Con Mazar fuera de operación, el embalse de Paute comienza a bajar y aumenta el riesgo de mayores cortes de luz
La caída del agua del embalse de Mazar no solo provocó la salida de operación de la hidroeléctrica del mismo nombre desde el 9 de noviembre, sino que impacta a las centrales Paute y Sopladora.
La central hidroeléctrica Mazar, entre Azuay y Cañar, 17 de septiembre de 2024.
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Los horarios de cortes de luz podrían aumentar en los próximos días debido a la complicada situación del mayor complejo hidroeléctrico de Ecuador, Paute-Molino, ya que se ha comenzado a consumir el agua del segundo de sus embalses: Amaluza.
Al medio día del 9 de noviembre, el embalse de Mazar, el más grande reservorio que provee de agua a este complejo hidroeléctrico, tocó niveles críticos de 2.110 metros sobre el nivel del mar (msnm).
A esa misma hora, según el reporte de la Corporación Eléctrica de Ecuador (Celec), la central hidroeléctrica del mismo nombre, Mazar, salió de operación. Mientras tanto, el Gobierno anunciaba que aumentaría los cortes de luz de ocho horas al día a 12 horas diarias.
Con eso, el agua del embalse apenas se ha recuperado en un metro y a las 11:00 del 11 de noviembre estaba en 2.111,41 msnm.
Por ahora solo operan las otras dos centrales: Paute y Sopladora, que se ubican en el mismo río. Y sin Mazar, ahora su generación depende del agua del segundo reservorio del complejo: Amaluza, que es cuatro veces más pequeño que el embalse de Mazar.
Sin Mazar el complejo es más vulnerable
La situación es preocupante porque el complejo Paute-Molino o también llamado Paute Integral agrupa a tres centrales hidroeléctricas que están en forma de cascada:
- Mazar, con dos turbinas que permiten una potencia de 170 megavatios. Tiene un embalse que lleva el mismo nombre, cuyo nivel máximo de reserva es de 2.153 msnm y abastece de agua a las dos centrales más abajo.
- Paute, la más grande central del complejo, con 10 turbinas y una potencia total de 1.100 megavatios. Esta tiene un embalse más pequeño, Amaluza, que tiene un nivel máximo de reserva de 1.991 msnm.
- Y finalmente Sopladora, con tres turbinas que dan una potencia de 487 megavatios. No tiene embalse.
Pero, con el embalse de Mazar en el nivel crítico y con la hidroeléctrica del mismo nombre fuera de operación, el complejo pierde 170 megavatios, explica Diego Morales, presidente del Colegio de Ingenieros Eléctricos de Azuay.
Y, además, la generación de las otras dos centrales también va cayendo, ya que dejan de recibir el agua turbinada del gran reservorio de Mazar aguas arriba, agrega Morales.
Como consecuencia, el déficit de generación eléctrica en el país aumentaría y el Gobierno se puede ver obligado a aumentar los cortes de luz.
Juntas, las tres hidroeléctricas tienen una potencia de 1.757 megavatios, que representan casi el 38% de la demanda de Ecuador.
Paute y Sopladora dependen de Amaluza
Lo que está ocurriendo ahora es que Paute y Sopladora están operando solo con el agua de su embalse Amaluza, que es más pequeño que Mazar y que se podría consumir con más rapidez.
Precisamente por eso, además, las dos centrales están generando muy por debajo de su capacidad. Por ejemplo, el 9 de noviembre, cuando salió de operación Mazar, Paute operó con 240 megavatios; esto es el 21% de su capacidad. Y Sopladora generó 140 megavatios; esto es el 28% de su potencia instalada.
Si Amaluza toca el mínimo, Paute, la central más grande del complejo, tendría que salir de operación hasta que el embalse vuelva a su nivel mínimo requerido, dice Morales.
Y añade que si Paute sale de operación, Sopladora tampoco podría operar porque no tiene embalse.
El nivel mínimo que debe tener Amaluza para que Paute pueda operar es 1.975 metros sobre el nivel del mar (msnm). Hasta las 12:00 del 11 de noviembre, el nivel estaba en 1.982 msnm; es decir, a siete metros del mínimo.
¿Está descompuesta la turbina de Mazar?
El 9 de noviembre circuló en redes sociales un supuesto oficio del operador estatal de electricidad Cenace en el que menciona que el bajo nivel del agua "ha indispuesto una de las turbinas de Mazar", lo que llevó a pensar que había ocurrido un daño en la turbina, pero el Ministerio de Energía lo descartó.
Morales explica que a nivel técnico se utiliza el término "indisponible" cuando una turbina sale de operación; es decir, que la indisponibilidad no implica que la turbina está dañada, sino que se la apaga porque no hay suficiente agua.
El experto agregó que cuando el agua en el embalse de Mazar cae a 2.114 msnm, tiene que salir de operación una de las dos turbinas, porque el nivel de agua no es suficiente para que las dos estén encendidas.
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