'El señor de los anillos' regresa majestuosamente a los cines de Ecuador con 'La guerra de los Rohirrim'
Estamos ante una obra independiente que forma parte de 'El señor de los anillos' y que está entre las mejores películas animadas del año. Se estrenó este 5 de diciembre.
Escena de 'El señor de los anillos: La guerra de los Rohirrim'.
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Warner Bros. Animation
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Todo en 'El señor de los anillos: La guerra de los Rohirrim', película de estreno en Ecuador, se ha construido para rendir honores a la obra de J. R. R. Tolkien, el creador de personajes tan queridos y conocidos como Gandalf, Bilbo Bolson, Frodo, Aragorn y Legolas. Pero esta nueva obra también tiene referencias a las glorificadas películas del director Peter Jackson.
Sin embargo, y eso es lo realmente valioso de 'El señor de los anillos: La guerra de los Rohirrim', estamos ante una obra independiente, que por supuesto tiene sus referencias tanto a los textos como a las películas, pero que se mueve por su cuenta, como un potrillo que ya corre brioso por Rohan.
De entrada, es muy sugestivo que 'El señor de los anillos: La guerra de los Rohirrim' sea una película de animación, y más concretamente de estilo japonés. Esto le otorga una personalidad propia a esta aventura que transcurre en un segmento de los mundos inventados por Tolkien, pero con un guion que se aparta -¡qué osadía!- de lo escrito por el maestro.
¡Y qué animación! Los personajes parecen creados en un 2D clásico y se mueven en maravillosos escenarios en 3D, donde el volumen y la luz son manejados con maestría. Con el permiso de 'Robot Salvaje', estamos ante la mejor película animada de 2024 desde lo artístico y lo técnico.
Pero el fondo de 'El señor de los anillos: La guerra de los Rohirrim' también se destaca. El director japonés Kenji Kamiyama, famoso sobre todo por sus trabajos con la franquicia de 'Ghost in the Shell', impulsa una película en que la épica es el núcleo.
La protagonista debe luchar contra los enemigos de su pueblo, pero también contra su realidad personal y política: subestimada por su condición de princesa, se considera que su destino debería ser el matrimonio en lugar de la espada.
El relato, ubicado 200 años antes de que Bilbo le robe el anillo a Gólum, satisfará a los seguidores de Tolkien, quien siempre ponía en aprietos a sus héroes para mostrar al público de qué están hechos, un principio fundamental de toda histora de aventuras. Y la princesa Héra, que en los textos originales de Tolkien ni siquiera tenía nombre, afronta peligros y sufre pérdidas que conmueven al espectador.
Traición, desconfianza, venganza, cobardía, violencia y patriotismo, todo eso existe en este relato de 130 minutos y apto para mayores de 12 años.
Por supuesto, hay detalles que los seguidores de Tolkien apreciarán muchísimo. Por ejemplo, el relato está a cargo de Éowyn. La música evoca a las películas y hay detallitos como anillos, los olifantes (¡que habrían emocionado a Samsagaz Gamyi!) nombres de lugares y magos que emocionarán a la audiencia que sigue fiel a la Tierra Media.
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