Cómo le golpea a Ecuador la caída del precio del petróleo en medio de la guerra comercial de Trump
La arremetida arancelaria de Estados Unidos a sus socios comerciales amenaza con enfriar la demanda de petróleo, lo que ha hundido su precio en abril de 2025.

Imagen referencial de instalaciones del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano SOTE, archivo.
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Petroecuador.
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La caída de los precios del petróleo en el mercado internacional, en medio de la guerra arancelaria emprendida por Estados Unidos, amenaza los ingresos del Estado ecuatoriano en este 2025.
El petróleo WTI, que sirve como referencia para la venta del crudo ecuatoriano, tuvo un precio promedio de USD 63 por barril entre el 1 y el 15 de abril de 2025.
Eso significa una caída de USD 5 por barril respecto a marzo, es decir, antes de que el presidente estadounidense Donald Trump desatara una tormenta comercial con los aranceles recíprocos para sus socios comerciales en todo el mundo.
Un escenario de precios bajos ha golpeado más a Ecuador, debido a que su petróleo se vende con un descuento o castigo respecto del precio WTI, porque tiene una menor calidad.
Por ejemplo, según Petroecuador, el precio teórico (proyección) del petróleo ecuatoriano en marzo de 2025 fue de USD 61,3 y el 14 de abril fue USD 54,4 por barril.
Es decir, el petróleo ecuatoriano ya se vende a un precio menor que el que necesita para financiar el Presupuesto General del Estado en 2025, que es de 63,7 por barril.
Con ese precio estimado y una producción fiscalizada de 171,9 millones de barriles, para 2025 el Gobierno de Noboa preveía recibir alrededor de USD 1.757 millones de ingresos petroleros; es decir, unos USD 146 millones al mes en promedio.
Pero hasta marzo de 2025 solo ha percibido USD 75 millones en promedio al mes, lo que ya refleja un escenario petrolero complejo.
¿Por qué está cayendo el precio?
Tras el anuncio de aranceles recíprocos por parte de Estados Unidos, el pasado 2 de abril de 2025, hay temores de que la economía global crecerá menos, por lo que caerá la demanda de petróleo, dice Ángel Maridueña, profesor de economía de la Universidad Estatal de Milagro.
Lo que ha provocado que el precio de esta materia prima se hunda desde entonces, sin perspectiva clara de qué pasará en el futuro cercano, añade.
Incluso, el 8 de abril el precio del petróleo WTI tocó su nivel más bajo del año: USD 59,5 por barril, aunque luego del anuncio de Trump de prorrogar 90 días la aplicación de aranceles extraordinarios a sus principales socios comerciales, con excepción de China, el precio subió ligeramente.
"Con esta subida de aranceles, Trump está buscando que la producción local aumente y reindustrializar el país para contener las importaciones y que los estadounidenses consuman más local", añade Maridueña.
De hecho, en un informe del 14 de abril, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ya revisó a la baja su pronóstico sobre la demanda petrolera global en 2025 y 2026.
La OPEP estima que el mundo demandará en promedio 105,20 y de 106,63 millones de barriles diarios de petróleo (mbdp) en 2025 y 2026 respectivamente.
Estas cifras son inferiores en 150.000 y 300.000 barriles diarios, respectivamente a las calculadas hace un mes.
Los efectos para Ecuador
Según el banco de inversión británico Barclays, si los precios del petróleo siguen en el rango de los USD 60 por barril o menos, hay riesgo de que los ingresos petroleros de Ecuador se reduzcan en al menos unos USD 1.000 millones en 2025.
Maridueña coincide y explica que la volatilidad de los precios en medio de esta guerra comercial no es lo único que empuja a la baja los ingresos esperados en el Presupuesto ecuatoriano.
Un problema adicional es que no hay perspectivas de una mejora en la producción, más bien se espera una caída frente a 2024, que ya fue un mal año por la crisis eléctrica.
Por ejemplo, la producción promedio diaria de petróleo en Ecuador fue de 469.488 barriles durante febrero de 2025, esto es 3,3% menos que en igual mes de 2024, según las últimas cifras disponibles en el Banco Central de Ecuador (BCE).
¿Por qué la producción está alicaída? Un factor es que la empresa estatal Petroecuador, que es la responsable del 80% de la producción nacional no logra aumentar su producción, por falta de inversión, fallas eléctricas y por roturas de los oleoductos.
A esto se suma que desde 2024 comenzó el cierre progresivo de los pozos petroleros del Bloque 43-ITT, para cumplir el mandato de una mayoría de ecuatorianos que decidió dejar ese crudo bajo tierra en una consulta popular de agosto de 2023.
Incluso, es de esperar una cifra menor de producción en marzo de 2025, debido a la rotura del oleoducto estatal Sote, en el se derramaron 25.116 barriles de petróleo.
Pese a que los ingresos petroleros han perdido protagonismo en el Presupuesto del Estado en los últimos años, por la caída de la producción y la volatilidad de los precios, estos recursos siguen siendo una fuente importante para sostener el abultado gasto estatal, dice Maridueña.
Y es que a medida que Ecuador recibe menos dinero del petróleo, los ecuatorianos han tenido que soportar una mayor carga de impuestos.
Por ejemplo, los ingresos tributarios en el Presupuesto sumaron USD 4.196 millones en el primer trimestre de 2025, lo que equivalió al 73% del total de recursos que recibió el Fisco, en cambio, los ingresos petroleros representaron solo el 4%.
Además, el dinero que genera el sector petrolero financia la importación de combustibles que demanda el país.
De ahí que en los mercados internacionales hay incertidumbre sobre qué medidas tomará el Gobierno de Daniel Noboa para cubrir esa caída de ingresos y cumplir con sus compromisos de pago de deuda externa, dice Alejandro Arreaza, economista investigador para la región Andina del banco de inversión Barclays.
Arreaza cree que es urgente que el Gobierno tome medidas para ajustar el gasto, por ejemplo, menciona que una alternativa podría ser reducir lo destinado a subsidiar el diésel.
Otra alternativa que podría ayudar al Gobierno a cubrir la brecha, dice Arreaza, es que se concrete un crédito adicional del Fondo Monetario Internacional (FMI), por alrededor de USD 1.300 millones, a través del programa Servicio de Resiliencia y Sostenibilidad (SRS o RSF por sus siglas en inglés), solicitado a finales de 2024.
De ahí que mientras no se conozca cuál será la estrategia del Gobierno, en los mercados internacionales sigue habiendo preocupación sobre las finanzas de Ecuador.
Riesgo país refleja baja del precio del petróleo
Por eso, tras las elecciones de segunda vuelta del 13 de abril de 2025, el indicador de riesgo país no volvió al nivel de 901 puntos que tenía antes de las elecciones de primera vuelta, cuando los mercados internacionales confiaban en que Noboa ganara la reelección.
Los mercados esperaban que Noboa sea reelegido porque la candidata del movimiento de izquierda Revolución Ciudadana, Luisa González, causaba temores sobre un posible escenario de no pago de la deuda, conocido como "default".
Pese a la victoria de Noboa, el 14 de abril el riesgo país de Ecuador se ubicó en 1.282 puntos; esto es una caída de 562 puntos frente a la jornada previa, del 11 de abril.
Con este nivel de riesgo país alto, Ecuador sigue teniendo lejos la posibilidad de conseguir liquidez del mercado internacional a través de la emisión de bonos de deuda externa.
Por ejemplo, con el actual nivel de riesgo país, Ecuador tendría que pagar una tasa de interés de 17% anual si consigue deuda en bonos. En contraste, la tasa de interés promedio de la deuda con los multilaterales fue de 4,76% anual en enero de 2025.
¿Y el diésel y las gasolinas?
Por otro lado, Maridueña explica que en el escenario de caída de precios, una de las ventajas para el Fisco será que el gasto en subsidio a los combustibles será menor.
El Estado subsidia parcialmente las gasolinas Extra y Ecopaís, pues desde junio de 2024 se implementó un sistema de bandas de precios que varían según lo que ocurra en el mercado internacional, pero con topes máximos.
Cuando el precio sube por encima del tope de la banda, el Estado subsidia el precio excedente.
Pero el Estado también subsidia el diésel, que es el gasto más fuerte. Por ejemplo, en 2024 el Gobierno preveía gastar USD 1.506 millones en subsidiar el diésel. En 2024 el precio promedio del petróleo fue de USD 75,8 por barril.
En cambio, la caída de los precios del petróleo significan una buena noticia para el consumidor, que pagará menos por gasolinas de bajo y alto octanaje.
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