¿Puede la geotermia poner fin a la crisis eléctrica y cortes de luz en Ecuador?
¿Cuál es el verdadero potencial de energía geotermia, qué tan costosa es y cuánto tiempo tomaría su desarrollo en Ecuador?
Foto de archivo de la perforación de un pozo en el proyecto geotérmico Chachimbiro.
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Celec
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El ministro de Energía y Minas, Antonio Gonçalves, dice que la solución a la crisis eléctrica que vive Ecuador está en la geotermia, ya que el país cuenta con 22 volcanes activos y 40 inactivos, pero ¿cuál es el verdadero potencial de esta energía, qué tan costosa es y cuánto tiempo tomaría su desarrollo?
¿Qué es la geotermia y cómo se genera?
La energía geotérmica permite utilizar el calor del interior de la tierra para obtener electricidad. Pero, ¿cómo se genera?
Lo primero es hallar una fuente de calor subterránea, como una cámara de magma o actividad volcánica. Este calor puede estar almacenado a profundidades de unos 2 kilómetros bajo la superficie. Para generar energía geotérmica, se requiere de una temperatura de 220 grados.
La segunda condición es que exista piedra permeable, en la que se filtre el agua subterránea, la cual se calienta hasta convertirse en vapor al contacto con las rocas calientes.
Y la tercera condición es que exista una capa de roca impermeable que impida que el calor se disipe. Esto crea una especie de "olla de presión" en la que el agua se convierte en vapor debido al calor.
Dado que se requieren estas condiciones, "no es garantizado que un volcán activo sea ya de por sí una fuente de calor para la generación de energía geotermia, sino que hay que hacer estudios para ver si existe un yacimiento", explica Eduardo Aguilera. Él es uno de los pioneros de la investigación de la geotermia en Ecuador y consultor internacional de geotermia, para organizaciones como Agencia Internacional de Energías Renovables, la Olade y la Cepal..
¿Cuál es el potencial de Ecuador?
Aguilera dice que estudios del Banco Mundial dan cuenta de que Ecuador cuenta con tres fuentes de energía primaria, que son económicamente factibles: la hidroeléctrica, el gas natural y la geotermia.
De todas ellas, la de mayor potencial es la hidroeléctrica, con una generación posible de hasta 24.000 megavatios (MW), casi cinco veces la demanda actual de electricidad, que bordea los 5.000 megavatios, pero no todo se ha desarrollado.
A pesar de este enorme recurso, Ecuador solo ha instalado 5.192 MW en centrales hidroeléctricas.
En cuanto al gas natural, el Campo Amistad, ubicado en el golfo de Guayaquil, cuenta con reservas estimadas de unos 123.000 millones de pies cúbicos de gas natural, lo que podría alimentar plantas eléctricas para generar hasta 800 MW de energía eléctrica, lo que contribuiría significativamente a diversificar la matriz energética del país.
Desde hace varios años se ha intentado licitar el Campo Amistad para aumentar su producción, pero sin éxito. De hecho, en diciembre de 2023 se declaró desierto el concurso.
Y, en tercer lugar, está la geotermia. El Plan Nacional de Electrificación, publicado en agosto de 2024, dice que hay más de 20 posibles sitios con potencial geotérmico, con más de 900 megavatios para la producción de electricidad. Y añade que estudios académicos señalan que el potencial podría ser aún mayor, si se tiene en cuenta nuevas zonas favorables para su desarrollo en las provincias de Chimborazo y Manabí.
Sin embargo, Aguilera dice que las áreas geotérmicas que cuentan con evaluaciones y estudios serios son tres: Tufiño, Chachimbiro y Chalupas, las cuales en conjunto tienen un potencial estimado de 534 MW. A continuación, Aguilera describen los avances en esas tres áreas:
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Tufiño
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Este fue el primer sitio, ubicado en la frontera con Colombia, en el que se inició la exploración geotérmica. Los primeros estudios, realizados gracias a la cooperación de la Organización Latinoamericana de Energía (Olade), dieron cuenta de un potencial geotérmico teórico en la zona era de 138 MW.
Eso la ubicó como una zona prioritaria de estudio y se realizó un estudio de prefactibilidad en 1987. Si bien se ha invertido en estudios, su desarrollo aún está en espera de completar la fase de factibilidad, que podría llegar a costar hasta USD 20 millones. - 2
Chachimbiro
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Es el proyecto, ubicado en el cantón Urcuquí, en la provincia de Imbabura (norte de Ecuador), que cuenta con estudios más avanzados. En los años 80 se determinó una potencia instalada teórica de 113 megavatios.
De hecho, en 2014, el holding estatal de generación Corporación Eléctrica de Ecuador (Celec) realizó un estudio de prefactibilidad para este campo geotérmico, el cual arrojó resultados mixtos.Según esos estudios, la capacidad del campo podría variar desde 13 MW hasta un máximo de 178 MW, con una media estimada de 81 MW.
Sin embargo, debido a la incertidumbre sobre el recurso, el campo fue catalogado como de tamaño mediano y se le otorgó una probabilidad de éxito del 32%.
Aunque, el Gobierno habla de que podría generar 50 megavatios, según el Plan Nacional de Electricidad, publicado en agosto de 2024. La fecha tentativa de entrada en operación es 2029.Según el Plan Maestro, además, Chachimbiro cuenta con una perforación exploratoria y se ha confirmado su viabilidad.
Además, el 3 de octubre, el Gobierno de Japón aprobó un crédito USD 43 millones para Ecuador para el desarrollo del proyecto, que, según el ministro Gonçalves, permitirá un ahorro de USD 147 millones en los primeros 10 años una vez entre en operación. - 3
Chalupas
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Esta área está ubicada en el sur oriente del volcán Cotopaxi (entre las provincias de Cotopaxi y Napo). En los años ochenta se determinó una potencia teóricamente evaluada de 283 megavatios.
Está apenas en estudios iniciales para confirmar la presencia de fuentes de calor adecuadas, acuíferos permeables y la existencia de condiciones favorables para la generación de vapor.
Desarrollo de una central toma entre cinco y ocho años
El desarrollo de proyectos de energía geotérmica en Ecuador toma tiempo. Aguilera explica que los estudios deben avanzar desde las fases iniciales de reconocimiento (para determinar si hay o no un yacimiento) hasta las fases de prefactibilidad y factibilidad, que incluye la perforación de pozos, que confirmen la viabilidad del proyecto.
De ahí que para poner en marcha un proyecto se requiere de entre 4 y 8 años. Otro factor a tomar en cuenta, dice Aguilera, es que la inversión en geotermia es costosa y de riesgo.
La fase de factibilidad puede demandar una inversión de USD 20 millones y la perforación de pozos puede arrojar resultados negativos; es decir, que los pozos no arrojen valor. De ahí que el consultor cree que el desarrollo de proyectos geotérmicos requiere una alianza con empresas privadas.
En países como Filipinas o Indonesia, con gran desarrollo de geotermia, quienes han invertido en este sector han sido empresas petroleras, al estar en su línea de negocio las actividades de perforación.
Otras barreras que tienen las energías geotérmicas son la falta de un marco regulatorio para que las empresas privadas desarrollen los proyectos, falta de fuentes de financiamiento para inversiones de riesgo que deberían venir de la empresa privada y descubrir el primer campo geotérmico de Ecuador, que para Aguilar podría está en el área Tufiño.
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