Gobierno de Noboa reintegrará a 30.000 personas para que vuelvan a recibir bonos sociales del MIES
El presupuesto del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) contaba con un presupuesto de USD 1.111 millones para bonos en 2025, pero ahora será de USD 1.360 millones

Imagen referencial de visitas en territorio de personal del MIES, 11 de marzo de 2025.
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El Presidente Daniel Noboa ha prometido que aumentará el número de beneficiarios de los bonos sociales a cargo del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES).
Hasta lo que va de marzo de 2025, existen 1'456.994 beneficiarios de bonos sociales y transferencias monetarias, pero el plan es llegar al menos 1,5 millones este año, dice Harold Burbano, ministro de Inclusión Económica Social (MIES) encargado, en entrevista con PRIMICIAS.
¿Cómo se logrará la meta? Uno de los pasos será reintegrar a unas 30.000 personas que habían salido de la lista de beneficiarios en 2024 y febrero de 2025, dice Burbano.
Además, el Gobierno planea que unos 40.000 nuevas familias (núcleos familiares), que no habían recibido estos pagos antes, entren al listado de beneficiarios de estas transferencias monetarias en este 2025, detalla el ministro.
De ahí que el presupuesto del MIES para estos bonos, que era de USD 1.111 millones para 2025, aumentará a USD 1.360 millones.
Burbano explica que ya desde julio de 2024 el MIES ya incrementó en alrededor de USD 46 millones el pago en estos bonos, con el ingreso de 40.000 nuevos núcleos familiares al listado de beneficiarios.
Este aumento fue posible luego de que, en junio de 2024, el Gobierno de Noboa decidió reducir el gasto en subsidio a las gasolinas de bajo octanaje, con lo que el ahorro se destinó al presupuesto del MIES.
Burbano explica que la decisión de reintegrar al listado a las personas que habían dejado de recibir estos bonos no se realizará "a dedo" ni por razones políticas.
El ministro explica que estas 30.000 personas habían salido del catastro porque la entidad a cargo de los listados, que es el Registro Social, hizo una actualización que implicaba identificar si estas personas vivían en una zona rural o en una zona urbana.
Y, debido a que el Registro Social determinó que vivían en una zona calificada como urbana, estas personas subieron en la escala de deciles de pobreza, por lo que dejaron de recibir los pagos, añade Burbano.
No obstante, el Ministro cuestiona que la decisión del Registro Social se tomó sin haber realizado visitas a las viviendas de las personas, para identificar cuál es su real condición de vida.
"El Presidente dispuso volver a incluir a estas personas, que habían cambiado su estatus de decil de pobreza por una actualización de escritorio, sin que se haya hecho una visita in situ de las viviendas para ver sin, en efecto, mejoraron su situación económica", detalla el ministro.
Según Burbano, en octubre de 2024, el Registro Social ya hizo una actualización similar de las zonas de residencia calificadas como urbanas y rurales, con lo que se hubiera tenido que sacar de la lista de beneficiarios a unas 50.000 personas, pero el MIES decidió no hacerlo.
"Pese a la actualización que hizo el Registro Social, en ese momento, por criterio de protección social y por justicia, el MIES decidió mantener las transferencias a estas 50.000 personas, mientras no se haga una actualización in situ de la familia", dice.
Un piloto para "graduar" a beneficiarios y que dejen de depender de bonos
De los bonos y transferencias a cargo del MIES, el 61% de ellos corresponde a beneficiarios del Bono de Desarrollo Humano tradicional y el de componente variable, que aumenta según el número de hijos.
Burbano explica que el fin último de los beneficios como el Bono de Desarrollo Humano, es que las personas que lo reciben mejoren su calidad de vida y ya no dependan de esta transferencia; es decir, que se "gradúen" y dejen de recibirlo.
Al año, el Gobierno destina unos USD 475 millones a este bono.
Sin embargo, reconoce que esto tomará tiempo. "Tenemos una línea marcada, que es generar primero un piso de protección social, que las personas que están en pobreza puedan tener un mínimo de calidad de vida", añade.
El Ministro explica que por ahora el Gobierno ha estado mejorando el sistema para evitar que, por ciertas restricciones, las personas perpetúen su estado de pobreza.
"Por ejemplo, si una persona tenía el Bono de Desarrollo Humano, ya no podía acceder a otro beneficio como el de vivienda en terreno propio, o priorización en acceso a educación pública. Ya hemos eliminado estas barreras", dice.
El plan a largo plazo es que, con esto, las personas pueden escalar y reducir sus niveles de pobreza hasta alcanzar la "graduación".
"Estamos en esa línea, pero no le vamos a quitar el bono a nadie mientras no podamos, de manera técnica y personal, identificar si la persona realmente ha logrado escalar en su decil de pobreza", añade.
Ahora el MIES tiene en marcha un plan piloto de entrega de un Crédito de Desarrollo Humano, que cuenta con un presupuesto de USD 60 millones, para que 45.000 personas que tenían el bono, reciban el crédito y emprendan una actividad de sustento económico.
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