Etapa: Habrá lluvias hasta abril, luego la sequía comenzará en junio en la zona donde está el principal complejo hidroeléctrico de Ecuador
Entre febrero y abril aumentará la humedad en la Amazonía, lo que garantiza la presencia de lluvias en el Austro y, con ello, de reservas de agua para el sector eléctrico.
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Lluvias intensas subieron el nivel de los ríos en Cuenca este 14 de febrero de 2025.
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Las lluvias continuarán en la zona del Austro hasta abril de 2025, según los pronósticos de la Empresa Pública de Telecomunicaciones, Agua Potable, Saneamiento y Gestión Ambiental (Etapa), con sede en Cuenca. Eso quiere decir que no hay riesgos de cortes de luz hasta abril.
El administrador del Departamento de Investigación y Monitoreo de Etapa, Rigoberto Guerrero, explica que, en función de la cantidad de humedad en la Amazonía ecuatoriana, se realizan los pronósticos de lluvia en el Austro. Y la previsión es que entre febrero y abril aumente progresivamente la humedad en la Amazonía, por lo que se espera que las lluvias continúen.
"Pero para mayo ya tenemos un quiebre, un punto de inflexión; comenzará a disminuir la humedad, pese a que, por lo general, ese mes, es más lluvioso. En junio, ya hay un déficit de humedad, y empezará la sequía", señala Guerrero.
Lo que quiere decir que comenzará antes que en 2024, cuando empezó en julio, y que en 2023, que arrancó en agosto. "Las ventanas de sequía están moviéndose. No se puede asegurar nada con relación a la duración, pero la tendencia es que cada vez sea más prolongadas", dice el investigador de Etapa.
La última sequía en Cuenca, que culminó el pasado 15 de diciembre, tuvo una duración de 160 días, es decir, poco más de cinco meses. La escasez de lluvias provocó una disminución de los caudales en los ríos de Cuenca, que alimentan el embalse de Mazar, el más importante para el sistema eléctrico de Ecuador.
"Todo déficit de humedad impacta de manera directa en Mazar, porque el caudal de aporte de los ríos de Cuenca al embalse disminuye, por ahora se garantiza (el llenado) de manera temporal", señala Guerrero.
Y explica, que cuando Mazar supera su cota máxima (2.153 msnm), debe desfogarse esa agua, sea al río o usándola para generación eléctrica para evitar desbordamientos de la represa, porque no puede almacenarse más de eso. Y esto refleja el buen momento del reservorio.
"Lo óptimo sería que (el embalse) alcance para abastecer en sequía", sigue
En 2024, Ecuador vivió una severa sequía. De hecho, los cortes de luz comenzaron en abril porque la sequía de 2023 se extendió. Luego se repitieron entre septiembre y diciembre, con duraciones de hasta 14 horas, en octubre, debido al nuevo estiaje y al déficit de electricidad de Ecuador, que lo obliga a recurrir a la importación de energía de Colombia.
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