CNE recibió información sobre supuestas amenazas a votantes en primera vuelta de elecciones de febrero de 2025
Los ministros de Defensa, Interior y el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas se reunieron con las autoridades del CNE de cara a la segunda vuelta electoral.
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La presidenta del CNE, Diana Atamaint, en la reunión con los ministros de Defensa, Gian Carlo Loffredo, y del Interior, John Reimberg, en el Consejo Nacional Electoral el 28 de febrero de 2025.
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Cortesía CNE
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Algo más de dos horas duró este 28 de febrero de 2025 la reunión que mantuvieron las autoridades del Consejo Nacional Electoral (CNE) con los ministros de Defensa, Interior y el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, de cara a la segunda vuelta.
La reunión giró en torno a la seguridad en las elecciones de segunda vuelta del 13 de abril y, especialmente, sobre el pedido que han hecho las dos carteras de Estado para que se prohíba el uso de teléfonos celulares para tomar fotografías a las papeletas luego de ejercer el derecho al voto.
Luego del encuentro, comparecieron ante los medios de comunicación el ministro de Defensa, Gian Carlo Loffredo, y del Interior, John Reimberg. No lo hicieron ni la presidenta del CNE, Diana Atamaint, ni el consejero José Cabrera que acudieron a la reunión.
En una conferencia de prensa en la que no se aceptó preguntas, Loffredo calificó la cita con el CNE como “fructífera” y dijo que será el pleno del organismo electoral el que tome una decisión y que tomarán en cuenta sus sugerencias de forma positiva.
“Hemos tenido dos objetivos claros: el primero la seguridad de la ciudadanía para que no puedan ser víctimas de sicariato producto de la extorsión a la hora de votar. Y el segundo, el derecho al voto secreto, libre y voluntario de los ecuatorianos”.
Reimberg, por su parte, explicó que expusieron el caso a los consejeros electorales. “Nuestra única razón es que la gente puede votar libremente y escoger su candidato", aseguró.
La tesis de las autoridades es que en la primera vuelta hubo sectores del país en el que los votantes acudieron a las urnas bajo amenazas y se les obligó a fotografiar su voto para comprobar que apoyaron a una determinada corriente política.
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