Con Donald Trump en la presidencia de Estados Unidos, ¿Qué podría esperar Ecuador para su economía?

Las políticas de Trump para reducir el número de migrantes sin papeles en Estados Unidos serán prioridad en este segundo mandato. En su primer mandato (2017-2021), Trump comenzó a construir el polémico muro en la frontera con México para impedir la llegada de nuevos migrantes, aunque la administración de Joe Biden detuvo las obras.

Pero durante la campaña que lo llevó a ganar las elecciones, Trump prometió concentrarse en deportaciones de migrantes que ya están en Estados Unidos. Aseguró que llevaría a cabo "la mayor deportación de la historia".

Horas antes de ser posesionado en el cargo este 20 de enero de 2025, Trump  ya había anunciado que las redadas para deportar migrantes sin papeles comenzarán "de inmediato" .

Si se concretan esas duras medidas para deportar migrantes que ya están en ese país, hay más probabilidades de que el monto de remesas que reciba Ecuador se reduzcan durante el mandato de Trump, dice el economista Andrés Albuja, CEO de la firma Asesores Analítica Avanzada (AAA ALFA).

Y es que Estados Unidos es el principal origen de las remesas que llegan a Ecuador. Según el Banco Central de Ecuador (BCE), alrededor del 70% del dinero que el país recibe por este concepto viene de Estados Unidos. 

Solo entre enero y septiembre de 2024, los migrantes ecuatorianos enviaron desde Estados Unidos USD 3.464 millones a sus familias; esto es USD 658 millones más que en igual período de 2023.

Aunque Estados Unidos es uno de los principales socios comerciales de Ecuador, un eventual tratado de libre comercio no estaría entre las prioridades de la administración de Trump, dice el exministro de comercio exterior, Daniel Legarda.

Legarda explica que en lo que respecta a comercio exterior, lo más probable es que Trump tenga su atención en China y en otros socios comerciales más cercanos y estratégicos para Estados Unidos, como México y Canadá. Con esto dos últimos está vigente desde 2020 el acuerdo comercial T-MEC.

"Los países pequeños no creo que estén ahora en el radar en cuando a acuerdos comerciales, y en general no creo que haya una agenda de nuevos acuerdos comerciales", dice Legarda.

Y añade que más bien es probable que en este segundo mandato Trump busque renegociar condiciones de acuerdos ya vigentes, como el T-MEC.

Lo anterior, debido a que Trump, al igual que en su campaña anterior, amenazó con imponer aranceles a los bienes de México y Canadá.

No obstante, eso no significa que Ecuador no tendrá oportunidades para mejorar las condiciones de acceso de sus productos a Estados Unidos.

Para el presidente ejecutivo de la Federación Ecuatoriana de Exportadores Fedexpor, Felipe Ribadeneira, las autoridades ecuatorianas tienen la oportunidad de seguir sumando apoyo de representantes del Legislativo de Estados Unidos para la aprobación de la propuesta de Ley de Innovación y Desarrollo en Ecuador (IDEA Act).

El proyecto legal propone que Ecuador sea elegible para tener beneficios arancelarios de la Ley de Recuperación Económica de la Cuenca del Caribe, vigente desde 1983. 

De aprobarse, la ley cubriría alrededor de 850 partidas arancelarias y permitiría que cerca del 99% de las exportaciones no petroleras de Ecuador entren a Estados Unidos sin aranceles.

Entre los productos que se verían beneficiados con preferencias arancelarias estarían: brócoli, flores, atún, frutas y vegetales, incluyendo sus conservas y preparaciones, láminas de madera, baldosas, cerámicas y neumáticos.

Hoy estos productos tienen hasta un 35% de arancel.

Ribadeneira cree que hay altas probabilidades de que estas negociaciones tomen impulso por la buena relación con la que comienza la administración de Trump y la de Noboa. "Durante la administración de Biden no se le dio prioridad al tema para Ecuador, en cambio, el Partido Republicano se mostró más abierto y con más intención de apoyar esta iniciativa", dice Ribadeneira.

Legarda también explica que otra oportunidad es que las autoridades ecuatorianas podrían volver a impulsar la renovación del SGP (Sistema Generalizado de Preferencias, de Estados Unidos) que está suspendido desde 2021.

En su discurso inaugural como presidente de Estados Unidos, Trump insistió en que impondrá aranceles a "países extranjeros" para "enriquecer" a los ciudadanos estadounidenses.

Aunque el republicano no dio detalles concretos sobre los aranceles que finalmente planea imponer.

En campaña, Trump había prometido imponer aranceles del 60% a las importaciones chinas, un 25% a las procedentes de Canadá y México y entre un 10% y un 20% a productos del resto del mundo, incluida la Unión Europea.

Sin embargo, esas medidas podrían ocasionar que la inflación en Estados Unidos crezca y se encarezca la vida de los estadounidenses, dice Legarda.

Para Legarda, todavía hay incertidumbre en torno a qué tanto de sus promesas de campaña se concretarán en el plano arancelario.

"Hay expectativas de que los criterios que Donald Trump emitió en campaña sobre imponer aranceles finalmente sean una estrategia de presión para renegociar, por ejemplo, el acuerdo con Canadá y México", añade.

Las medidas proteccionistas también tendrán efectos en la moneda de Estados Unidos. 

Trump ya ha hablado de su intención de "debilitar al dólar" para no encarecer la producción estadounidense y hacerla más competitiva. Pero todavía no hay certezas de cómo lo logrará. 

Y es que en un escenario de mayor proteccionismo crece la probabilidad de que el dólar más bien se fortalezca frente a otras monedas y la producción de Estados Unidos se vuelva más cara. 

Por un lado, con más aranceles al comercio exterior, Estados Unidos importaría menos, con lo que saldrían menos dólares del país y aumentaría su reserva en esta moneda. Así, el dólar se haría más fuerte.

En cambio, los países a los que se les impondría aranceles, exportarían menos a Estados Unidos, con lo que entrarían menos dólares a sus economías y sus monedas se devaluarían.

Para Ecuador, que está dolarizado hace 25 años, un dólar más fuerte implicaría que los productos que se exportan se vuelvan más caros que los de sus competidores que tienen monedas propias.

Lo que ocurrirá con las tasas de interés todavía es incierto. En un posible escenario de mayor inflación en Estados Unidos, es probable que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), que es como el banco central de ese país, tenga que incrementar los tipos de interés, con lo que las tasas de interés de los préstamos en ese país se incrementarían.

Y en este contexto, las entidades financieras de otros países que toman crédito en Estados Unidos, entre ellas, bancos ecuatorianos, también tendrían que pagar tasas de interés más altas para conseguir dinero y así colocarlo en préstamos a nivel local.

Ese encarecimiento del crédito en Estados Unidos ya ocurrió en Ecuador en 2023 y en el primer semestre de 2024. En ese período, los bancos ecuatorianos implementaron la estrategia de incrementar las tasas de interés que pagaban a los ahorristas en Ecuador, para captar más liquidez a nivel local, ya que obtener financiamiento en el exterior se volvió más caro.

Pero por el contrario, si Trump no concreta sus amenazas arancelarias y la inflación permanece baja, está abierta la posibilidad de que la Fed mantenga o incluso reduzca los tipos de interés.

Las perspectivas de una mayor cooperación de Estados Unidos para enfrentar la inseguridad y violencia que sufre Ecuador, problemas atados al crecimiento del narcotráfico en el país, generan expectativas positivas, dice Albuja.

Eso debido a que el senador republicano de ascendencia cubana, Marco Rubio fue elegido por Trump como Secretario de Estado de Estados Unidos.

Y Rubio no solo que ha visitado Ecuador y se ha reunido con representantes ecuatorianos del sector público y privado en Estados Unidos, también se ha mostrado preocupado por la escalada de la violencia y el crimen organizado.

En enero de 2024, pocos días después de la toma por parte de delincuentes armados al canal TC Televisión en Guayaquil, Rubio escribió un artículo, preocupado por el hecho.

"¿Cuál debería ser el rol de EE.UU. ante la crisis que afronta Ecuador? Primero, debemos apoyar al presidente Noboa y a su administración. Si sus esfuerzos por restablecer la seguridad fracasan, la historia tristemente nos dirá que importantes zonas de Ecuador caerán bajo el control de los narcotraficantes", dijo Rubio.

Hace pocos días volvió a mostrar su atención por la crisis de seguridad en Ecuador.

El 15 de enero, días antes de la posesión de Trump, Rubio dijo: "Ecuador está enfrentando amenazas a la seguridad que son reales que son únicas en la historia de Ecuador...hay muchas cosas que podemos hacer, no estamos hablando de mucho dinero, ni si quiera estamos hablando de dinero en muchos casos, solo equipo para ayudarlos al menos restaurar algo de sensación de estabilidad".

Albuja cree que si Noboa sigue en el cargo tras las elecciones de febrero de 2025, Ecuador puede ser un aliado estratégico para Estados Unidos en la región, tomando en cuenta que otros países como Colombia y Venezuela tienen tendencias políticas más alejadas a las de Trump.

Y esa cercanía en el tema clave de seguridad, también ayudaría a Ecuador en los diálogos por preferencias arancelarias y en el área económica, añade Albuja.

Los organismos multilaterales son los mayores financistas de Ecuador, entre ellas el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Hasta octubre de 2024, USD 27.051 millones, o el 55,4% de la deuda externa de Ecuador correspondía a préstamos de multilaterales. Y en 2025, el país seguirá necesitando al menos USD 3.400 millones de estas entidades.

Los multilaterales son entidades en las que Estados Unidos tiene un importante capital social y peso a la hora de la toma de decisiones en los directorios, dice Albuja.

De ahí que es clave que el Gobierno de Ecuador mantenga esa cercana relación que se evidencia hasta ahora, agrega Albuja.

Lo anterior, para que las puertas se mantengan abiertas en caso de que el país requiera más cupo de préstamos de los organismos multilaterales, por eventualidades que ocurran, o para renegociaciones de programas vigentes.