noche del 2 de octubre, Kim Kardashian asistió al desfile de Givenchy por la Semana de la Moda de París, y volvió a su hotel con amigos hacia la medianoche. Su guardaespaldas estaba ausente, ya que acompañó a su hermana Kourtney y a su asistente a una discoteca.

En la madrugada, los amigos de Kim Kardashian se van y ella sube a su habitación, un apartamento del lujoso hotel exclusivo y discreto, conocido como "No Address" ("Sin dirección"), escondido detrás de una gran puerta roja, a dos pasos de la iglesia de la Madeleine, hasta entonces un lugar valorado entre los famosos por su discreción absoluta: no tiene una fachada reconocible ni página web.
Kim escuchó un ruido en las escaleras y pensó que se trata de su hermana y su asistente. Los saludó de lejos, sin respuesta.
En ese momento, pensó que algo no iba bien y trató de llamar a su guardaespaldas, pero era demasiado tarde: dos hombres encapuchados irrumpieron en su habitación.
Los atracadores, experimentados ladrones de unos sesenta años, según la acusación, llegaron unos minutos antes andando y en bicicleta.

La puerta principal del hotel a menudo estaba abierta y con sus cámaras de seguridad apagadas, para una mayor intimidad, varios elementos combinados para crear un asombroso fallo de seguridad.
El vigilante esa noche no sospechó al ver a un grupo de hombres presentarse en la puerta vestidos con uniforme y gorra de policía. "¿Están aquí otra vez por la coca?", preguntó, como relató después uno de los asaltantes.
Los ladrones apuntaron al recepcionista con una pistola y le obligaron a arrodillarse. "¿La esposa del rapero?", le preguntaron, en referencia a Kanye West, entonces marido de Kardashian.
"¡Anillo, anillo!"
Amarrado y bajo amenazas, el recepcionista llevó a dos de los hombres al apartamento de la famosa, al que entraron a punta de pistola. Kim Kardashian estaba en bata, con su teléfono.

Los asaltantes le pusieron una pistola en la sien y uno de ellos, según el relato de Kardashian a la policía, se dirigió a ella en inglés con "un fuerte acento francés" y le dice "ring, ring!" ("¡Anillo, anillo!").
La influencer señaló la mesita de noche donde estaba su alianza, un anillo con un enorme diamante valorado en cuatro millones de dólares, que Kardashian solía exhibir en las redes sociales.
La estrella de las redes sociales, que entonces tenía 35 años, estaba aterrada, "histérica", afirmó. Pensó que se trataba de "terroristas" que querían secuestrar y tuvo miedo de morir, de ser violada, después de que se le abriera su bata cuando uno de los hombres la tumbó en la cama para atarle los pies y las manos.
Un botín de diez millones de dólares, récord en Francia
Amarrada y con la boca tapada con cinta adhesiva, vio como los ladrones registraron la habitación, hasta encontrar un cofre de Louis Vuitton lleno de collares, pulseras y pendientes y relojes Rolex de oro y 1.000 dólares en su bolso.
En total, un botín estimado en diez millones de dólares, el mayor robo a un individuo en Francia de los últimos veinte años.

Los ladrones la encerraron en el baño. Después, huyeron cuando vieron en el teléfono de la estrella una llamada de su guardaespaldas, alertado por la estilista de Kardashian que dormía en la planta baja y oyó ruido.
La 'socialité' logró desatarse y el guardaespaldas, que llegó raudamente, llamó a la policía sobre las 03:15.
"Pensé que iba a morir, me estaba preparando para cuando fuesen a dispararme y matarme", relató después la estrella. "Estos diez minutos cambiaron realmente toda mi vida", añadió. Kim Kardashian, muy traumatizada, abandonó París al amanecer.
Los atracadores se fueron como vinieron, andando o en bicicleta, con chalecos reflectantes. Identificados principalmente por ADN, fueron detenidos tres meses después en una gran operación policial.
Un vida de fama
Nacida en Los Ángeles en 1980, la infancia de Kardashian transcurrió alrededor de la fama.
Luego del divorcio de sus padres, en 1991 su madre se casó con Bruce Jenner, campeón olímpico de decatlón en 1976, quien hizo la transición de género y ahora se llama Caitlyn.

Su padre, Robert, fue el abogado que defendió a O.J. Simpson en su juicio por homicidio en 1995.
Kardashian saboreó la fama desde la adolescencia, cuando sus amigas eran celebridades como Nicole Richie y Paris Hilton. Pero fue la filtración de un video sexual casero junto a un novio lo que la hizo mundialmente conocida.
Los escépticos resaltaron que el video, grabado cuatro años antes, apareció justo cuando Kardashian y su familia se preparaban para promocionar "Keeping up with the Kardashians", un reality que seguía de cerca las vidas de los miembros del clan en medio del lujo y la riqueza, pero también de una increíble mezquindad y superficialidad.
Planeada o no, la filtración del video fijó a Kardashian en la retina colectiva.
"Keeping up with the Kardashians", que seguía los vaivenes de las hermanas Kim, Kourtney y Khloe, y sus medio hermanas Kendall y Kylie Jenner, fue uno de los programas de telerrealidad más longevos con 20 temporadas.
Emprendimientos y fortuna
Varios emprendimientos, como KKW Beauty o KKW Fragrance ubicaron a Kardashian como una competidora seria en el sector de la moda, impulsada por el auge de las redes sociales, donde sus habituales selfis arriesgadas esculpían una imagen de jefa.
Pero fue Skims la que realmente disparó el flujo de caja. La marca de ropa celebra sin complejos la figura femenina, y alardea de fabricar "prendas modeladoras construidas técnicamente que resaltan las curvas".

La firma fue valorada en 4.000 millones de dólares en 2023, mientras que Forbes estima en 1.700 millones de dólares el patrimonio personal de Kardashian.
Y su historia no termina ahí. En medio de la maternidad (cuatro hijos con el rapero y diseñador Kanye West, de quien se divorció en 2021), los programas de televisión, las alfombras rojas y los negocios, Kim encontró el tiempo para estudiar la carrera de Derecho.
Visitó al presidente de Estados Unidos Donald Trump, en su primer periodo en la Casa Blanca, logró el indulto de una abuela en prisión perpetua por un primer delito relacionado con drogas y se anotó como pasante en una firma de abogados.
En 2021, en su cuarto intento, pasó uno de los exámenes de Derecho de California, una prueba de siete horas de duración que solo aprueba el 20% de los postulantes. Entonces dijo que su padre, fallecido en 2003, "estaría muy orgulloso e impactado de enterarse que ahora este es mi rumbo".
Compartir: