¿Por qué los cortes de luz subieron a 14 horas una semana después de anunciar un recorte de horarios?
El déficit de generación eléctrica de Ecuador es de unos 1.900 megavatios; esto es más que la potencia de Coca Codo Sinclair, la mayor hidroeléctrica del país.
El presidente Daniel Noboa en la central hidroeléctrica Mazar, en Azuay, 7 de mayo de 2024.
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Ha pasado una semana desde que el Presidente Daniel Noboa ofreció que los cortes de luz en Ecuador —que hasta el 17 de octubre eran de 10 horas diarias—, bajarían progresivamente, del 21 de octubre al 6 de noviembre, hasta llegar a cuatro horas diarias.
Pero la promesa de Noboa se cumplió apenas durante cuatro días.
Cerca de la media noche del 24 de octubre de 2024, la ministra de Energía encargada, Inés Manzano, informó que el país tendrá que soportar 14 horas diarias de apagones, al menos hasta el domingo 27 de octubre.
Luego de eso, el Gobierno volverá a evaluar qué horarios de cortes se requerirán, agregó la ministra.
Ecuador todavía no toca fondo
Este es el período más drástico de cortes de luz que ha vivido Ecuador desde que comenzó la actual crisis eléctrica.
En abril de 2024, los ecuatorianos vivieron apagones de hasta ocho horas; pero desde el 23 de septiembre los períodos de cortes de luz han variado entre cuatro y hasta 12 horas. Y ahora serán de 14.
Andrés Oquendo, expresidente del Colegio de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos de Quito, explica que Ecuador todavía no ha tocado fondo.
Y es que los cortes de luz de hasta 14 horas se darán en fin de semana, que es cuando normalmente baja el consumo de energía, por ser días de descanso, dice.
"Para el lunes 28 de octubre, los cortes de luz podrían aumentar todavía más, hasta 16 o 20 horas, porque es cuando hay más demanda de energía", considera Oquendo.
¿Por qué Noboa no cumplió su promesa?
Los apagones que vive Ecuador desde el pasado 23 de septiembre de 2024 ocurren porque no hay suficiente energía eléctrica disponible para cubrir la demanda de los ecuatorianos, dice Ricardo Buitrón, especialista en el sector eléctrico y extécnico del exInecel.
Así, mientras más largos son los cortes de luz, significa que el déficit o la falta de generación eléctrica es mayor.
Y ese escenario de falta de generación estaba presente el 17 de octubre de 2024, cuando Noboa hizo su promesa de reducción de cortes.
De ahí que los expertos cuestionan que el Presidente haya prometido reducir los horarios de apagones con tanta rapidez. "Es algo absurdo y solo empeoró la situación", dice Oquendo.
Buitrón explica que el máximo de potencia que Ecuador llega a demandar es de unos 5.063 megavatios, pero hoy el país solo cuenta con unos 3.100 megavatios, es decir, el déficit o la generación que hace falta cubrir para salir de los apagones es de 1.963 megavatios.
Se trata de una potencia más alta que la de Coca Codo Sinclair, la hidroeléctrica más grande de Ecuador, que tiene una capacidad de diseñada de 1.500 megavatios.
En promedio, el déficit de energía eléctrica diaria que tiene el país es de alrededor del 21% de lo que se requiere, agrega Buitrón.
Sequía se sabía desde 2022
En su anuncio de aumento de racionamientos de luz, Manzano justificó la decisión por la situación climática.
“Tomamos esta dura decisión basados en la difícil situación climática. Toda Sudamérica enfrenta a una sequía sin precedentes y Ecuador no es la excepción”, agregó.
Ciertamente, en 2024 la sequía ha sido más severa que años pasados. Según el Gobierno, es el peor escenario en 61 años.
Pero también hay que considerar que desde 2022 ya se conocía que la sequía sería fuerte hasta 2024 y que el país tendría déficit de generación eléctrica, según informes del Operador Nacional de Electricidad Cenace.
Hugo Arcos, especialista en el sector eléctrico, añade que la data histórica y técnica, que es pública, muestra que de octubre a diciembre de cada año es el período de más fuerte sequía; es decir, era impensable que en dos semanas lloviera lo suficiente como para salir de la crisis.
No hay salida en el corto plazo
Los expertos dicen que sí hay alternativas para salir del déficit de generación, pero ninguna es viable en tan corto plazo, por eso la promesa de reducir los apagones no se cumplió y queda latente el riesgo de que los cortes aumenten y se repitan en siguientes años, dice Buitrón.
La primera salida para que se reduzcan los cortes de luz es que comience el período de lluvias fuertes y recurrentes en las zonas donde están los ríos que alimentan las hidroeléctricas de Ecuador.
Pero traer las lluvias no está en manos del Gobierno y los funcionarios lo saben, dice Oquendo.
Por eso, el entonces ministro de Energía, Antonio Gonçalves, dijo que "solo Dios sabe", cuando se le preguntó hasta cuándo durarían los cortes de luz, añade.
Y es que casi el 58% o 5.200 megavatios de potencia instalada en Ecuador son de hidroelectricidad, cuya operación se reduce drásticamente durante el estiaje o falta de lluvias.
Las más afectadas por la sequía son las hidroeléctricas: Mazar, Paute-Molino y Sopladora.
Este complejo representa 1.756 megavatios de potencia, que equivale al 38% de la demanda nacional.
Y, para el sector eléctrico, es estratégico el gran embalse o reservorio de Mazar, que abastece de agua y garantiza la operación de Mazar, Paute y Sopladora, que están ubicadas en forma de cascada en el mismo río Paute.
Por la grave sequía que vive Ecuador, el agua del embalse Mazar, que en su nivel máximo es de 2.153 metros sobre el nivel del mar (msnm), hoy está a un metro de llegar al nivel crítico, que es de 2.110 msnm.
Con la vulnerabilidad del agua en Mazar, la potencia que puede dar el complejo Paute es bastante inestable.
En lo que parecería ser un esfuerzo del Gobierno por recuperar el embalse el 25 de octubre, el complejo hidroeléctrico Paute estuvo apagado hasta las 17:00, según el portal de la empresa pública Celec.
Según los pronósticos de la Empresa Pública de Agua de Cuenca Etapa, recién en diciembre se espera que comiencen las lluvias en las zonas de recarga hídrica para que los caudales de los ríos del sur de Ecuador aumenten.
Sin embargo, para que el embalse de Mazar vuelva a llenarse se requieren lluvias seguidas y fuertes, por al menos un mes seguido. Por eso lo más probable es que, si no se incorpora nueva generación, los cortes de luz se extiendan al menos hasta enero de 2025, dice Oquendo.
Las nuevas contrataciones que prometió Noboa tardarán
La segunda alternativa de salida sería aumentar la generación termoeléctrica, que proviene de combustibles fósiles.
Esta es la que se conoce como "energía en firme", es decir, es la que más seguridad de generación daría al país, pues no depende de factores climáticos, basta con comprar el combustible.
El grave problema es que el parque termoeléctrico de Ecuador es antiguo, por lo que una buena parte está obsoleto y sus mantenimientos son complicados y costosos, ya que hay piezas y partes que ya están descontinuadas.
El parque termoeléctrico cuenta con 3.439 megavatios instalados, según el Plan Maestro de Electricidad, con corte a 2022, pero alrededor de 2.000 megavatios tienen unos 50 años de antigüedad, cuando la vida útil de estas estructuras es de hasta 30 años.
Por esa razón, el parque termoeléctrico solo está entregando este momento un máximo de 879,4 megavatios.
El Gobierno de Daniel Noboa está intentando reemplazar parte de ese parque termoeléctrico obsoleto.
Hasta ahora Noboa ha contratado 100 megavatios de nueva generación termoeléctrica, con el alquiler de la barcaza de la empresa Karpowership que comenzó a operar el 16 de septiembre de 2024.
Durante 2024, además, se han recuperado con reparaciones 334 megavatios de otras centrales termoeléctricas, la mayoría de esos procesos fueron contratados durante la gestión del entonces presidente Guillermo Lasso.
Otros 241 megavatios de motores termoeléctricos, que deberían comenzar a generar energía entre noviembre y diciembre, podrían demorarse hasta inicios de 2025, dice el experto energético Gabriel Secaira.
"No ha habido transparencia en cuanto a la instalación de esos motores. La ministra ha dicho que por el huracán Milton, que es en Florida, se demorarán en llegar los motores de una empresa que está en Texas", agrega Secaira.
Mientras que se prevé contratar otros 410 megavatios, pero que apenas comenzarían a operar en marzo de 2025.
Ecuador no cuenta con Colombia
Y una tercera alternativa sería la energía de Colombia, que el país dejó de vender a Ecuador desde el 1 de octubre de 2024, porque también enfrenta una grave sequía, aunque ahí todavía no hay cortes de luz.
Secaira explica que es muy poco probable que Colombia vuelva a exportar energía, ya que el Gobierno de esa nación está priorizando atender la demanda de sus ciudadanos.
La medida de restricción de ventas de Colombia podría extenderse hasta el primer semestre de 2025, según la resolución ministerial de ese país.
Manzano dijo este 25 de octubre de 2024, que solicitará al Gobierno colombiano que se permita la venta directa de energía de una empresa privada de Colombia a Ecuador.
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