Luis Felipe Tilleria, el candidato presidencial de Avanza que ofrece "resetear" el Ecuador
El candidato a la Presidencia de Ecuador, Luis Felipe Tilleria, es un migrante que ha vivido más de 20 años en Inglaterra y que ahora propone un "borra y va de nuevo" en el país.
El candidato presidencial por el movimiento Avanza, Luis Felipe Tilleria, en una entrevista con PRIMICIAS, el 14 de enero de 2025.
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Desde la perspectiva de un ecuatoriano que emigró a Inglaterra hace más de 20 años, el candidato presidencial por el movimiento Avanza, Luis Felipe Tilleria, sostiene que es momento de un "borra y va de nuevo" en Ecuador.
Según Tillería, este proceso de "reseteo" de la economía, seguridad y del sistema político nacional le tomaría seis meses, en caso de ganar las elecciones de 2025.
En una entrevista con PRIMICIAS, Tilleria, un empresario guayaquileño de 43 años, ofrece privatizar sectores estratégicos y entregar una acción de las empresas del Estado a cada ecuatoriano. También plantea consultar a la ciudadanía a través de los teléfonos celulares "las veces que sean necesarias".
¿Cómo enfrentará al crimen organizado en Ecuador?
Lo primero es que necesitamos resetear el sistema, un borra y va de nuevo. Significa que cuando la computadora ya está muy lenta o se quedó paralizada, necesitamos aplastar el botón de reseteo.
Nos va a tomar seis meses resetear el sistema, pero debemos hacerlo. Tenemos tres reseteos: uno en materia económica, otro en seguridad y en materia política.
En seguridad hay que cambiar el rol de las Fuerzas Armadas y obviamente necesitamos cambiar la Constitución. Tenenos que vernos en el espejo de Italia, porque no ha habido mafia más mafia que la italiana.
Y nuestros hermanos migrantes que viven en Italia le podrán decir cómo funcionan los carabinieri, que son una fuerza dual. Para hacerle frente al control de los barrios, Italia tuvo que optimizar los recursos.
Los carabinieri, o nuestra Fuerza de Orden Territorial que queremos crear, cambiaría el rol de las Fuerzas Armadas, ya no serían solamente militares, sino una gendarmería.
Lo que tenemos que hacer es que estas nuevas Fuerzas Armadas estarían entrenadas desde el primer día de una manera dual, para que en época de guerra estén listos para ser militares, pero en época de paz colaboran con la Policía para entrar a los barrios.
Será a largo plazo, porque primero debe impulsar la reforma política y luego los entrenamientos, que no duran una semana.
Este tiene un plazo de 13 meses. El entrenamiento puede ser continuo, recuerde que ahora, sin entrenamiento, los militares están en las calles y ahí se pueden producir excesos.
Como la desaparición y asesinato de los cuatro niños de Guayaquil, que está en investigación.
Entonces compartimos el diagnóstico de que se necesita el reentrenamiento de las Fuerzas Armadas. Lo que tenemos que hacer es que con los militares que ya están activos, habrá un proceso de reentrenamiento y con los que van a empezar, el proceso arrancaría para hacer esa fuerza dual.
Podemos decir que, a mediano plazo, nosotros tenemos que cambiar la Constitución, lo que nos tomará cerca de 13 meses. De manera inmediata vamos a seguir con la eliminación del Servicio de Atención a Privados de Libertad (SNAI) y lo podemos hacer inmediatamente.
Lo cambiará por una Fuerza de Control Penitenciario.
Y aquí podrían estar los reservistas de las Fuerzas Armadas, tenemos más de 100.000 reservistas.
¿Por qué no crear una policía especializada en cárceles?
Porque ya nos hemos dado cuenta de que al SNAI se les escapan los más buscados. Que cuando está el SNAI a cargo, aumentan los niveles de violencia y que cuando llaman a los militares, bajan esos niveles.
Es obvio que los militares han sido más eficientes en controlar las cárceles, para que no sean centros de mando.
Lo siguiente es que los presos trabajen como chinos en esas cárceles. De hecho tenemos el plan CHINO, Centro Humanitario de Inclusión y Nuevas Oportunidades.
De esta manera, quien sea que administre la cárcel, podrá vender la fuerza laboral de estos presos.
¿En qué van a trabajar?
El plan es que vengan fábricas nacionales o internacionales a abrirse (en sitios) adyacentes a las cárceles, presos de mediana y baja peligrosidad.
¿Una especie de maquila?
Exactamente, podemos decirles a esas empresas que no se vayan a China a confeccionar y pagar USD 385 por una persona en Shanghái, mejor que venga a Ecuador a pagar USD 300 a un preso.
Para eso habrá que acondicionar espacios y reforzar la seguridad en las cárceles.
Sí, lo mismo que hacen las empresas cuando quieren ponerse un taller y ellos mismo se abren la fábrica. Queremos tener un gran centro de 500 hectáreas en total, donde la gente pueda trabajar también, en la hacienda La Clementina.
¿La hacienda que perteneció al empresario Álvaro Noboa, padre del Presidente?
Sí, la que fue incautada y eventualmente pasó a la Corporación Financiera Nacional. Yo creo que sería un acto de justicia, ya que ha sido un símbolo del saqueo, tanto público como privado.
Mientras concreta las reformas, ¿qué acciones puntuales tomaría para enfrentar a la delincuencia?
Controlar las cárceles o controlar los barrios. Vamos a estar 13 meses constantemente declarando estados de excepción, si es necesario.
Estados de excepción que no han frenado las muertes violentas.
Es simplemente porque la guía que ha dado el Presidente de la República es insuficiente, nosotros queremos firmar acuerdos de cooperación militar y de inteligencia con varios ejércitos del mundo.
Con los gobiernos de Estados Unidos, de Inglaterra, Francia, Italia, Bélgica, que son los principales receptores de drogas. Pudiéramos tocar las puertas de Rusia, Corea del Sur y Turquía, que venden tecnología barata, y a Israel, país al que los pillos le tienen miedo. Es decir una diplomacia de guerra.
¿Cómo financiará la lucha contra el crimen organizado?
Ya aumentaron el IVA tres puntos (del 12% al 15%) y no ha pasado nada porque se están llevando la plata para cuadrar la caja del Estado y no para seguridad. De los USD 1.300 millones y pico que significan los tres puntos del IVA, tan solo se están destinando USD 400 millones para seguridad.
Nosotros tenemos un plan muy ambicioso, recuerde que vamos a tener el servicio militar para los jóvenes y en eso gastaríamos un poco más, porque estamos hablando de que hoy se gastan USD 8 millones para el 10% y para llegar al 100% necesitaríamos aproximadamente USD 50 millones.
Somos la única candidatura que habla de eliminar el aporte estatal a los partidos políticos y a las campañas políticas.
¿No le parece peligrosa esa propuesta, que podría abrir la puerta al narcotráfico para que financie partidos y candidatos?
En este momento tenemos eso. No decimos que nadie va a controlar, sino que el Estado no va a aportar al financiamiento de las campañas electorales, es más, lo que queremos es darle la vuelta a la tortilla, queremos cobrarles una cuota de inscripción a los candidatos.
Y necesitamos un acuerdo con las diferentes centrales de Inteligencia, porque normalmente en el primer mundo se toman muy en serio el lavado de activos, esto ha financiado terrorismo para ellos. Entonces son expertos en ver dónde está la plata.
Si nosotros queremos eliminar el narcotráfico en Ecuador simplemente tenemos que hacerlo lo suficientemente caro para que ya no puedan pasarlo por el país. Como lo hizo Colombia, que, como tiene ocho bases norteamericanas y hay mucha incautación de drogas, tienen que sacarla por Ecuador.
En las últimas elecciones seccionales (2023) hubo 63.000 candidatos en Ecuador, si le hubiésemos cobrado USD 10.000 de inscripción a cada uno, estamos hablando de USD 630 millones, es decir financiábamos por 12 años el servicio militar para los jóvenes, nuestro plan de reentrenamiento de la Policía, por cerca de 120 años.
Esto no dependerá de usted, sino de reformas legales en la Asamblea.
Para eso vamos a una asamblea constituyente y hay muchas cosas que le pudiera preguntar directamente a la ciudadanía, vamos a gobernar en esos 13 meses que duraría el proceso por medio de la democracia 3D, democracia directa digital, donde le podamos preguntar directamente a la ciudadanía a través de los teléfonos celulares cuántas veces sea necesario.
Sin tranzar o caer en el chantaje de la Asamblea. Artículo 1 de la Constitución, la soberanía radica en el pueblo. Sería una consulta casi permanente, artículo 103 y 104 de la moribunda Constitución hablan de los mecanismos de democracia directa.
Entonces, en lugar de gastarnos en cada consulta USD 70 millones, ya pudiésemos elaborar softwares que sen seguros para consultar permanentemente. Le podría preguntar a la gente si quiere que se reforme la ley para que los asambleístas ganen un máximo de tres salarios mínimos vitales, por ejemplo.
Que la gente me diga, porque si le pregunto a la Asamblea probablemente me digan no, más bien súbanos los sueldos.
Entonces usted irá a la guerra con la Asamblea.
No necesariamente, dependiendo lo que la gente quiera. En teoría, si la Asamblea fuera la representación popular, el resultado de lo que vote la Asamblea tendría que ser muy homogéneo a lo que vote la gente. El gran problema de Ecuador es que tenemos una 'dueñocracia', no una democracia.
Los asambleístas no van a representar al pueblo sino a los dueños de los partidos políticos. Allí sí hay intereses encontrados entre la ciudadanía y los dueños de los partidos. Por eso, nuestro proyecto político busca cambiar el sistema de elección, democracia directa digital y queremos una Asamblea que represente a la gente.
¿Usará la Inteligencia Artificial para gobernar?
La usaremos para hacer el Estado más eficiente, para saber a dónde se va la plata, para saber dónde están robando o para entender patrones de conducta que nos dicen en qué barrios debemos meter más policías o para entender cómo hacer más eficiente el sector de la salud.
Tenemos un gran plan. Cuán fácil sería que tengamos una ficha centralizada en la cual cualquier médico ingrese al número de cédula y tenga acceso al historial clínico del paciente. De esta manera comenzamos a optimizar el presupuesto.
El problema es que los políticos no quieren hacer eso porque ahí no pueden robar y hemos tenido un sistema que ha tenido un pacto mercantilista entre la clase política que ha repartido el naipe y una oligarquía que se aprovecha de ese reparto.
En salud gastamos 40% en gastos administrativos, no en pagarles mejor a los médicos o en comprar medicinas. Hay hospitales que gastan hasta el 70% del presupuesto en temas administrativos y eso se tiene que acabar.
¿Qué propone para rescatar al IESS de la quiebra?
Sí tiene excedentes de efectivo, con lo cual, si tuviésemos a un IESS autónomo entraríamos en un plan de pagos a cinco o siete años desde el Estado para que de una vez zanjemos la deuda del IESS, lleguemos a un acuerdo en el cual llegamos a darle ciertas empresas públicas, por último.
O nos asociamos en nuevas empresas, se me ocurre que el IESS pudiese tomar un caudal o una montaña y hacerse su propia hidroeléctrica y que ellos generen su energía, la distribuyan, cobren su platita y que esa hidroeléctrica ni siquiera la toque el Estado.
Además tenemos un sistema inverso en el que damos un subsidio al que más tiene y no al que menos tiene. Eso tenemos que reformar a largo plazo, para tener una sociedad más justa. Queremos hacer un IESS autónomo.
¿Qué hará con las empresas públicas y los sectores estratégicos, como la electricidad, por ejemplo?
Devolvérselas a la ciudadanía, tomemos Petroecuador, por ejemplo. Se lo divide en tres partes, la primera entre 18 millones de acciones y le devolvemos una acción a cada ecuatoriano. Es decir, que ya no pase por medio de un político que no le ha devuelto nada al ecuatoriano.
Es decir que cualquier ciudadano va a poder ir al banco a decir 'quiero mis acciones de Petroecuador', le dan su acción y si quiere la vende cuando salga del banco. Punto dos, si quiere quedarse con las acciones, las guarda en el cajón y se queda recibiendo USD 80 de dividendos todos los años.
Tenemos que venderla al capital internacional, llámese Shell, British Petroleum, Fondo Soberano Noruego, familia real qatarí. Sería entonces una parte devuelta a los ecuatorianos y otra parte de acciones en una empresa internacional que nos pinte cerca de USD 20.000 millones.
Con ese dinero sí desarrollamos el país, porque podríamos hacer trenes de alta velocidad que unan Quito-Riobamba-Guayaquil en una hora y cincuenta minutos.
Con las eléctricas, el mismo mecanismo. Lo que necesitamos es liberalizar la economía para el sector eléctrico. Ecuador tiene la capacidad de generar 40 veces la electricidad que consumimos.
Pudiésemos tener seis veces más hidroeléctricas, pero no tenemos un cheque de USD 30.000 millones para hacerlas, pero sí se puede decir a una empresa canadiense 'cógete esa montaña y esos afluentes, ármate tu central hidroeléctrica, inviertes, te ganas la plata, distribuyes, cobras y haces todo'.
Es decir privatizar el sector petrolero.
Correcto, privatizarlo, pero en los bolsillos de los ecuatorianos, no como las mañas que ha hecho los partidos que decían privatizar y era venderla a precio barato a los amigos o, peor aún, concesionarlo, que significa darle la administración a los amigos sin que metan plata.
¿Cómo cubrirá el déficit presupuestario?
Eliminando la burocracia parasitaria. El déficit es de aproximadamente de USD 3.300 millones y en esta burocracia hay USD 3.500 millones, entonces le sobran USD 200 millones, es decir le sobran cuatro años de servicio militar para los jóvenes. Vamos a eliminar más o menos 230.000 empleados públicos.
¿Cómo combatir la corrupción?
Tenemos que resetear el sistema, tener una nueva Constitución que saque las garras del estatismo de ese sector eléctrico y deje que la gente compita, porque cuando compiten, la empresa privada que sea corrupta va a quebrar, porque le están robando al jefe. El Estado no pierde, gana la empresa más honesta.
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