El sector eléctrico de Ecuador sigue "muy vulnerable", pese a contar con Colombia
Para las últimas semanas de noviembre, no se prevén lluvias en el complejo Paute. De ahí que el Colegio de Ingenieros Eléctricos de Azuay sugiere bajar los cortes de luz solo a 10 horas y no a 8.
qLa central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, el 19 de junio de 2024.
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PRIMICIAS
Autor:
Redacción Primicias
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Colombia podrá vender a Ecuador hasta 450 megavatios (MW) de electricidad por día; sin embargo, esa cantidad es insuficiente para cubrir el déficit diario energético de Ecuador, que en promedio es de 1.500 MW, pero que en horas picos puede llegar a 1.800 MW.
Es decir, incluso recibiendo la máxima potencia posible de Colombia, el país continuaría teniendo un déficit de 1.050 MW promedio, por día, que podría llegar a 1.300 MW, en horas picos.
No obstante, la reanudación de la venta de energía del país vecino permitió al Gobierno bajar la duración de los cortes de luz programados de 12 a 8 horas por día, al menos hasta el jueves 21 de noviembre.
Sin embargo, el Colegio de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos del Azuay cree que lo técnico era bajar a lo sumo dos horas los cortes de luz; es decir, tener 10 horas de cortes por día. Y así "poder mantener apagado el Complejo Integral Paute" y seguir recuperando su nivel, explica Diego Morales, presidente de este gremio.
El Complejo Integral Paute agrupa a tres hidroeléctricas (Mazar, Paute y Sopladora) y es estratégico para el país, pues de este depende el 38% de la demanda nacional, ya que tiene una capacidad de generación de 1.756 megavatios.
De hecho, la hidroeléctrica Paute, la segunda más grande de Ecuador, reinició operaciones a partir de las 13:00 de este 18 de noviembre de 2024, luego de estar 35 horas apagada.
Sopladora también reinició operaciones a esa misma hora con una de sus tres turbinas. Hasta el cierre de esta edición (18:00) Paute y Sopladora continuaba operando con tres turbinas. Solo Mazar continuó apagada.
De ahí que el consultor eléctrico Ricardo Buitrón dice que "con Colombia, hemos mitigado el impacto, pero, realmente, la situación sigue siendo muy crítica para nosotros".
Eso debido a que los embalses de Mazar y Amaluza, que abastecen al complejo hidroeléctrico Paute-Mazar, localizado en el Austro, continúan en niveles de agua muy bajos para su operación.
El reservorio de Mazar estaba a las 15:00 de este 18 de noviembre aún en niveles críticos de 2.110,96 metros sobre el nivel del mar (msnm) y el ingreso de agua estaba en 10,88 metros cúbicos por segundo, cuando lo normal es 140 m3.
Mazar abastece a la central hidroeléctrica del mismo nombre, de 170 megavatios, y al embalse de Amaluza, aguas abajo. Este reservorio estaba a las 15:00 de este 18 de noviembre en 1.981,33 msnm, muy cerca al nivel mínimo para la operación de sus centrales 1978 msnm.
El embalse de Amaluza provee de agua a las centrales Paute (1.100 megavatios) y Sopladora (487 megavatios).
Continuará la sequía
La importación de energía desde Colombia sería la oportunidad de acumular agua en los embalses de este complejo. No obstante, el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inhami) ha dicho que no se esperan lluvias en esta zona del país; por el contrario, hay riesgo de incendios.
En la Amazonía norte, cerca de la zona donde opera la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair sí se esperan precipitaciones "ligeras y puntuales moderadas", para las últimas dos semanas de noviembre, explicó Cristina Argoti, del área de Pronóstico Meteorológico del Inamhi, a PRIMICIAS.
Sin embargo, esta hidroeléctrica no tiene embalse, sino de pasada, es decir, utiliza el agua que en ese momento tiene el río, para la generación eléctrica. Pero, esto dificulta la programación de los cortes luz, aclara Buitrón.
"Estamos con una vulnerabilidad muy alta, porque no tenemos embalse, contrario a lo que sucede en Colombia, que están llenando los embalses; nosotros estamos sujetos a lo que ocurra en los caudales de las centrales hidroeléctricas", añade Buitrón.
Según la última información publicada por Cenace, a las 5:00 de este 18 de noviembre, Coca Coco estaba trabajando con una potencia de 303,2 megavatios, es decir, al 20% de su capacidad máxima, que es de 1500 MW.
Esto se debe, principalmente, a una caída en los caudales de agua del río Coca, que es el que alimenta a esta hidroeléctrica. Pero, además, cuando sube el caudal, la central tampoco puede operar al 100% de su capacidad para evitar que los sedimentos del río causen daños en las turbinas.
Adicionalmente, advierte Buitrón, de haber un estiaje severo en Colombia, no será posible que ese país sostenga la venta de energía a Ecuador de manera segura. Esto también podría ocurrir si sube la demanda de electricidad en el país vecino, por las fiestas de diciembre.
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