Llenarse de tarjetas de crédito y no tener ahorros, entre los 10 errores financieros que pueden arruinar a una familia
Conozca 10 errores financieros comunes, como falta de ahorros y mal manejo de tarjetas de crédito, que pueden arruinar a una familia. PRIMICIAS preparó una guía para evitarlos.

Imagen referencial de una persona revisando una factura.
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Pixabay
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La falta de educación financiera o de buenos hábitos sobre el manejo del dinero, puede llevar a las personas a no tomar decisiones correctas sobre sus finanzas. Ese desorden financiero puede traducirse en llegar a fin de mes sin nada de dinero en la cuenta o vivir sobreendeudado.
PRIMICIAS conversó con dos expertas en finanzas personales sobre los errores más comunes que cometen las personas en el manejo de sus finanzas y cuáles son las recomendaciones al respecto:
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No llevar un registro de gastos
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Uno de los errores más comunes en el manejo de las finanzas personales es no llevar un registro detallado sobre los gastos que se realizan, bien sea diario o semanal. Berta Romero, experta en finanzas de la consultora Aval, explica que la consecuencia de no llevar ese registro es que la persona luego llega a fin de mes sin dinero, no logra ahorrar ni tampoco alcanza sus metas financieras.
Al no ser consciente de los hábitos de consumo, en especial, de aquellos que aparentan ser menores, es probable que el nivel de gastos mensual termine superando a los ingresos, y esa persona se vuelva dependiente de la tarjeta de crédito para los gastos cotidianos, añade Sonia Zurita, profesora de Finanzas en la Espael, Escuela de Negocios de la Espol.
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No tener un presupuesto o plan financiero
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Es probable que una persona que no registra sus gastos, tampoco tenga una planificación financiera, es decir, no lleve un presupuesto de ingresos y gastos.
Zurita aclara que en los gastos del presupuesto no solo deben registrarse los comunes como los servicios del hogar, alimentación o pensiones escolares, sino también los pagos comprometidos, como cuotas de créditos y pagos diferidos en las tarjetas de crédito. La experta financiera recomienda realizar un prepuesto anual, que se vaya revisando a final de cada mes, y ajustar de ser el caso. - 3
No tener un hábito de ahorro
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Ahorrar debe convertirse en un hábito, pero muchas veces se vuelve inalcanzable por no tener una planificación financiera, de hecho, el ahorro debería registrarse como un gasto dentro del presupuesto.
Romero recomienda ahorrar al menos un 10% de los ingresos al mes, pero de no ser posible, por el nivel de gastos fijos, ahorrar lo que se pueda, pero no dejar de hacerlo, pues solo así se volverá un hábito.
Algunos productos financieros ayudan a las personas a ahorrar, como las cuentas de ahorro programado, que no permiten hacer transacciones regulares, o las pólizas a plazo, donde además, los intereses son mejores que en las cuentas de ahorro. - 4
No contar con un fondo de emergencia
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Para las expertas en finanzas personales consultadas, la primera meta de ahorro debe ser contar con un fondo de emergencia, que sirve precisamente para cubrir imprevistos importantes que se salen del presupuesto, como una urgencia médica o familia, o para aquellos momentos en los que se pierde la fuente de ingreso, bien sea por pérdida del empleo o por cierre del negocio.
Sin embargo, es un error común que las personas no tengan un fondo de emergencia. Según las expertas, como mínimo debería ahorrarse para ese fondo lo equivalente a tres ingresos mensuales, aunque lo recomendable es lograr ahorrar para seis meses. - 5
No tener una meta de ahorro
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Al no tener una meta definida de ahorro, es probable que la persona termine destinando ese dinero a otros gastos. Por eso, luego de tener un fondo de emergencia, la persona debe plantearse objetivos específicos de ahorro, por ejemplo, para la entrada de un carro o casa.
"Siempre debe haber una meta financiera en mente, mejor si es medible y alcanzable", dice Berta Romera, experta en finanzas de la consultora Aval. Por ello, aconseja que una vez que se ha definido, se tomen acciones al respecto, como averiguar cuánto se necesita ahorrar para ello y ponerse un plazo.
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Tener muchas tarjetas de crédito
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Una vez que una persona consigue su primera tarjeta de crédito, es común que las entidades financieras le ofrezcan otras tarjetas, pero hay que tener cuidado en aceptar esas ofertas, pues al ser una herramienta flexible, puede volverse un arma de doble filo, y la persona podría terminar sobreendeudada, si no sabe manejar sus tarjetas de manera adecuada.
Romero recomienda no tener más de dos tarjetas de crédito, para evitar caer en el sobreendeudamiento. "Si se administran bien, sirven para cubrir ciertos gastos y tener una línea de crédito", dice la experta.
En ese sentido, explica que lo correcto es cancelar el total de los consumos cada mes, pues al pagar solo "el mínimo" o "sugerido", las deudas se van acumulando y los intereses van creciendo. "Si presupuesté cuánto gastaré con la tarjeta, a fin de mes, voy a tener para pagarla", señala Romero. - 7
No organizar el pago de deudas
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Relacionado con los hábitos de consumo y no ser consciente de los gastos, es usual que las personas no sepan cómo salir de sus deudas. La profesora de Finanzas de la Espae-Espol, Sonia Zurita, recomienda evaluar cuál es la deuda más pesada, bien sea por el monto, como por las tasas de interés, y tratar de bajar el nivel de endeudamiento, en especial, de las deudas más caras.
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No involucrar a la familiar en el plan financiero
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Al no involucrar a los niños y jóvenes en el plan financiero familiar, es posible que estos pidan dinero para gastos excesivos o que no tengan buenos hábitos de consumo y ahorro.
Para la experta financiera Sonia Zurita, es importante involucrarlos, para que entiendan cuál es la capacidad que tiene la familia para cubrir sus gastos.
"Esto no debe representar una fuente de estrés, sino, por el contrario que todos puedan contribuir a la economía familiar siendo conscientes de los límites de ingresos y teniendo hábitos de consumo más razonables", explica la profesora en Finanzas de la Espae. De hecho, esto puede incidir en que los niños y jóvenes sean más conscientes en el consumo de la energía eléctrica, si es un gasto alto en el hogar. - 9
No establecer metas de inversión a largo plazo
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No solo es importante ahorrar, también debe haber metas de inversión para el largo plazo, dice Zurita. Por ejemplo, para el momento de la jubilación, si la persona no quiere depender solo de la pensión del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), o peor aún, si no está afiliado al IESS.
Algunas opciones de inversión son comprar un departamento para arrendar, fondos de inversión, abrir un pequeño negocio que le permita incrementar ingresos.
Es probable que estas metas de inversión a largo plazo tomen tiempo en alcanzarse, pero es importante definirlas y organizar el presupuesto para poder llevarlas a cabo más adelante.
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No tener un seguro
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Es usual que las personas subestimen la contratación de un seguro, hasta el momento en que ocurre una emergencia y no tienen cómo cubrirla. Romero recalca que los riesgos siempre están presentes, por eso aconseja la contratación de un seguro de salud y otro de vida, en especial, si se tienen hijos. Se trata de otro gasto importante que debe estar contemplado en el presupuesto anual.
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