Barcaza turca: Líos legales y mano dura a la hora de cobrar marcan a Karpowership, que proveerá de electricidad a Ecuador
La turca Karpowership, que alquilará una barcaza a Ecuador, ha enfrentado líos legales y ha aplicado una posición dura a la hora de cobrar facturas en algunos países donde ha operado.
Barcaza turca que, según el Gobierno, arribará a Ecuador en los próximos días. Es de propiedad de Karpowership.
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Hay un elemento en común entre los países que contratan con la empresa turca Karpowership, que pronto cerrará un contrato millonario con Ecuador para alquilar una barcaza, y es: contratos de emergencia en medio de profundas crisis eléctricas.
Karpowership, uno de los mayores operadores de centrales eléctricas flotantes del mundo, es parte del gigante turco Karadeniz Energy Group.
Comenzó la construcción de los primeros barcos flotantes en 2007, pensando en atender crisis puntuales de suministro de electricidad en los países. En ese entonces, tenía cinco barcos generadores, llamados Powerships.
Ahora, su flota está compuesta por 40 plantas generadoras flotantes, con 7.000 megavatios de capacidad total.
Estas centrales eléctricas flotantes alimentan con el 10% y hasta el 100% de electricidad a comunidades y ciudades en más de 15 naciones, principalmente de África y Sudamérica, según su propia página web.
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En Sudamérica, Karpowership opera en Brasil, Guayana y pronto iniciará operaciones en Ecuador. El 5 de julio de 2024, Karpowership resultó adjudicataria de un concurso de emergencia para alquilar temporalmente un barco generador de 110 megavatios, a un costo de USD 0,14 por kilovatio hora, según el ministro de Ecuador, Antonio Gonçalves.
Pero el barco habría zarpado de Turquía con aviso para puerto de Ecuador el 16 de junio de 2024; es decir, incluso antes de que realizara la convocatoria a licitación, esto es entre el 22 y 23 de junio de 2024. Eso provocó la presentación de una denuncia en la Fiscalía en contra de Roberto Luque, exministro encargado de Energía y actual ministro de Transporte.
Según los términos de la licitación, la barcaza tendría un contrato con una duración de 660 días (un año, 9 meses y 27 días). Gonçalves ha anticipado que la barcaza tendrá un costo de USD 115 millones.
De emergencia a contratos de largo plazo
Pero, en algunos países, lo que empezó como un contrato de emergencia con Karpowership, se convirtió en una oferta eléctrica permanente.
Por ejemplo, tras profundizarse una crisis eléctrica que lleva décadas, Sudáfrica lanzó una licitación para contratar 2.000 megavatios de electricidad de manera temporal en 2021.
Lo que sorprendió es que, al final, el Gobierno sudafricano le adjudicó la mayor parte de contratos, equivalentes a 1.220 megavatios, a Karpowership, bajo contratos a 20 años.
Los partidos de la oposición de Sudáfrica han criticado esos contratos diciendo que el plazo de 20 años era demasiado largo para un suministro de energía de emergencia y aseguran que ninguno de los otros contratos de Karpowership en países como Ghana y Brasil eran por un período tan largo.
Por ese mismo proceso de contratación, uno de los oferentes presentó una denuncia de corrupción en la Fiscalía en Sudáfrica en contra de la empresa turca, a la que acusó de supuestamente haber ofrecido sobornos a un funcionario público para ganar la licitación. Karpowership negó las acusaciones.
Por su parte, Outa, una organización no gubernamental dedicada a combatir la corrupción, presentó dos demandas legales contra la empresa turca y el Gobierno sudafricano.
La primera para que revele el expediente de adjudicación de los contratos, que no eran públicos. Sobre esto, obtuvo un fallo a favor en enero de 2024. El segundo, que sigue en curso, para que se revise la decisión de la empresa eléctrica estatal de conceder las licencias de operación a Karpowership.
Líos ambientales y sociales
The Green Connection, una organización no gubernamental, presentó una demanda en contra del Gobierno sudafricano, que habría entregado licencias de operación a Karpowership sin tener en cuenta el impacto medioambiental ni la amenaza que, al parecer, suponen los barcos para los pescadores artesanales.
Entre los riesgos que mencionó esa organización estaban posibles derrames de combustible, el ruido y el agua de mar más cálida procedente del proceso de generación de energía, lo que hacía temer que ahuyentaría a las especies.
La misma preocupación la expresaron, a través de protestas, los pescadores artesanales de Azua, una zona costera de República Dominicana, luego de que Karpowership instalara en 2023 una barcaza.
Pero la empresa turca ha dicho que la zona escogida en República Dominicana para la instalación era ya industrial y dijo tener un plan ambiental para monitorear especies.
La empresa firmó un contrato en 2022 para proveer 180 megavatios de emergencia y como reserva al país centroamericano por tres años, aunque contiene una opción de extensión por 11 años.
República Dominicana ha venido incrementando el uso de electricidad de la barcaza e, incluso, sus autoridades consideran ahora que, debido al aumento de la demanda, la barcaza turca ya no es solo de emergencia.
En 2023, la empresa turca fue multada por el Ministerio del Ambiente tras un derrame de nueve galones de sludge o sentina, unos desechos residuales que deben ser retirados de las embarcaciones periódicamente, luego de que se rompiera una de las mangueras que sacan el material de los barcos, según un reporte de Diario Libre.
La empresa turca calificó el hecho de "aislado" y dijo que tomó medidas inmediatas para evitar nuevos problemas, añade ese reporte de prensa.
Ha cortado suministro ante falta de pago
Karpowership tiene una postura firme frente a impagos por parte de los países a los que provee de electricidad.
Por ejemplo, Karpowership cortó temporalmente, en varias ocasiones, la última en abril de 2024, el suministro de electricidad a Freetown, capital de Sierra Leona, un país de África Occidental, tras un prolongado período de falta de pago de USD 40 millones. Esa decisión dejó a miles sin electricidad, exacerbando la crisis energética del país.
La empresa turca provee alrededor del 80% de la electricidad que demanda Sierra Leona, que firmó su primer contrato en junio de 2018.
Otro ejemplo: en mayo de 2021, Karpowership paralizó temporalmente el suministro de electricidad de dos de sus barcos en Líbano, lo que produjo cortes de electricidad generalizados en ese país, pues la empresa turca cubría una cuarta parte de la demanda.
La empresa justificó su decisión en retrasos en los pagos que ya sumaban USD 100 millones por parte del Gobierno libanés y en amenazas de un fiscal de ese país de apoderarse de sus barcos por acusaciones de corrupción.
El fiscal libanés había emprendido una investigación sobre un supuesto pago de una "comisión" por parte de la empresa turca a un empresario privado para adjudicarse contratos, tras una denuncia de una cadena televisiva, cargos que fueron negados por la empresa.
El fiscal le impuso, de manera preventiva, una multa de USD 25 millones y para cobrarla había advertido con confiscar dos barcos de Karpowership. Finalmente, el grupo turco reinició el suministro de energía al Líbano después de un mes. Dijo que lo hacía "como gesto de buena voluntad" .
Finalmente, Karpowership salió de Líbano en octubre de 2021, al terminar el plazo de su contrato, que tuvo una duración de nueve años y en un momento en que el país atravesaba una de las peores crisis eléctricas.
Sin referirse específicamente a los contratos con Karpowership, el Banco Mundial había ya sugerido en 2020 a Líbano que reemplace, de manera inmediata, la energía eléctrica alquilada, por ser muy costosa y contaminante (pues usa combustible para producir electricidad) por energía firme.
La empresa turca también cortó, en octubre de 2023, el suministro de energía a Bisáu, capital de Guinea-Bisáu, un país del oeste de África, por una factura impaga de, al menos, USD 15 millones, sumiendo a 400.000 personas en la oscuridad.
El corte de luz perturbó gravemente la vida cotidiana en Bisáu, con hospitales afectados, que tuvieron que recurrir a generadores para realizar cirugías, según un reporte de la BBC. Todo eso, además, en medio del calor sofocante que suele alcanzar los 40 grados en ese país.
Karpowership dijo que cortó la electricidad cuando los proveedores de combustibles ya no pudieron soportar el retraso y no tuvieron más opción que suspender el trabajo
En ese entonces, el ministro de Energía de Guinea-Bisáu, Isuf Baldé, reconoció en 2023 que era necesario renegociar el contrato con Karpowership "porque los costos casi se habían duplicado desde que entró en vigor (en 2019) lo que lo hacía inasequible".
La empresa turca suministra el 100% de las necesidades eléctricas de Guinea-Bisáu mediante un contrato que tiene un plazo de 10 años.
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