El crédito bancario se recupera tras alza de depósitos; el de cooperativas aún no levanta cabeza
La cartera de crédito en los bancos creció 8,2% en julio de 2024 y los depósitos un 11%. En contraste, en las cooperativas el crédito creció solo 0,7%, el nivel más bajo desde 2016.
Imagen referencial de oficinas de Banco del Pacífico en Quito, diciembre de 2023.
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PRIMICIAS.
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Hay síntomas de una leve recuperación en la colocación de crédito de los bancos privados, tras casi dos semestres consecutivos de desaceleración.
Esa tendencia de desaceleración comenzó a revertirse ligeramente a partir de junio de 2024. En ese mes, el crecimiento anual de la cartera de los bancos fue de 8,1% y ahora, en julio de 2024, el aumento anual fue de 8,2%, con lo que la cartera total cerró en USD 43.892 millones.
Y es que el crédito bancario está cobrando más ritmo luego de que en abril y en mayo de 2024 el crecimiento anual de la cartera se mantuvo en 8%, la cifra más baja reportada desde julio de 2021.
El segmento de crédito de consumo es el que ha tenido más dinamismo y ha ganado más peso en la cartera de crédito. En julio de 2023, el crédito de consumo representaba el 40,2% de la cartera total, pero para julio de 2024, pasó a representar el 41,7%.
Más depósitos dieron un respiro a los bancos
La recuperación del crédito bancario se debe al importante incremento de los depósitos que ha estado captando la banca privada, dice el economista David Castellanos, profesor de la Universidad Andina Simón Bolívar.
"Con más depósitos la banca tiene más fondeo y ha podido incrementar un poco más los créditos en estos dos últimos meses", añade.
Los depósitos de la banca crecieron a un ritmo de 3,9% en marzo de 2024, pero para julio de 2024, el crecimiento de los depósitos fue de 11% anual, el nivel más alto desde febrero de 2022.
Una de las estrategias de la banca privada fue aumentar las tasas de interés para los depósitos a plazo fijo para atraer más ahorristas. De ahí que las tasas para las pólizas de ahorro en la banca llegaron a los niveles más altos desde 2007, según datos del Banco Central de Ecuador (BCE).
Pero, aunque ya se puede ver una leve mejora de la cartera bancaria en junio y julio, el crecimiento del crédito todavía no llega a los niveles que tuvo en el primer semestre de 2023. En ese período, la cartera de préstamos de los bancos crecía a un ritmo de entre 10% y 14%.
El crédito en las cooperativas no se recupera
El escenario de las cooperativas, en cambio, no mejora. La cartera de crédito de las cooperativas comenzó 2023 con un crecimiento anual de 15%, pero desde entonces comenzó a desacelerarse de manera sostenida.
Así, en junio de 2024, la cartera de crédito de las cooperativas creció apenas 0,7%. Se trata de una tasa de crecimiento que no se veía desde diciembre de 2016 y es incluso más baja que lo reportado en 2020, durante la pandemia de Covid-19.
Y es que los depósitos de estas entidades de la Economía Popular y Solidaria no han logrado crecer como en la banca privada. En enero de 2023, la tasa de crecimiento de los depósitos en las cooperativas crecían a un ritmo anual de 15,4% y para junio de 2024 solo crecieron a 3,2%.
La desaceleración de la economía en el primer semestre de 2024 afectó sobre todo a los clientes de menos recursos, que son los que suelen ser clientes de las cooperativas. Además, tras la pandemia de 2020, muchos clientes de estas entidades no recuperaron su capacidad de pago y están todavía sobre endeudados.
Eso explica que la tasa de morosidad del crédito en las cooperativas ya esté en 8,13% a junio de 2024. En contraste, la morosidad en la banca es de 3,6% a julio de 2024.
Demanda de crédito crecerá, dice el Banco Central
La desaceleración del crédito fue uno de los factores que tomaron en cuenta analistas y el BCE para aseverar que la economía entró en un ciclo económico de recesión en el primer semestre de 2024.
Pero, según el gerente del BCE, Guillermo Avellán, en el segundo semestre de este 2024, el crédito se dinamizará más, pues la economía entrará en una fase de recuperación, dijo el gerente.
De hecho, el último estudio de Perspectiva de la Oferta y Demanda del Crédito, elaborado por el BCE, menciona que los bancos prevén que en el tercer trimestre de 2024 (julio a septiembre), la demanda de crédito podría aumentar.
Castellanos dice que uno de los factores que podría incidir en una mayor demanda de préstamos es que en el segundo semestre, el Gobierno de Noboa espera al menos USD 3.000 millones de desembolsos de préstamos de organismos multilaterales.
Si eso se concreta, entrarían más dólares en la economía, por lo que los ecuatorianos podrían buscar más préstamos, agrega.
Otro factor es el de la estacionalidad, dice Castellanos. Y es que entre noviembre y diciembre suele haber más consumo, por Black Friday, Navidad y Fin de Año.
El director de Investigaciones de la consultora Inteligencia Empresarial, Juan Javier Jarrín, coincide en que podría seguir aumentando levemente el crédito bancario en esta segunda parte del año.
Sin embargo, Jarrín duda que las entidades puedan volver a "abrir la llave del crédito" a los niveles de 2022. De ahí que no cree que el crédito pueda dinamizar la economía en gran medida en lo que queda de 2024.
Jarrín menciona entre los factores los incrementos sostenidos en las tasas de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED). Estos incrementos provocaron que resulte más costoso a la banca ecuatoriana acceder a préstamos en el exterior, para colocar ese dinero en crédito local.
Y aunque hay expectativas de que la FED pueda detener su política de alzas agresivas de tasas en su próxima reunión de septiembre de 2024, esas subidas se vienen acumulando desde 2022 y no será fácil revertir de forma inmediata el nivel de los costos de financiamiento, agrega.
Además del alza de tasas en el exterior, el alto riesgo país de Ecuador también encarece el crédito para las entidades que buscan préstamos en el exterior.
Otro factor es que los bancos han tenido menos liquidez por cambios tributarios y eso ha limitado su margen de acción para todo el año, dice Jarrín.
La última reforma tributaria del Gobierno Daniel Noboa, vigente desde marzo de 2024, creó un nuevo impuesto sobre las utilidades de la banca. Además, esa misma reforma dispuso que varios bancos considerados grandes contribuyentes paguen de manera mensual un anticipo del Impuesto a la Renta.
La reforma también aumentó la tarifa del Impuesto a la Salida de Divisas que también pagan los bancos en varias de sus actividades.
Y un tercer elemento es que Ecuador está cerca de nuevas elecciones presidenciales previstas para febrero de 2025.
Lo anterior porque, según Castellanos, la incertidumbre preelectoral perjudicaría al crédito productivo, pues las empresas podrían poner en stand-by sus planes de inversión hasta conocer quién será el próximo presidente del país y cuál será su línea de Gobierno.
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