Emilia Pérez ya se puede ver en Ecuador: ¿Es tan terrible como se dice o vale la pena entrar al cine?
La película 'Emilia Pérez' se estrena en Ecuador luego de la gran polémica desatada en México, donde se la rechaza. No obstante, ¡tiene 13 nominaciones al premio Óscar! Aquí está la crítica objetiva.
Una escena de la película 'Emilia Pérez', con Zoe Saldaña y Karla Sofía Gascón.
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Netflix
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Por fin está en los cines de Ecuador 'Emilia Pérez', una de las películas más osadas y más polémicas de los últimos años. Alabada y premiada en festivales y concursos, y con 13 nominacios al premio Óscar de 2025, de todos modos hay gente, sobre todo en México, que la desprecia porque, para resumirlo, la considera una bolsa de prejuicios.
Por supuesto, 'Emilia Pérez' no es la primera película ni tampoco será la última que ofenda a la sensibilidad de una nación entera. Recordemos, por ejemplo, a 'Aladdin', la venerada película animada de Disney que enfureció a Irak por su visión de los árabes. O '300', la gesta de los espartanos que provocó que los ayatolas de Irán casi se arranquen las barbas de las iras.
Y sí, es verdad, 'Emilia Pérez' está llena de clichés, imprecisiones, ligerezas y licencias (no tan) creativas sobre México, en especial en el delicadísimo tema de la crisis de los desaparecidos por el narco. Y también es cierto que un espectador que conoce español debe esforzarse para contener la risa por el pésimo desempeño de Selena Gómez (justificado en la trama), que de hispana solo tiene el apellido, o de ciertas canciones, porque estamos ante un musical. Sí, son momentos 'cringe'.
Pero eso, para los espectadores fuera de México, son solo detalles que no afectan al conjunto de 'Emilia Pérez', repleta de otras virtudes, algunas muy poderosas. Para empezar, la edición es magnífica, a cargo de la francesa Juliette Welfling, nominada al Óscar por el montaje de esta película y que ya fue candidatizada en 2007 por 'La escafandra y la mariposa'.
El montaje de Welfling logra que la película fluya y jamás aburra al espectador, sobre todo al que se deja llevar por la loquísima propuesta de la trama: una abogada recibe la oferta de ayudar a un poderoso narcotraficante a retirarse y desaparecer para siempre, pero convirtiéndose en la mujer que él siempre ha soñado ser. O sea, se vuelve trans.
La fotografía, la banda sonora, los giros del relato y la actuación de Zoe Saldaña también levantan esta película, que el director Jacques Audiard filma con artificios, pero también con elegancia, sin caer en la tentación de ahondar en escenas explícitas sangrientas (están las precisas) y dando espacios a momentos de ternura.
No obstante, al final queda la sensación de que, en lugar de una película, 'Emilia Pérez' pudo ser una serie para dar más desarrollo a los personajes.
Finalmente, puede parecer inverosímil que un narco (¡y nada más macho que un jefe de cartel de droga, que además está casado y adora a sus hijos!), en realidad se considere una mujer atrapada en el cuerpo incorrecto. Pero, si la historia de un kriptoniano que recibe superpoderes gracial al Sol es aceptada, ¿por qué no la de 'Emilia Pérez', si de todos modos también es ficción?
Claro, quizás el mensaje sea el problema, porque el de 'Emilia Pérez' es disfuso (¿la redención se alcanza cambiando de cuerpo?, ¿es imposible dejar atrás el pasado?, ¿defiende a los trans o los ataca?), pero definir la intención de la película, tomarla o dejarla es cuestión del espectador. Y el que quiera tirar la primera piedra, ¡mejor que la cambie por canguil y que entre al cine!
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