Economía
Refinerías Esmeraldas y Libertad dependen en 32% del petróleo del campo Sacha, que se delegaría a consorcio extranjero
El aporte del campo Sacha es clave para alimentar las refinerías Esmeraldas y Libertad debido a su alta calidad. ¿Qué impacto tendría en estas plantas la delegación del área a un consorcio extranjero?
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Vista de la refinería de Esmeraldas en septiembre de 2024.
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Petroecuador
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Por su alta calidad, la mitad del petróleo producido en el campo Sacha se destina a las refinerías de Esmeraldas y La Libertad, que tendrían que ver cómo reemplazan ese suministro si el Gobierno decide delegar la operación de este campo a un consorcio chino-canadiense, en un país en el que ese tipo de crudo es ya escaso.
¿De qué calidad es el crudo de Sacha? El campo produce uno de los crudos de más alta calidad de Ecuador, pues se trata de un crudo tipo Oriente de entre 25 y 26 grados API, superior al promedio nacional que es de 23 grados API.
Mientras más grados API tiene un petróleo, más liviano es y, por tanto, mayor es su valor en el mercado porque permite obtener productos limpios de alto valor como gasolinas.
Sacha es clave para las refinerías
De ahí que el petróleo de Sacha es un componente clave para las mezclas de petróleo que reciben las refinerías de Esmeraldas y la Libertad, de propiedad de la estatal Petroecuador, que fueron construidas, en 1.977 y 1.968, para procesar crudos de alta calidad. La Refinería Esmeraldas procesa petróleo de 24 grados API y la Libertad uno de 27 grados API.
La Refinería de Esmeraldas procesa unos 84.000 barriles diarios de petróleo, que puede variar según el mes y la operatividad en la que se encuentre. De esos, el campo Sacha contribuye con aproximadamente 26.700 barriles diarios o el 32%, según reportes de las refinerías a los que accedió PRIMICIAS.
En cambio, la Refinería la Libertad procesa unos 34.014 barriles diarios de petróleo, que varía según el mes y la operatividad en la que de encuentre, de los cuales, Sacha aportó con 10.625 barriles diarios, es decir, alrededor del 31%.
En total, Sacha aporta a las dos refinerías con unos 37.300 barriles diarios de petróleo, que representa la mitad de todo lo que se extrae del campo estatal.
Ahora el Gobierno analiza una posible delegación del campo Sacha al consorcio extranjero Sinopetrol, que ofrece millonarias inversiones para subir la producción del campo hasta los 100.000 barriles diarios bajo un contrato de participación.
A cambio, el Estado tendría que entregar el 87,5% de la producción petrolera de Sacha y quedarse con el 12,5%, es decir, con 12.500 barriles diarios.
Si el precio del petróleo sube sobre los USD 120 por barril, el Estado podría recibir 20.000 barriles diarios de la producción total incrementada, de acuerdo con lo negociado con el consorcio.
El Gobierno defiende que si no se delega el campo a otra empresa la producción caerá porque el Estado no cuenta con el dinero para hacer las inversiones que requiere el área.
Y el Gobierno ha enfatizado en que el análisis del beneficio de la delegación deber ser sobre la utilidad final que genere el campo y no sobre la producción que se entregue. Así, de toda la utilidad que genere el contrato con el consorcio chino canadiense, el Estado ganaría el 82%.
Los volúmenes de producción con los que se quedaría el Estado si delega Sacha serán menores frente a lo que necesitan las refinerías actualmente y habría que compensar con otro petróleo.
Pero otros campos estatales, como Shushufindi o Libertador, pero estos tienen una calidad inferior, de 24 y 25 grados API.
Experto habla de obstáculos legales y técnicos
Pablo Noboa, el exgerente de Comercio Internacional de Petroecuador y excoordinador de Contratos Especiales Petroamazonas, explica que, en el marco de una posible delegación de las operaciones del campo Sacha, gestionado por el Ministerio de Energía, "surgen serias interrogantes legales y técnicas que podrían tener un impacto significativo en el sector hidrocarburífero ecuatoriano".
Noboa dice que "el Artículo 16 del Reglamento único aplicable a la Ley de Hidrocarburos vigente", establece que los campos en producción bajo la gestión de Petroecuador no pueden ser delegados a empresas estatales extranjeras ni a la iniciativa privada mediante las modalidades contractuales establecidas en el Artículo 2 de dicha ley.
Noboa considera que este precepto legal plantea un obstáculo para cualquier intento de transferir la operación del campo Sacha desde Petroecuador al Ministerio de Energía, con el fin de delegarla a terceros. "Tendrían que primeramente reformular, por parte del Ejecutivo, un nuevo reglamento hidrocarburífero, lo que no se ha hecho", dice.
De ahí que Noboa advierten que, de concretarse esta acción, se violaría el marco normativo vigente, abriendo la puerta a demandas constitucionales por la ilegalidad del contrato.
“El problema se agrava porque estos contratos suelen incluir cláusulas de arbitraje internacional. En ese escenario, las partes podrían argumentar que el Contrato de Delegación fue firmado por mutuo consentimiento del Estado ecuatoriano, dejándonos en una posición de indefensión y con pocas opciones para revertir la situación”, señala el analista del sector.
El Gobierno cuenta con un pronunciamiento vinculante del Procurador General del Estado, que respalda la delegación bajo el artículo 2 y 19 de la Ley de Hidrocarburos y los artículos 23 y 24 del reglamento a la Ley de Hidrocarburos que reformó Guillermo Lasso y que, en cambio, según el Procurador es el está vigente.
A las posibles implicaciones legales se suman preocupaciones técnicas, debido al aporte del petróleo del campo Sacha a las refinerías Esmeraldas y La Libertad, dice Pablo Noboa.
Noboa dice que la pérdida de este crudo, considerado de alta calidad dentro de los estándares del crudo Oriente, podría generar múltiples consecuencias: una reducción en la eficiencia del procesamiento de las refinerías, un mayor desgaste de los equipos, limitaciones en la producción de combustibles limpios y un incremento en los costos operativos en las plantas refinadoras.
Además, Noboa dice que esta decisión afectaría directamente la oferta exportable del crudo Oriente, el de mejor calidad del país y con menor castigo en los mercados internacionales.
"Al dejar de contar con la contribución del campo Sacha, la calidad general del crudo ecuatoriano de exportación se vería deteriorada, lo que podría traducirse en pérdidas económicas significativas, por los incrementos de los castigos", concluye el exgerente de Comercio Internacional de Petroecuador.
Exgerente de Petroecuador dice que habría que importar más combustibles
El exgerente de Petroecuador, Miguel Robalino, considera es un error hacerle partícipe al consorcio chino canadiense del 87,5% de toda la producción del campo, cuando lo propio sería que solo participe del petróleo que logre incrementar con sus inversiones.
El viceministro de Hidrocarburos, Guillermo Ferreira, justificó el alto porcentaje de barriles extraídos en Sacha a favor del consorcio en que ese valor reconoce las inversiones que tiene que hacer en el campo y que son de más riesgo "porque las condiciones del yacimiento ahora son más precarias que lo que originalmente podía tener un campo nuevo".
Y añadió que hay otros riesgos que asume la compañía, como una infraestructura que requiere altas inversiones.
Ferreira mencionó, por ejemplo, que más del 60% de los tanques en Sacha están en condiciones críticas, los sistemas contra incendios hay que modernizarlos, casi el 40% de los separadores de producción (donde se separa el agua del petróleo) están fuera de especificaciones.
Robalino explica que el Estado ya ha realizado inversiones propias en el campo, por lo que no tendría por que compartir esos beneficios con un tercero. Diferente es que la empresa que quiera invertir en el campo logre aumentar la producción y participe sobre ese aporte adicional, insiste.
Y dice que si baja el rendimiento o producción de las refinerías eso se traducirá en una mayor importación de combustibles.
Robalino explica que, usualmente, los contratos de participación contienen una cláusula que dice que el Estado no pagará en petróleo las inversiones de las petroleras privadas si falta suministro en las refinerías, sino su equivalente en dinero. Pero dice que aún no se conocen los términos completos de la negociación entre el Gobierno y el consorcio chino canadiense en Sacha.
PRIMICIAS no pudo conseguir inmediatamente una reacción del Gobierno sobre el impacto de la delegación de Sacha en las refinerías. Se envió un pedido la noche del 27 de febrero de 2025 al Ministerio de Energía y está a la espera de una respuesta.
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