Sacha, el campo petrolero que cuatro gobiernos han intentado concesionar a petroleras extranjeras
El campo Sacha, que estaba a cargo de Petroecuador, pasó a manos del Ministerio de Energía de Ecuador, que analiza su concesión directa a un consorcio chino canadiense.
Producción petrolera en Sacha, el mayor campo de Ecuador, operado por Petroecuador, el 14 de junio de 2023.
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Petroecuador (pagina web)
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Han transcurrido 52 años desde que comenzó su producción el 4 de julio de 1972 y el campo petrolero estatal Sacha sigue siendo un activo de gran valor para el Estado ecuatoriano, que ahora analiza concesionarlo a un consorcio liderado por una petrolera china.
Conocido como una de las “joyas de la corona”, por su nivel de producción, reservas y calidad, Sacha es el campo más productivo de Ecuador.
Opera en el bloque 60, en el cantón Joya de los Sachas, de la provincia amazónica de Orellana, con una producción de 77.514 barriles diarios de petróleo (promedio de enero a noviembre de 2024), según datos de Petroecuador.
Es decir, Sacha aporta este momento con el 16% de la producción petrolera nacional, que es de 474.200 barriles diarios.
El primer pozo exploratorio se perforó el 21 de enero de 1969. Y luego comenzó su operación con una producción promedio de 29.269 barriles de petróleo por día en 1972. Esta se incrementó a 117.591 barriles diarios en noviembre de ese mismo año, que es la producción máxima diaria registrada en toda la historia del campo.
Pero durante su operación, la producción ha tenido altibajos y, por eso, más de un gobierno ha buscado concesionarlo.
El campo tiene un gran valor, además, por la calidad de su petróleo, pues se trata de un crudo tipo Oriente de 28 grados API, superior al promedio nacional que es de 23 grados API.
Mientras más alto es el API de un crudo, más liviano es y, por tanto, mayor es su valor en el mercado porque tiene menos azufre y permite obtener más productos limpios como gasolinas.
El último dato oficial disponible sobre reservas 3P (probables, probadas y posibles) de Sacha data de enero de 2024. Para esa fecha, según Petroecuador, Sacha tenía un estimado de reservas de 342 millones de barriles.
La fallida alianza con la venezolana Pdvsa
Para subir la producción del campo Sacha, el 30 de agosto del 2008, en una visita al campo venezolano Ayacucho, en la Franja Petrolífera del Orinoco, el entonces mandatario de Ecuador, Rafael Correa, y el entonces jefe de Estado venezolano, Hugo Chávez (hoy fallecido), acordaron crear una empresa mixta, que se llamó Río Napo.
La petrolera venezolana Pdvsa ofreció inyectar hasta USD 440 millones, con lo que obtuvo el 30% de acciones en Río Napo. El 70% restante quedó en manos de Petroamazonas (que en 2020 se fusionaría con Petroecuador).
Pero la alianza con Pdvsa terminó el 31 de julio del 2015, cuando la Superintendencia de Compañías declaró a Río Napo como inactiva por no presentar los balances desde el 2013. Por la disputa, Pdvsa llegó a advertir con un arbitraje al Estado ecuatoriano.
Finalmente, el campo volvió a manos de la entonces Petroamazonas el 1 de agosto de 2016.
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Gobierno de Correa apuntaba a una empresa china
El gobierno del entonces presidente Rafael Correa inició un proceso para que una petrolera extranjera intervenga en el campo Sacha. La idea era llegar a un acuerdo similar al que logró ese gobierno con la francesa Schlumberger en diciembre de 2015, cuando se hizo cargo del campo Auca.
La firma francesa se comprometió a invertir USD 4.900 millones durante 20 años a cambio de una tarifa de USD 26 por barril, en ese entonces. Pero, además, la firma entregó USD 1.000 millones en efectivo al Estado como anticipo del contrato.
Para Sacha, el gobierno correísta avanzó diálogos con la empresa china Cerg y dijo que el monto de anticipo que se buscaba estaba en el orden de USD 1.500 millones en efectivo, pero al final no se concretó.
Moreno licitó el campo, pero no lo entregó
La intención para concesionar Sacha revivió tres años después, en el Gobierno de Lenín Moreno. El proceso está detallado en un oficio del 1 de diciembre de 2020 del entonces ministro de Energía, René Ortiz, enviado al Presidente de la República de la época, a fin de que reconsidere la posibilidad de concesionar el campo Sacha a compañías privadas.
Ortiz argumentaba que, por falta de recursos financieros y técnicos de la empresa estatal, Sacha producía a esa fecha unos 69.000 barriles diarios, muy por debajo de su nivel óptimo.
Según Ortiz, Petroamazonas planteó en la licitación que se entregue un anticipo de USD 1.000 millones por Sacha, lo que permitiría "aliviar la difícil situación financiera por la que atravesaba el país en momentos de haber iniciado la pandemia de Covid-19".
Según detalla Ortiz en el oficio, 12 compañías atendieron la invitación, que fueron evaluadas por la consultora estadounidense Arthur D' Little.
Oferta de Sinopec no calificó en 2019
Arthur D' Little calificó a cinco empresas, que cumplían con los requisitos; en cambio, siete no lo hicieron. Las petroleras que cumplieron los requisitos fueron:
- Baker Hughes de los Estados Unidos.
- Pluspetrol de Argentina.
- Tecsip / Techint de Argentina.
- Cerg / Mie de China
- Geopark y Vista Oil de México y Argentina
Las otras compañías, entre las que se contaba a la empresa china Sinopec no cumplieron con los requisitos que se exigieron para participar en la licitación, entre los cuales estaban:
- Experiencia en Campos con producción igual o mayor a 40,000 barriles diarios.
- Trabajo en al menos cinco proyectos de recuperación secundaria
- Participación en uno o más proyectos de construcción de facilidades relacionadas del procesamiento de fluidos que totalicen una capacidad real de, al menos, 200,000 barriles diarios de fluido
- Experiencia en uno o más campos que totalicen reservas 3p de más de 200 millones de barriles.
Sin embargo el proceso de licitación fue suspendido a principios de 2020, ya que el gobierno de Moreno tomó la decisión de que el campo Sacha continúe en manos de Petroamazonas.
Lasso lo incluyó en su plan de atracción de inversiones
Luego, el campo Sacha fue incluido en el portafolio de proyectos para inversión del presidente Guillermo Lasso. Incluso, el área se presentó formalmente en el foro Ecuador Open for Business, el 19 de diciembre de 2021.
En ese entonces, se anunció que el campo requería de inversiones de alrededor de USD 2.887 millones. Se planteaba una concesión de 24 años para el campo.
Para avanzar en el proyecto, Lasso envió una reforma a la Asamblea a fin de concesionar, de manera excepcional, campos en producción a empresas privadas o consorcios, pero en enero de 2023 la Corte Constitucional justamente dio de baja la reforma al artículo 2 de la Ley de Hidrocarburos que abría la posibilidad de concesionar Sacha.
Según la Asociación Nacional de Trabajadores de las Empresas de la Energía y el Petróleo (Antep), eso imposibilitaría la concesión del campo Sacha, como ahora analiza el Gobierno de Daniel Noboa.
Gobierno de Noboa analiza oferta de Sinopec para Sacha
El Gobierno de Daniel Noboa ordenó el 23 de diciembre, mediante Acuerdo del Ministerio de Energía, la concesión del campo Sacha a empresas estatales internacionales o sus subsidiarias.
Para esto, Petroecuador ya entregó la operación del campo al Ministerio de Energía. El Ministerio de Energía dispuso, además, que el Comité de Licitación Hidrocarburífera (COLH) revise la propuesta realizada por un consorcio formado por Amodaimi Oil, subsidiaria de la gigante estatal china Sinopec; y por Petrolia Ecuador, filial de la canadiense New Stratus de Energy.
El consorcio ofrece un pago anticipado de USD 1.500 millones al Estado ecuatoriano.
El consorcio está interesado en una concesión de 20 años del campo Sacha.
Además del bono anticipado de USD 1.500 millones, la empresa ofrece inversiones para el desarrollo del campo por USD 1.716 millones que se irán haciendo anualmente durante los 20 años de concesión.
Y, según la propuesta, el consorcio cubriría también los costos para mantener la producción actual, que son de USD 160 millones al año y que sumarían un total de USD 3.216 millones en 20 años.
El consorcio busca firmar un contrato de participación, donde las empresas privadas reciben un porcentaje de la producción como pago de sus inversiones. La propuesta también contemplaría que el Estado se quede con el 80% de la renta petrolera y el consorcio con un 20%.
De acuerdo con la propuesta presentada, el consorcio ofrece incrementar la producción del campo hasta los 100.000 barriles diarios en un plazo de tres años.
PRIMICIAS pudo conocer que las primeras muestras de interés del consorcio chino canadiense se presentaron en junio de 2024.
¿Por qué una entrega directa?
Para el grupo Transformación Energética, que reúne especialistas del sector eléctrico y petrolero, no es favorable una concesión directa a Sinopec del campo Sacha como ahora se analiza.
"La concesión del campo Sacha, en principio, es una opción válida, pero debe llevarse a cabo mediante una licitación abierta y competitiva. Sacha es un campo maduro, con 52 años de operación, por lo que se requieren inversiones en técnicas avanzadas de recuperación secundaria y terciaria, además de la perforación de pozos profundos (precretácico)".
Y añade que solo empresas con experiencia y capacidad financiera para realizar estos trabajos podrán garantizar una gestión eficiente.
De ahí que este grupo de expertos recomienda realizar un proceso licitatorio internacional.
Según los datos oficiales de enero de 2022, es posible recuperar unos 342 millones de barriles en Sacha. Con un precio de USD 60 por barril, esto representaría un valor estimado de USD 20.520 millones.
De ahí que, según Transformación Energética, es importante realizar un análisis exhaustivo de las reservas, los recursos y la infraestructura asociada a Sacha para asegurar una negociación justa.
David Almeida, secretario de Organización de la Asociación Nacional de Trabajadores de las Empresas de la Energía y el Petróleo (Antep), dice que Sacha es, actualmente, el campo con el menor costo de producción por barril de Petroecuador.
Hasta 2022, este era de 10,05 por barril y ahora está en alrededor de USD 7. Es decir, si el petróleo ecuatoriano se vende en unos USD 60 por barril, al Estado le queda de renta neta USD 53 por barril.
De ahí que no ve por qué se quiere concesionar un activo tan rentable.
Además, dice que Petroecuador ha logrado en los últimos tres años, por sí solo, incrementar la producción en un 20%, de 63.921 barriles diarios en 2021 a 77.514 barriles diarios en 2024.
Una muestra de que este tipo de figuras de concesión a cambio de anticipos no es beneficiosa para el Estado es el campo Auca, dice Almeida, donde el costo de producción pasó de USD 17 por barril antes de la concesión a casi USD 30 por barril.
"Un contrato de concesión debería garantizarnos que el costo por barril va a ser menor que el que se tiene", dice Almeida.
Almeida añade que dentro del consorcio que busca operar el campo a cambio de un anticipo de USD 1.000 millones, está la empresa Petrolia, que es filial de New Stratus Energía, de Canadá, que según su más reciente balance de septiembre de 2024, reporta pérdidas de USD 15 millones (o 21,6 millones de dólares canadienses).
Almeida dice que Petrolia no pasó la evaluación financiera en el Gobierno de Guillermo Lasso para hacerse cargo de los bloques 16 y 67 en la Amazonía ecuatoriana.
Para el exministro de Energía, Fernando Santos, se podría pedir a las empresas que ya fueron calificadas por Artur D'Little en 2019 que actualicen las ofertas y se retome ese concurso público, donde participaron empresas de renombre.
PRIMICIAS envió el 6 de enero de 2025 un pedido de información al Ministerio de Energía para consultar por qué se optó por concesionar el campo Sacha y por qué se escogió hacerlo de forma directa y no mediante una licitación. Hasta el cierre de esta edición (18:00 del 14 de enero de 2025), la Cartera seguía procesando el pedido.
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