Estados Unidos dice que Ecuador enfrenta tres grandes desafíos para estabilizar su economía e inversión
"La capacidad del Gobierno de Ecuador para responder al aumento de la violencia sigue limitada por un entorno fiscal desafiante", sostiene Estados Unidos.
Caravana de miembros de transporte pesado de Ecuador que piden seguridad en las vías, el 29 de julio de 2024.
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El Departamento de Estado de Estados Unidos publicó la Declaraciones sobre el clima de inversión 2024: en Ecuador, en la que detalla que el país tiene potencial productivo, pero enfrenta tres grandes desafíos en su proceso para estabilizar la economía y el clima de inversión.
"Ecuador presenta muchas oportunidades de inversión, particularmente en agricultura, acuicultura, minería y minerales críticos, energía, telecomunicaciones, seguridad y electricidad", detalla Estados Unidos.
Aunque, dice que ese potencialo que se ha visto estancado desde hace algunos años debido a la incertidumbre económica y política, las políticas intervencionistas, los desafíos fiscales y el persistente estancamiento económico.
Y en 2024, Ecuador enfrenta tres grandes desafíos en su intento por estabilizar la economía y el clima de inversión, sostiene Estados Unidos. Estos son:
- Crisis fiscal
- Inseguridad
- Crisis del sector eléctrico
Los tres factores hacen que mercados y organismos internacionales sigan viendo altos riesgos en la economía Ecuatoriana. Ese es el caso de la calificadora de riesgos estadounidense Fitch Ratings, que mantuvo la calificación de riesgo soberano a largo plazo para Ecuador en CCC+, detalló el 14 de agosto de 2024.
Y esos factores están haciendo que los flujos de inversión extranjera directa (IED) de Ecuador sigan siendo escasos.
Según el Banco Central del Ecuador, los flujos de IED en 2023 fueron de USD 372,3 millones, una baja del 58% en comparación con 2022.
Crisis fiscal
El déficit fiscal de Ecuador alcanzó el 5,2 % del Producto Interno Bruto (PIB) en 2023. Eso se debió al aumento de los gastos y la disminución de los ingresos petroleros.
Por eso, a finales de 2023, el Gobierno tenía atrasos de USD 4.500 millones, careciendo de fondos para pagar a tiempo los salarios y las pensiones del sector público.
En 2024, la proforma presupuestaria elevó el déficit fiscal, llegando a USD 4.809 millones.
Aunque, según el ministro de finanzas, Juan Carlos Vega, el déficit no superará los USD 3.000 millones, tras el incremento de tributos, como el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y el Impuesto a la Salida de Divisas (ISD), sumado a la eliminación de los subsidios de las gasolinas Extra y Ecopaís.
Además, excluido de los mercados de deuda externa, Ecuador busca el apoyo de las instituciones financieras internacionales para reforzar sus finanzas. Por eso, en abril, Ecuador llegó a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por USD 4.000 millones.
Crisis de inseguridad
Otro factor que impide el progreso de la economía es la escalada de inseguridad en Ecuador, que llegó a ser el país más violento de Latinoamérica en 2023.
Eso responde a la presencia de más de 20 bandas de crimen organizado y narcotráfico.
Esa realidad llevó al presidente Daniel Noboa a declarar la existencia d eun conflicto armado el 9 d eenero de 2024, por lo que se dispuso la movilización de las Fuerzas Armadas a todo el país para que colaboren con la Policía.
Sin embargo, la violencia se desborda en algunas zonas del país, como la ciudad costera de Manta, donde se registran asesinatos, secuestros y extorsiones.
En los primeros cuatro meses de 2024, en el país hubo muertes violentas en 127 de los 221 cantones, además de La Manga del Cura y El Piedrero, zonas no delimitadas.
En ese contexto, la administración de Noboa subió el IVA para financiar proyectos de combate del narcotráfico.
Sin embargo, el Departamento de Estado sostiene que "la capacidad del Gobierno para responder al aumento de la violencia sigue limitada por un entorno fiscal desafiante".
Crisis eléctrica
Otro problema que enfrenta la economía ecuatoriana es la crisis eléctrica, que ha derivado en cortes de luz y hasta un apagón nacional, entre 2023 y 2024.
Eso responde a que más del 90% de la generación eléctrica del país depende de la energía hidroeléctrica, cuya producción no logra abastecer a la demanda debido a sequías prolongadas, agravadas por el Fenómeno de El Niño; y a falta de inversión en el sector.
A eso se suman problemas operativos y de construcción en curso en la planta hidroeléctrica Coca Codo Sinclair (CCS) de 1.500 megavatios (MW), sostiene Estados Unidos.
Esto ha obligado a Ecuador a importar electricidad desde Colombia, a precios elevados; y aumentar el uso de combustible fósil.
Los cortes de luz, incluso, llevaron a la administración de Daniel Noboa a suspender la jornada laboral en todo el país el 18 y 19 de abril.
El fantasma de los apagones ha regresado a Ecuador en agosto, tras la confirmación del inicio del estiaje, por parte del Gobierno.
El ministro de Energía, Antonio Gonçalves, informó que ha empezado el estiaje en los principales embalses, ubicados en la cuenca oriental de Ecuador. Y, con eso, se encienden las alarmas de nuevos riesgos en el abastecimiento de electricidad en el país.
La cuenca oriental es de gran importancia para el sector eléctrico ecuatoriano, pues allí se hallan ocho de las 12 hidroeléctricas que hay en el país.
Los períodos de sequía en esta zona son cada vez más prolongados. Así, el estiaje, que solía empezar en octubre, comenzó en septiembre en 2023 y en 2024 ya ha empezado en agosto, según lo confirmado por el ministro de Energía el 13 de agosto de 2024, en entrevista con el periodista Andrés López.
El temor que gerena esta realidad entre los ciudadanos y los empresarios responde a las pérdidas económicas que enfrentará nuevamente el sector productivo de Ecuador, las cuales ascienden a USD 12 millones por hora, es decir, USD 72 millones diarios.
Eso se explica en que hay negocios que no pueden operar, facturar o deben incurrir en costos adicionales, como la adquisición de generadores a diésel.
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