Colombia también enfrenta una crisis por la sequía, ¿pero por qué aún no sufre cortes de luz como Ecuador?
Aunque el riesgo de apagones de luz en Colombia es latente, el país ha podido afrontar hasta ahora la crisis de la sequía con un parque termoeléctrico robusto.
Termoeléctrica colombiana, foto tomada de Andeg el 14 de octubre de 2024.
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A diferencia de Ecuador, donde ya se viven cortes de luz de hasta 10 horas, en Colombia aún no hay apagones, pese a la severa sequía que también ha golpeado a sus principales embalses.
¿Por qué Colombia aún no vive racionamientos? La respuesta parece estar en un robusto colchón de centrales termoeléctricas, que combina el uso de gas natural, combustibles fósiles y carbón.
Lo primero a entender es que Colombia, al igual que Ecuador, tiene un enorme componente de generación hidroeléctrica en su oferta.
De acuerdo con datos de la Organización Latinoamericana de Energía (Olade), el 81% de la demanda eléctrica de Colombia fue cubierta con hidroelectricidad en 2022.
- Lea: ¿Por qué hay cortes de luz en Ecuador? Estas son las razones que explican su déficit energético
En estiaje, termoeléctricas sostienen demanda en Colombia
Pero en época de escasas lluvias es el parque termoeléctrico el que toma protagonismo en Colombia y pasa de un peso de 15% en época de lluvias a un 50% en la temporada de estiaje, dice a PRIMICIAS el exministro de Minas y Energía de Colombia, Amylkar Acosta.
La mayoría de esas centrales termoeléctricas fueron construidas por las empresas privadas, luego de los apagones masivos de más de 14 meses que vivió Colombia en los años 1991 y 1992.
Lo anterior fue posible luego de realizar un cambio en la Constitución y reformas legales para integrar a las empresas privadas en el sector eléctrico, dice Acosta. Como consecuencia, en Colombia el sector privado es el responsable del 80% de la generación eléctrica.
Antes de esas reformas, Colombia tenía un parque termoeléctrico que no funcionaba y sin mantenimientos, explica el presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Empresas Generadoras (Andeg), Alejandro Castañeda.
Y añade que, por eso, no pudo responder, en esa época, a los efectos de El Fenómeno de El Niño que produce lluvias en la región costa, pero sequía en la zona donde se ubica los embalses.
"Hoy tenemos un parque termoeléctrico que está al día, que ha funcionado bien los últimos 25 años y que ya ha respondido a, por lo menos, tres Fenómenos de El Niño", dice Castañeda.
Operación de termoeléctricas colombianas está a tope
El presidente Gustavo Petro ha cuestionado duramente el uso de termoeléctricas, por ser más costosa y contaminante, en especial, aquella que proviene del carbón. Sin embargo, es precisamente esa energía la que hoy está sosteniendo la demanda de los hogares colombianos.
Para estar siempre disponible, Colombia paga el llamado pago por confiabilidad, una tarifa fija que reciben del Estado y que les permite sobrevivir incluso sin vender energía, añade Acosta.
Durante 2024, las termoeléctricas colombianas han venido trabajado a tope. En abril respondieron a los efectos del Fenómeno de El Niño y ahora volvieron a operar al 100% para recuperar los embalses que vienen perdiendo agua desde julio de 2024.
Según un reciente reporte del operador estatal de la energía de Colombia, el XM, los meses de agosto y septiembre han registrado los niveles más bajos de agua en los embalses en los últimos 40 años.
Riesgo de apagones en Colombia es latente
Y si bien, por ahora, el XM asegura que no hay un riesgo inminente en el corto plazo para la atención de la demanda de energía, el riesgo de apagones es latente.
El presidente ejecutivo de Andeg, Alejandro Castañeda, dice que ahora mismo los niveles de los embalses están en un 52%, pero Colombia debe llegar al 1 de diciembre con embalses al 60% si no quiere tener racionamientos.
"Esto plantea una gran preocupación si se tiene en cuenta que los meses venideros (en especial, diciembre de 2024 y, enero y febrero de 2025) son de estiaje severo", añade Acosta.
Otro problema en Colombia, según Castañeda, es una ajustada oferta de gas natural que no solo abastece a las plantas termoeléctricas, sino al parque automotor, los hogares y las industrias, cuyo consumo viene creciendo de manera acelerada, mientras, en paralelo, la infraestructura para importar este combustible se ha quedado corta.
Acosta advierte que es probable que Colombia pueda vivir racionamientos de luz programados entre el 31 de octubre y el 4 de noviembre de 2024 debido a que entrará en mantenimiento la planta regasificadora de gas natural que abastece a tres importantes centrales termoeléctricas.
De ahí que Castañeda cree que son necesarias medidas para incentivar el ahorro de la electricidad, como la tomada en 2016, cuando el Gobierno le pagaba al usuario el ahorro de electricidad de los tres meses previos.
Una medida que ya ha tomado Colombia es la de cortar al mínimo la venta de electricidad a Ecuador desde mediados de agosto de 2024, una decisión que podría prolongarse hasta mediados de 2025.
Ecuador no tiene su parque termoeléctrico a punto
No es el único problema para Ecuador. El país también es altamente dependiente de la energía hidroeléctrica para cubrir su demanda interna, que pesa un 79% en el total, según datos de Olade.
Pero, a diferencia de Colombia, el parque termoeléctrico de Ecuador no estuvo a punto para poder enfrentar la crisis.
Aunque Ecuador cuenta con un parque termoeléctrico efectivo de unos 3.000 megavatios de potencia, entre enero y septiembre de 2024, solo entregaron unos 700 megavatios en promedio. Es decir, apenas opera a la cuarta parte de su capacidad total.
Hay 13 termoeléctricas que están en permanente fuera de operación por ser obsoletas, ya que tienen entre 30 y 52 años de antigüedad.
El Estado ecuatoriano tiene el control del sector eléctrico
Para el exministro de Minas y Energía de Colombia, Amylkar Acosta, uno de los problemas de Ecuador es que la construcción de nuevas centrales y su mantenimiento depende del Estado. En Ecuador, el 89% de las centrales de generación eléctrica son del Estado.
Otro problema es que el Estado ecuatoriano es el que fija la tarifa eléctrica, que ni siquiera considera el costo financiero y el gasto en inversión, lo que impide que las empresas generadoras estatales recuperen los gastos de inversión, dejándolas sin dinero para que realicen nuevo gasto en infraestructura.
Ahora, el Estado ecuatoriano está adquiriendo nueva generación termoeléctrica para enfrentar la crisis. En agosto de 2024, el Gobierno de Daniel Noboa adjudicó por emergencia contratos para instalar 341 megavatios de termoelectricidad. De esos, 110 megavatios correspondieron al alquiler de una barcaza de propiedad de la empresa turca Karpowership.
Está en marcha otro proceso para instalar un segundo bloque de generación que incluirá otros 240 megavatios en barcazas.
Además, el Gobierno de Daniel Noboa remitió a la Asamblea una propuesta de reforma con incentivos para que la empresa privada construya centrales de energías renovables, de hasta 100 megavatios, sin concurso en Ecuador.
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