"Nos ha tocado sacar dinero de otro lado para completar el arriendo", dicen dueños de negocios afectados por cortes de luz en Quito
Pese a los cronogramas de racionamientos, los dueños de negocios en Quito dicen que "la luz se va cuando menos se lo espera". La mayoría tiene dificultades para comprar un generador eléctrico.
Restaurante en Cotocollao, en el norte de Quito, espera a clientes en medio de los cortes de luz.
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Santiago Sarango
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Restaurantes con mesas vacías, panaderías y carnicerías con poco producto, esa es la realidad de varios negocios afectados en Quito por los cortes de luz.
PRIMICIAS realizó un recorrido por el norte de la ciudad para constatar el impacto de los apagones en establecimientos de venta de alimentos.
En la mayoría de casos, los comerciantes compartían la misma angustia: el pago del arriendo. Los apagones han reducido los clientes y eso se traduce en menos ingresos. Si persisten los racionamientos, la quiebra es una posibilidad.
"La luz se va cuando menos se lo espera"
Desde hace tres años, el restaurante Delicias Jadi atiende en el sector de El Condado, en el norte de la ciudad. Su propietaria, quien pidió la reserva de su nombre, comentó que los cortes de luz son un dolor de cabeza para los negocios de comida.
Si no se refrigera, las carnes se dañan y no hay forma de recuperar la inversión. Sin embargo, pese a esta realidad, lo que más le preocupa es la falta de seriedad en los cortes de luz.
Pese a contar con planificaciones semanales, la dueña del restaurante dice que "la luz se va cuando menos se lo espera".
Cuando se atiende sin el servicio eléctrico, "los clientes se siente inconformes, porque el negocio no ofrece lo que buscan, no pueden escuchar música o ver las noticias. Se siente incomodos", dice la mujer.
"No hay dinero para un generador"
Con menos ventas, los locales comerciales no pueden pensar en adquirir generadores eléctricos. El dinero no les alcanza.
Don Rolando, propietario de una panadería, y Don Francisco, dueño de un local de venta de pollos, confirman aquello.
En el caso de la panificadora, cuando hay cortes de luz, el producto que estaba listo para hornear se echa a perder. Todo se queda en masa que no se podrá utilizar, pues el servicio tarda en volver.
Pensar en utilizar un generador no es un alternativa para el panadero, pues sus equipos requieren de generadores potentes, que son muy costosos en el mercado. Por cada día sin luz, el comerciante pierde hasta USD 100.
Misma situación atraviesa Don Francisco, que tiene un local de venta de pollos, quesos y embutidos en Cotocollao, también en el norte de Quito. Él debe tener producto fresco para ofrecer a sus clientes, pero sin luz es una tarea difícil.
"El producto puede estar sin luz hasta dos horas. Si la luz tarda en regresar ya tenemos pérdidas", dice el ciudadano.
Sus ingresos se han visto reducidos con la crisis eléctrica que vive Ecuador y solo le queda ir de un lado a otro para sortear las horas sin luz.
"No ganamos mucho. Ni siquiera nos alcanza para el generador. Si se va la luz, hay que llevar el producto a otro local y luego volver.", manifiesta.
"Nos ha tocado sacar dinero de otro lado para el arriendo"
Nancy Cabascango, dueña de un restaurante en Cotocollao, se une al malestar del resto de comerciantes en el sector. Las ventas son muy bajas.
"No hay agua, no hay luz, los clientes no vienen. Hasta la falta de agua nos afecta bastante porque he tenido que ir a traer de mi casa", dice Nancy.
La mujer ofrece en su local almuerzos y fritada, pero a la hora de mayor movimiento, las mesas estaban vacías, a la espera de los comensales.
La realidad golpea el bolsillo de la dueña del restaurante. Además del producto que se daña por los cortes de luz, los ingresos para sostener el local se ven afectados tras dos semanas con racionamientos.
"Nosotros contábamos con lo que se vende en el día para pagar el arriendo. Pero con esta situación, nos ha tocado sacar dinero de otro lado para completar el pago", dice.
La comerciante tampoco cree que pueda adquirir un generador eléctrico, pues resulta "muy caro de mantener".
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