Ecuador espera USD 500 millones del FMI en diciembre de 2024; ¿podrá cumplir las metas para recibir el dinero?
El acuerdo de crédito con el FMI, vigente desde mayo de 2024, contempla una revisión de metas entre octubre y noviembre, de las que depende un segundo desembolso de USD 500 millones.
Imagen referencial del ministro de Finanzas, Juan Carlos Vega, en su despacho en Quito, 2 de octubre de 2024.
- Foto
Cuenta X Ministerio de Finanzas.
Autor:
Actualizada:
Compartir:
El Gobierno de Daniel Noboa espera que entre noviembre y diciembre de 2024 se concrete un nuevo desembolso del Fondo Monetario Internacional (FMI) como parte del programa de crédito aprobado en mayo de 2024 por USD 4.000 millones.
Ya en mayo, el multilateral desembolsó los primeros USD 1.000 millones a la administración de Noboa.
Por lo que está previsto que para los últimos meses de 2024 se concrete el segundo desembolso por USD 500 millones adicionales
El FMI confirmó a PRIMICIAS que está previsto que "antes de que termine 2024", un equipo técnico del multilateral realice la primera revisión de metas de este programa de crédito.
Y, según el Ministerio de Finanzas, la misión técnica del FMI estaría en Ecuador entre octubre y noviembre de 2024, pero no confirmó las fechas precisas.
Estas son las tareas que revisará el FMI en su visita
En los acuerdos de crédito tipo SAF, como el que tiene vigente Ecuador, se suelen establecer metas cuantitativas o numéricas, y otras cualitativas y estructurales que debe cumplir el Gobierno para los desembolsos.
Las metas cuantitativas e indicativas tienen que ver, por ejemplo, con cifras como:
- El déficit en el Presupuesto del Gobierno Central (que se crea cuando los gastos superan a los ingresos).
- Los atrasos en los pagos a proveedores y gobiernos locales.
- Monto de reservas internacionales en el Banco Central (BCE).
- O incluso una cantidad determinada de beneficiarios de bonos sociales.
En cambio, las metas de tipo cualitativas y estructurales contemplan medidas que debe tomar el gobierno como implementación de planes, acuerdos o incluso propuestas de leyes. En esta revisión, por ejemplo, el Gobierno debe haber cumplido objetivos como:
- Publicar una estrategia de gestión de la deuda de mediano plazo.
- Establecer un Comité de Estabilidad Financiera en línea con las mejores prácticas internacionales, integrado por entidades como el BCE, las Juntas de Política y Regulación Monetaria y la Financiera, así como las Superintendencias de Bancos y de Economía Popular y Solidaria.
- Compartir con el Fondo un plan para completar el registro social para cubrir a las familias en los tres deciles más bajos de la distribución del ingreso en todo el país.
- Establecer un acuerdo de pago entre el Ministerio de Finanzas y el IESS sobre la transferencia de obligaciones de salud (incluyendo tanto a proveedores internos como externos). El acuerdo actualizado debe incluir una decisión sobre las auditorías de salud de 2022.
¿Podrá el Gobierno cumplir las metas?
Fausto Ortiz, exministro de Finanzas, explica que la realidad del país ha cambiado desde mayo de 2024, cuando Ecuador concretó el programa de crédito con el FMI.
Lo anterior se debe a la grave crisis eléctrica que ha llevado al país a vivir largos cortes de luz desde el pasado 23 de septiembre de 2024.
En este escenario, además, el Gobierno de Noboa ha tenido que hacer contrataciones de emergencia para generación eléctrica y a usar a tope su parque termoeléctrico que funciona con combustibles, lo que demandará más gastos.
De ahí que es posible que sea más complicado para el Gobierno cumplir las metas fiscales, porque con más gastos, el déficit en el Presupuesto no se achicará, añade Ortiz.
Y es muy probable que, por los apagones, haya una caída de las ventas en este último trimestre del año, que afectarán más a los negocios más pequeños, dice Hanns Soledispa, director de la firma de investigaciones Exponential Research.
Además, la sequía ya amenaza con un incremento de precios de algunos alimentos.
Y, un menor dinamismo en el consumo y las ventas repercutirán en menos ingresos tributarios para el Gobierno, dice Soledispa.
Los gastos también subirán porque el Gobierno de Noboa ha ofrecido incentivos al sector privado para que encienda sus generadores eléctricos y aporte a la red nacional eléctrica y, con eso, será más complicado reducir el déficit, añade Soledispa.
Ortiz considera que en esta visita técnica del FMI el Gobierno debería negociar para que se aplacen las metas cuantitativas de reducción de déficit presupuestario o de reducción de atrasos.
"Los criterios estructurales son más factibles de cumplir", añade.
Por ejemplo, el compromiso de establecer un Comité de Estabilidad Financiera ya se cumplió en agosto de 2024.
"El acuerdo entre Finanzas y el IESS no debería ser difícil de cumplir, porque es un documento con acuerdos, no significa que ya tiene que ponerse al día en el pago", explica el exministro.
El camino cuesta arriba en 2025
Soledispa considera que es bastante probable que el Gobierno logre pasar la prueba con el FMI en esta primera revisión de metas, con lo que recibiría los USD 500 millones al final de 2024.
"Las tareas más difíciles políticamente ya las tomó, como aumentar el IVA y bajar el gasto en subsidio a las gasolinas, por eso el mayor desembolso ya se concretó en mayo", agrega Soledispa.
Ortiz añade, además, que en el último trimestre de 2024 Ecuador debe pagar amortización (cuota) de la deuda previamente contratada con el FMI, por lo que es más probable que el multilateral ayude a pasar la revisión y conseguir el dinero.
Pero todavía quedan USD 2.500 millones por desembolsar, que dependen de ocho revisiones más que se realizarían hasta 2028.
Dos de ellas (una en marzo y otra en julio de 2025) se cruzan con el cambio de Gobierno. En febrero de 2025 están previstas las elecciones presidenciales, que podrían llevar a una segunda vuelta en abril de 2025. Recién entonces habrá certeza sobre quién será el nuevo Presidente de Ecuador.
De esas dos revisiones depende un nuevo desembolso del FMI de alrededor de USD 1.000 millones.
En medio de un cambio de Gobierno, podría ocurrir que el multilateral retrase las revisiones y, por lo tanto, también se retrasarían los desembolsos, hasta que se conozca quién será el nuevo Presidente.
El nuevo presidente electo de Ecuador podría buscar renegociar condiciones o, si no está de acuerdo con las políticas del multilateral, podría cesar el programa.
Compartir: