'Cónclave' saca a relucir las ambiciones de los candidatos a ganar la elección de Papa (¡y de cualquier elección!)
Ya se puede ver en los cines de Ecuador 'Cónclave', película que ofrece una aguda mirada a la condición humana y que está nomida al Oscar.
El actor Ralph Fiennes es una escena de la película 'Cónclave'.
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Focus Features
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Lo sabemos muy bien, y más en estos tiempos de elecciones: todo candidato a cualquier cargo pretende venderse como un santo. Nadie lo es, por supuesto, incluso el mismísimo Papa. Este es el mensaje central de 'Cónclave', una de las (pocas) maravillosas películas que compite por el premio Óscar 2025, incluido el de mejor película.
'Cónclave' puede disfrutarse en dos dimensiones. Está la convencional, que satisfará al gran público que busca deleitarse con una historia de intriga, elegantemente filmada y con actores de primer nivel. Todo es casi perfecto, desde la fotografía (el énfasis en el rojo, la solemnidad del Vaticano, los acercamientos de cámara...) hasta la música, pasando por la actuación.
Si el mundo fuera justo (y también sabemos que no lo es), Ralph Fiennes merecería el Oscar por su papel de sacerdote honesto, un Decano al que le toca dirigir la elección del nuevo Papa, pero que está hastiado del sistema. De corazón, desea que el nuevo Pontífice sea alguien digno, pero a lo largo de la película, detectivesca si llegar a ser 'sherlockiana', va descubriendo que los candidatos esconden pecados e intereses.
Fiennes está soberbio y transmite las emociones de su personaje, pero el resto del elenco no se queda atrás. John Lithgow, Stanley Tucci e Isabella Rossellini conforman este 'dream team' de la actuación y solo con verlos en este thriller electoral ya se ha justificado la entrada.
Pero también está la dimensión de fondo, la que pone a reflexionar al público. Entre los decorados de los pasillos, la confrontación entre liberales y conservadores y el hervidero de chismes se desnuda la condición humana de la Iglesia, de todas las iglesias, y también de todos aquellos que pretenden dirigir a una comunidad. ¿Son merecedores, realmente, siquiera de postularse?
Al final de la función, no queda más que aplaudir al director alemán Edward Berger, quien ya había demostrado en la bélica 'Sin novedad en el frente' (2022) su talento para narrar. Por algo se llevó cuatro premios Óscar.
Y ahora merece elogios por haber logrado un brillante thriller con evocaciones estéticas a los años 80, pero de rabiosa actualidad. Porque nada más actual y necesario que abrir el clóset de un líder para ver qué muertos ha escondido ahí dentro.
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