Embalse Mazar pierde un metro de agua al día y está a solo 17 metros de tocar su nivel crítico, en plena crisis eléctrica
En septiembre del nivel de agua en el gigantesco embalse Mazar, en Azuay, debería estar en 2.153 metros sobre el nivel del mar, pero ha caído a 2.131, lo que aumenta el riesgo de cortes de luz.
El agua del gigantesco embalse Mazar, en Azuay, está cayendo desde agosto de 2024.
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La crisis eléctrica en Ecuador se agrava y el sistema está cada vez más vulnerable, lo que podría llevar al país a nuevos racionamientos de luz en lo que queda de 2024.
Al país le hacen falta 1.080 megavatios de potencia para abastecer la demanda del país que es de entre 4.000 y 4.500 megavatios de potencia, según el Operador Nacional de Electricidad Cenace.
Por eso, la contratación de la barcaza turca de generación eléctrica de la empresa Karpowership, que le costó al país USD 114 millones, ayuda, pero no es suficiente para enfrentar el escenario crítico que vive el país.
"No cambia en mucho el escenario actual", dice Diego Morales, presidente del Colegio de Ingenieros Eléctricos de Azuay.
Y es que que la barcaza aportaría con solo 100 megavatios de potencia o el 10% de lo que se necesita para cubrir el déficit de 1.080 megavatios (sin contar con Colombia), y eso dependerá de que entre en operación el 13 de septiembre de 2024, como lo ha anunciado el Gobierno de Daniel Noboa.
Caída de agua en Mazar, alerta de posibles cortes de luz
Uno de los indicadores que muestra la gravedad de la situación energética del país es el nivel de agua (cota) en el gigantesco embalse de la central hidroeléctrica Mazar, ubicada entre las provincias de Azuay y Cañar, en el sur del país.
En lo que va de septiembre de 2024, el agua en el embalse se ha ido consumiendo a un ritmo de casi un metro sobre el nivel del mar por día, explica Morales.
El 1 de septiembre, la cota de Mazar estaba en 2.138,8 metros sobre el nivel del mar (msnm) y para el 8 de septiembre había caído a 2.131 msnm.
Si la caída de agua sigue a ese ritmo, el embalse de Mazar estaría a 17 días aproximadamente de llegar al nivel mínimo para que la central del mismo nombre siga operando, que es de 2.115 msnm, añade Morales.
El pasado 24 de octubre de 2023, el nivel de agua del embalse de Mazar cayó a 2.120 msnm y con eso, dos días después, el gobierno de Guillermo Lasso anunció el inicio de los racionamientos de luz, que se extendieron hasta los primeros días de diciembre. Para ese entonces, Ecuador no había vivido cortes de luz programados desde 2009.
Morales explica que si el embalse llega a 2.115 msnm o menos, entraría gran cantidad de sedimentos a las instalaciones y esto ocasionaría daños en las turbinas del sistema.
Y es que el ingreso de agua en la hidroeléctrica Mazar también está a la baja en este escenario de sequía. El 8 de septiembre de 2024, el ingreso de agua fue de 15,4 metros cúbicos por segundo, el nivel histórico más bajo registrado, dice Ricardo Buitrón, consultor especialista en el sector eléctrico.
"Para el período de 1983 a 2011, el caudal mínimo medio diario fue de 21,70 metros cúbicos por segundo", agrega Buitrón.
Pero el riesgo no está solo en la hidroeléctrica Mazar, que tiene este gigantesco reservorio.
El embalse de Mazar está diseñado para abastecer a un complejo de tres centrales hidroeléctricas del sur del país, que están ubicadas en forma de cascada: primero está Mazar, más abajo está Paute-Molino (que tiene un embalse propio, pero más pequeño); y al final, está Sopladora.
Juntas, las tres hidroeléctricas tienen una potencia de 1.756 megavatios, esto es casi el 38% de la demanda nacional.
De ahí que la caída del agua del embalse de Mazar pone en riesgo la generación del mayor complejo hidroeléctrico del país, con lo que aumenta el riesgo de que el Gobierno tenga que decretar nuevos cortes de luz programados, dice Morales.
¿Cuál es el nivel óptimo del embalse de Mazar?
A las puertas de que comience el período de más fuerte estiaje (sequía) y de mayor demanda de energía en Ecuador, que es entre octubre y diciembre, el agua en Mazar debería estar en la cota máxima; esto es en 2.153 metros sobre el nivel del mar (msnm) o 390 millones de metros cúbicos de agua, dice Buitrón.
Pero eso no ha ocurrido, más bien, el agua del reservorio se ha estado consumiendo con rapidez, pues no ha llovido durante 59 días en el sur del país, en donde están estas centrales.
Las tres centrales usan el agua del gran reservorio de Mazar cuando las lluvias escasean, que por lo regular es desde finales de septiembre y sobre todo desde octubre, dice Buitrón.
Pero en 2024, los primeros indicios de estiaje comenzaron en los últimos días de julio y, desde entonces, se ha estado consumiendo el reservorio.
"Se han consumido 150 millones de metros cúbicos, casi el 62% del agua del reservorio, quedan apenas 90 millones de metros cúbicos en el embalse", advierte Buitrón.
En el caso de la central Mazar, si el agua sigue bajando a niveles mínimos, lo más probable es que sea la primera en dejar de operar, para evitar daños en las instalaciones.
Paute-Molino tiene un pequeño embalse, pero Sopladora sí necesita las aguas turbinadas que llegan de Paute-Molino.
Aumentan los riesgos de nuevos cortes de luz programados
Morales explica que la situación se ha agravado porque las importaciones de energía desde Colombia han bajado desde el pasado 16 de agosto de 2024, cuando el Gobierno de ese país implementó medidas restrictivas por el estiaje que también golpea sus centrales.
Por ejemplo, el 15 de agosto, Ecuador importó 449 megavatios de potencia de Colombia, pero ha ido cayendo y el 8 de septiembre la importación fue de 382 megavatios.
De ahí que los especialistas dicen que es urgente que el gobierno acelere la contratación de más energía de emergencia, que invierta en la recuperación de las termoeléctricas. Además, sugieren que Ecuador negocie con Colombia, para que este país garantice la exportación del máximo de capacidad.
Desde que comenzó la crisis eléctrica en Ecuador, en octubre de 2023, la cota de Mazar ya ha llegado a niveles críticos, lo que ha obligado a los gobiernos de Guillermo Lasso y Daniel Noboa a decretar cortes de luz programados de dos y hasta de ocho horas en ciertos sectores del país.
El nivel más bajo se reportó el 12 de abril de 2024, cuando la cota de Mazar cayó a 2.114 msnm y aunque la entonces ministra de Energía, Andrea Arrobo, descartó cortes de energía programados, para el 16 de abril de 2024, el presidente Noboa tuvo que anunciar un nuevo período de racionamientos de luz que se extendió hasta los primeros días de mayo.
Durante el Gobierno de Noboa, además, ocurrieron dos apagones nacionales, uno el 19 de junio y otro el 7 de septiembre de 2024.
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