100 ganaderos industrializan un manjar de leche libre de deforestación desde Centinela del Cóndor en Ecuador
El manjar de leche producido por un centenar de pequeños ganaderos cuenta con prácticas que han reducido las emisiones de gas de efecto invernadero. Con ello, apuntan a llevarlo en el futuro a mercados europeos.

Un ganadero lleva sus vacas en la zona de Centinela del Cóndor.
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Cortesía.
Autor:
Santiago Ayala Sarmiento
Actualizada:
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Después del café y del cacao, el turno es del manjar de leche. Ecuador suma productos libres de deforestación, lo cual garantiza su ingreso a la Unión Europea (UE), requisito imprescindible desde enero de 2025.
Aunque se trata de un producto más gourmet y no de consumo masivo, el potencial para su exportación es enorme, gracias al esfuerzo realizado por 100 productores en Centinela del Cóndor, Zamora Chinchipe. Bajo el nombre "Manjar de lecha Ecolac", ya se comercializa en tiendas de Loja y Quito.
Llegar a este punto ha sido todo un proceso, que arrancó con el café, luego el cacao y ahora el manjar de leche, explica Inka Mattila, representante del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Ecuador , una de las instituciones que cooperó en este objetivo.
Muy pocos países en el mundo han originado este tipo de productos libres de deforestación y producción sostenible
Inka Mattila
"Ecuador fue el primero en el mundo en que lo logró en café, por ejemplo. Ha sido posible gracias a una alianza interinstitucional (PNUD, Ministerio de Ambiente, Ministerio de Agricultura y Universidad Técnica Particular de Loja), al acceso a mecanismos de financiamiento medioambiental y una estrategia que no apunta solo a la producción, sino, especialmente a la conservación y empoderamiento de las personas".
Juan Merino, coordinador de la Unidad de Financiamiento y REDD+, Programa Pago por Resultados, añade que los 100 productores (33% mujer) fueron capacitados en buenas prácticas sostenibles. La iniciativa contribuyó a la gestión sostenible de 4.148 hectáreas de tierra y redujo 17,6 kilotoneladas de emisiones de CO2, igual a almacenar 1,2 millones de toneladas de carbono en bosques naturales.
Como resultado, el manjar de leche producido tiene una huella de carbono de 7,4 kg de CO2 equivalente por litro de leche, lo que lo convierte en un referente de producción climáticamente inteligente.
El centenar de pequeños ganaderos concentra la leche en un centro de acopio en Centinela del Cóndor, que es de propiedad de la UTPL, pero que la manejan estos productores. Allí, despachan hacia la planta de Ecolac alrededor de 2.000 litros de leche cada dos días.

En la planta de la universidad se realiza el proceso industrial y se envía el producto final para su comercialización a Supermercados G, Rocafrut, Yerovi, en Loja, y a Pacari, DiVino Gourmet, OPA Bakery & Café y Supermarket Berrezueta, en Quito.
"El producto cuenta con un código QR, que contiene toda la información de las prácticas de cada productor. Hemos hecho análisis de costos, para garantizar que el precio sea justo y que pueda competir en el mercado. Hay que sensibilizar al consumidor de todo lo que hay detrás de la fabricación de un producto así", puntualiza Merino.

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