Debate presidencial: Los votantes quedaron en medio de González y Noboa acusándose de narcotráfico y corrupción
El debate obligatorio entre los candidatos presidenciales, Luisa González y Daniel Noboa, se enfrascó en los ataques y opacó las promesas electorales.

Los candidatos presidenciales Luisa González y Daniel Noboa durante el debate del 23 de marzo de 2025, en Quito.
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CNE
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Los ataques fueron el centro de la estrategia de los aspirantes a Carondelet. La expectativa por escuchar propuestas en el debate entre el presidente candidato, Daniel Noboa, y la representante del correísmo, Luisa González, se diluyó entre las acusaciones.
Ambos optaron por explicar a la ciudadanía las debilidades del otro y exponer lo que, a sus ojos, los convertía en malos administradores para el futuro del país. Las denuncias se concentraron en posibles actos de corrupción, conflicto de intereses e, incluso, vínculos con el narcotráfico.
Tanto Noboa como González intentaron posicionar dos ideas clave: que el primero miente y que la segunda es un peligro para la dolarización. Mientras tanto las propuestas de trabajo sobre educación, salud, seguridad, economía y gobernabilidad quedaron como siempre, sin detalles ni acciones claras.
Y al tratarse solamente de dos candidatos, las dos horas del debate presidencial dieron más cabida a los cuestionamientos directos, aunque no fuese precisamente de ideas y argumentos sobre las múltiples crisis que atraviesan al Ecuador, que quedaron una vez más sin respuestas.
Además, el formato y las reglas elegidas por los organizadores del encuentro terminaron enredando a los candidatos presidenciales. Y, a la vez, Noboa y González recurrieron a ayudas visuales inútiles, porque quedaron lejos del alcance de los espectadores.
El material de los ataques
Los aspirantes a Carondelet llegaron al debate presidencial golpeados por las polémicas generadas después de la primera vuelta. Sin embargo, en esta ocasión González tuvo nuevo material para atacar a Noboa, puesto que en el careo de 2023 la reducida trayectoria política de Noboa se lo impidió.
Ahora la candidata de la Revolución Ciudadana llegó con una lista preparada de denuncias contra el Gobierno del presidente candidato: el caso Olón, los contratos eléctricos, el contrato de desayunos escolares, la intención de delegar al sector privado la operación del campo Sacha.
Así como las acusaciones contra las empresas Noboa Trading, por supuesto tráfico de drogas en contenedores de banano, y Petronoboa, por presunto tráfico de combustibles.
González recordó el opaco nacimiento del movimiento Acción Democrática Nacional (ADN), creado por Leonardo Cortázar, acusado de delincuencia organizada en el caso Encuentro, y presidido por María Beatriz Moreno Heredia, sobre quien pesa una denuncia de presunto narcotráfico.
El mensaje central de la candidata de la alianza 5 - 33, que repitió hasta el cansancio, fue: "Noboa, no, no mientas". El pilar de su discurso exponía los incumplimientos de Noboa durante estos 15 meses de mandato y cuestionaba su capacidad o voluntad de cumplir las nuevas promesas electorales.
También señaló como un fracaso las medidas tomadas por el Ejecutivo frente a la crisis de seguridad, como el secreto Plan Fénix, la declaratoria del conflicto armado interno, el referendo y consulta popular, el incremento del IVA.
Por su parte, el candidato de ADN optó por afincarse en la afirmación de que "Luisa te desdolariza". Las frases monedad digital, moneda paralela, desdolarización, ecuadólares, se repitieron constantemente, incluso en preguntas y respuestas que no tenían que ver con materia económica.
Noboa se apoyó en los polémicos comentarios e ideas difundidas por las figuras del correísmo contra la dolarización, desde el mismo expresidente Rafael Correa hasta el secretario de la RC, Andrés Arauz, y el compañero de fórmula de González, Diego Borja.
Además, el presidente candidato revivió el recuerdo de la polémica tabla de porte de drogas, que derogó al llegar a Carondelet y había sido creada durante el correísmo, para intentar posicionar sin éxito la idea de que si González llega al poder volvería a establecerla.
Y también acusó a la candidata de la RC de tener financistas de la "mafia" en su campaña electoral y le enumeró los casos de las figuras del correísmo que están prófugas o sentenciadas, como el mismo Correa, Jorge Glas y hasta Ronny Aleaga.
El candidato de la lista 7 respondió a algunas de las acusaciones afirmando que su gobierno sacó a "las mafias del desayuno escolar y de las cárceles", al referirse a los polémicos contratos que se hacían en la materia durante el correísmo e incluso en los gobiernos siguientes.
Noboa también decidió recordar el largo recorrido que González tuvo en el sector público durante la década correísta. Quiso vincularla al caso de la Narcovalija durante la gestión de Ricardo Patiño en la Cancillería y habló de la glosa que tiene en la Contraloría por casi USD 900.000. También mencionó la inexistente Refinería del Pacífico y los casos de corrupción en la reconstrucción de Manabí.
Las verdades incómodas
Aunque el formato del debate resultó confuso, sí logró poner 'contra las cuerdas' a los candidatos presidenciales en ciertas ocasiones y los obligó a contestar preguntas incómodas, planteadas por sus adversarios.
Por ejemplo, pese a que inicialmente González se rehusó a contestar si reconoce al régimen de Nicolás Maduro como una dictadura, Noboa la volvió a interpelar. En la segunda ocasión la candidata del correísmo aceptó que lo reconocerá como Gobierno legítimo, para poder deportar migrantes venezolanos.
La polémica respuesta incluyó argumentos como la necesidad de expulsar a los migrantes que "nos quitan el empleo o que siembran violencia en mi país". Y aunque González dijo que no daría un salvoconducto a Jorge Glas, sí se contradijo al afirmar que cumpliría con las leyes (que permiten otorgar salvoconductos bajo la petición de otro país que brinda asilo al implicado).
Y, frente a la insistencia de Noboa sobre su mención (como Rana René) en los chats de la 'liga azul' , González no negó las intenciones de sus compañeros correístas involucrados en la investigación fiscal, que buscaban ganar espacios a como de lugar en entidades como la Superintendencia de Bancos y el Consejo de la Judicatura.
Mientras tanto, Noboa aceptó que no cobrará la deuda de que tiene de USD 93 millones. Aunque intentó explicar que se debe a que el Servicio de Rentas Internas (SRI) tiene que seguir sus propios procesos, pese a que se trata de una deuda arrastradas por años.
El presidente candidato también tuvo momentos incómodos con las preguntas y acusaciones sobre las empresas de su familia. Pero aceptó que Noboa Trading había sido investigada por el tema de cajas de banano contaminadas con drogas y afirmó que su hermano no había huído del país después de las denuncias contra Petronoboa.
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