Esto es lo que se sabe de un eventual nuevo canje de deuda en bonos para la conservación de la Amazonía
Si Ecuador concreta este nuevo canje de deuda, sería la segunda operación de canje de deuda por conservación. Los inversionistas han escuchado desde abril de 2024 sobre la intención de un nuevo canje.
El ministro de Finanzas, Juan Carlos Vega, en reunión con otros miembros del gabinete del presidente Daniel Noboa, 3 de septiembre de 2024.
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Un nuevo canje de deuda por conservación de áreas naturales en Ecuador mantiene en expectativa a los inversionistas en los mercados internacionales.
El portal especializado Bloomberg informó el pasado 6 de septiembre de 2024 que "personas familiarizadas" con el proceso confirmaron que el banco de inversión estadounidense Goldman Sachs y Bank of América (BofA) "están sentando las bases" para este canje.
Este mecanismo consiste en que un gobierno busca reducir en algo su deuda externa en bonos, canjeándola por una deuda más barata. Y, de esa manera, generar ahorros que se destinan a fondos que financien proyectos de conservación de la naturaleza.
En esencia, lo que hace el Gobierno es emitir un nuevo bono o conseguir un nuevo préstamo, con una tasa de interés más baja y plazos más largos, porque contaría con una garantía o un seguro de alguna entidad como un multilateral.
Y, con ese dinero, el Gobierno recompraría sus propios bonos que ya habían sido emitidos en el pasado y que se tranzan en el mercado secundario entre inversionistas, pero a precios más bajos.
Esto ya ocurrió en mayo de 2023, con el canje de deuda por conservación de las islas Galápagos.
El Gobierno de Guillermo Lasso consiguió USD 656 millones y, con eso, dado que los papeles estaban en descuento, logró recomprar y retirar del mercado bonos por USD 1.630 millones.
El ahorro fue posible porque los bonos recomprados tenían un valor de alrededor de USD 0,40 por cada dólar.
En palabras sencillas, como resultado de ese canje de mayo de 2023, Ecuador ya no tiene que pagar los USD 1.630 millones de la deuda representada en estos bonos. En lugar de eso, el país pagará USD 656 millones.
Si Ecuador vuelve a hacer este tipo de operaciones de manejo de pasivos, esto podría ser bien recibido entre los inversionistas, dice Alejandro Arreaza, economista del banco de inversión británico Barclays.
De toda la deuda externa de Ecuador que a junio de 2024 sumaba USD 46.875 millones, los bonos representan el 34%, esto es USD 15.981 millones. Ecuador tiene bonos que vencen en tres momentos: 2030, 2035 y 2040.
Sin embargo, a partir de 2026, Ecuador debe comenzar a pagar cuotas del capital o cupones de algunos de esos bonos, por lo que los inversionistas están atentos a que Ecuador honre esos compromisos.
¿Cómo será el nuevo canje de deuda?
Aunque el Gobierno de Daniel Noboa y las dos entidades financieras aún no han informado sobre el proceso, los inversionistas ya conocían, desde hace meses, que el Gobierno de Noboa estaba interesado volver a realizar un canje de deuda, dice Arreaza.
De hecho, luego del primer canje de deuda de mayo de 2023, en el mercado internacional se supo que había posibilidad de que el país realice otro canje de este tipo, pero para la protección de la Amazonía.
En el perfil de proyecto Programa para el Desarrollo Sostenible de Ecuador, del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) —que fue parte de las entidades que participaron este canje de 2023 aportando con una garantía— se lee que el multilateral estaba abierto a participar en un segundo canje:
"Esta operación plantea una estructura innovadora del uso del instrumento de garantías del BID ... se desarrolla bajo una serie programática destinada a apoyar la estructura de gobernanza para gestionar los recursos necesarios para proteger dos de los mayores activos naturales del planeta como son las islas Galápagos en la primera operación y la Amazonía en la segunda operación esperada del programa", dice el documento.
Así, el hecho de que en la primera semana de septiembre de 2024 ya se haya dado a conocer qué instituciones financieras están trabajando en la operación es una señal de que el proceso está más cercano a concretarse, dice Arreaza. "Se esperaría que esto se concrete antes de finalizar este año", añade.
¿Cuánto se podría canjear?
Santiago Mosquera, decano de la Escuela de Negocios de la Universidad de las Américas (UDLA), explica que, por la magnitud de los recursos que se negocian en el mercado de bonos atados a conservación de la naturaleza, este tipo de operaciones solo son viables cuando son de más de USD 500 millones, "sino generaría muy poco interés del mercado".
"Idealmente el nuevo bono debería tener al menos USD 1.000 millones para que sea más atractivo", agrega.
Por lo cercano de los vencimientos de los bonos de 2030, que deben comenzar a pagarse desde 2026, lo ideal sería que se recompren esos papeles. Sin embargo, lo que esperarían los inversionistas es que Ecuador recompre un mix de bonos de 2030, 2035 y 2040, agrega Mosquera, tal como ocurrió en 2023.
Sin embargo, el monto de la operación dependerá de las garantías, dice Mosquera.
Y es que, sin garantías, si Ecuador emitiera hoy un bono tendría que pagar una tasa de interés anual de más de 15%.
Por ejemplo, en el caso del canje de 2023, la operación tuvo una garantía de USD 85 millones del BID y un seguro de riesgo político emitido por la International Development Finance Corporation (DFC), de Estados Unidos. De ahí que la tasa de interés fue de 6,9% anual.
El riesgo país será clave
Este tipo de operación es más beneficiosa cuando el riesgo país de quien quiere hacer el canje es alto, porque los bonos que se recomprarían bajan más de precio, explica Freddy García, Chief Economist de Andersen Ecuador.
De ahí que si el riesgo país sube, sería una buena oportunidad para que Ecuador concrete la operación.
Y es que el aumento del riesgo país refleja que los tenedores de los bonos ecuatorianos perciben que hay mayor riesgo de que Ecuador no pague su deuda externa, por lo que estos papeles de deuda se vuelven menos atractivos y su precio baja.
García cree que lo más probable es que el monto sea menor al del canje del gobierno de Lasso, que fue el canje más grande de deuda del mundo.
Él explica que cuando el Gobierno de Lasso hizo el canje, los precios de los bonos que se canjearon estaban más bajos frente a los precios que tienen ahora.
En la semana de mayo de 2023, cuando fue el primer canje, por ejemplo, el riesgo país de Ecuador estaba en alrededor de los 1.600 puntos, por lo que los bonos ecuatorianos se vendían en el mercado secundario con un mayor descuento frente al que tienen hoy, cuando el riesgo país está en alrededor de 1.200 puntos.
Hoy, los bonos de Ecuador que vencen en 2030 se venden en el mercado en USD 0,71 por cada dólar; los que vencen en 2035 se venden en USD 0,55 por cada dólar y los que vencen en 2040 en USD 0,54 por cada dólar.
¿Es necesario otro canje de deuda por conservación?
Desde el punto de vista de las finanzas públicas, para Ecuador es una buena opción hacer un canje, porque reduciría el monto de deuda externa que tiene que pagar y le quitaría en algo la presión de los vencimientos de deuda que ya se avecinan en 2026, dice Arreaza.
Pero no es un proceso sencillo, pues para hacer la operación, el Gobierno tiene que estructurar un plan con objetivos claros de conservación de la naturaleza, en este caso, de la Amazonía, y que este genere confianza en los inversionistas, añade García.
Y, para eso, dice García, también es importante que se conozca qué resultados deja hasta ahora el plan de conservación de las Galápagos de la operación de canje de mayo de 2023.
"Los compromisos ambientales son claves. Si no cumplen hay multas de conservación que tendría que pagar Ecuador. Según el cronograma, en noviembre se debería ver si se cumplieron las metas, sino, habrá multas", explica García.
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