¿Coca Codo Sinclair podrá "salvar" a Ecuador de cortes de luz más largos hasta diciembre de 2024?
La mayor hidroeléctrica de Ecuador, Coca Codo Sinclair, ha estado operando hasta el 24 de octubre al 39% de su capacidad, que es de 1.500 megavatios.
Obras de captación de la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair.
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Sitio web Celec.
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La generación de las centrales hidroeléctricas de Ecuador ha ido empeorando a medida que se agrava la sequía, lo que ha llevado al país a vivir cortes de luz de hasta 14 horas desde el 25 de octubre de 2024.
La capacidad total de las hidroeléctricas es de 5.192 megavatios, pero entre el 1 y el 24 de octubre solo entregaban 1.873 megavatios. Es decir, operaron solo al 36% de su capacidad instalada.
Y es que la falta de lluvias en Azuay y Cañar, en el sur de Ecuador, ha perjudicado sobre todo a la generación del mayor complejo hidroeléctrico del país Paute-Molino, porque su reservorio de agua llamado Mazar está en niveles críticos. En Azuay se cuentan 105 días de sequía hidrológica hasta el 25 de octubre de 2024.
La situación es crítica porque los actuales cortes de luz de 14 horas ocurren en octubre, un mes en el que la demanda no es tan alta como en diciembre. En el último mes del año, la demanda de energía aumenta por las fiestas de Navidad, explica Gabriel Secaira, especialista en el sector eléctrico.
Pero el escenario también ha sido complejo para la mayor hidroeléctrica de Ecuador, que es Coca Codo Sinclair. Entre el 1 y el 26 de octubre de 2024, esta hidroeléctrica ha producido 576 megavatios, es decir, el 39% de su capacidad total, que es de 1.500 megavatios.
En este escenario de sequía en el sur del país, ¿podrá la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair sostener la generación lo suficiente para evitar que los cortes de luz sigan aumentando?
En noviembre y diciembre bajan los caudales para Coca Codo
Coca Codo Sinclair está ubicada entre Napo y Sucumbíos, al norte del país, en la Amazonía. Pero a diferencia de otras centrales, Coca Codo es una hidroeléctrica de paso, es decir, no tiene un reservorio como Mazar para garantizar su operación, sino que depende del caudal del río Coca.
Secaria cree que será difícil que Coca Codo sea el salvavidas para la crisis eléctrica en este último trimestre del año.
Lo anterior, debido a que, históricamente, los caudales de los ríos que abastecen de agua a esta central suelen ser más bajos en la última parte del año, entre noviembre y diciembre, dice Secaira, quien ha recopilado esta información desde 1964.
Y eso ha ocurrido incluso en años no atípicos, en los que no ha habido sequías graves como las que se reportan desde finales de 2022.
Por ejemplo, el caudal promedio en Coca Codo en abril de 2021, en la época más lluviosa, era de 420 metros cúbicos por segundo (m3/s). Pero entre octubre de ese año cayó a 190 m3/s y en noviembre el promedio fue de 193 m3/s.
Pero este 2024, la falta de lluvias ha golpeado a la zona amazónica en toda Sudamérica. Imágenes dramáticas del medio New York Times muestran cómo el imponente río Amazonas en la zona de Brasil se ha vuelto innavegable y las personas pueden incluso caminar, por el lodo donde antes había agua.
De ahí que los caudales de los ríos amazónicos que abastecen a Coca Codo Sinclair también han estado más bajos que en otros años.
Y en este último trimestre del año, la situación podría empeorar, dice Secaira.
En agosto de 2024, antes de que comiencen los cortes de luz, el caudal promedio en la central fue de 191 m3/s.
Pero en lo que va de octubre de 2024 se puede ver con más fuerza el efecto de las menores lluvias. Entre el 1 y el 24 de este mes, el caudal promedio en Coca Codo Sinclair ha sido de 137 m3/s.
Según datos el Operador Nacional de Electricidad Cenace, en esos 24 días de octubre, Coca Codo Sinclair ha estado operando a una potencia de 584 megavatios; esto es el 39% de la capacidad para la que fue diseñada.
Coca Codo Sinclair fue construida con una capacidad instalada de 1.500 megavatios, pese a que estudios hidrológicos ya advertían que por limitaciones de caudal del río (no hay suficiente agua) solo sería capaz de entregar unos 975 megavatios.
Hugo Arcos, especialista en el sector energético, dice que es un problema que se haya invertido tanto en una hidroeléctrica de paso, cuya generación de energía depende de los caudales.
Y a eso hay que sumar que es una hidroeléctrica que está en permanente reparación debido a miles de fisuras que se hallan en los distribuidores de agua.
Estos distribuidores son gigantescas estructuras de acero que tienen como función reducir la presión del agua, que cae de una altura de 600 metros, para que entre de manera controlada a las turbinas y se genere la electricidad.
Algunas fisuras son fallas de fábrica y otras se han ido registrando durante la operación de la central.
Hasta ahora la empresa china Sinohydro, que construyó la hidroeléctrica, no ha podido encontrar una solución, ya que ha ido soldando las fallas, pero estas han seguido apareciendo. De ahí que el holding estatal Celec presentó un arbitraje en contra de Sinohydro.
De ahí que, según Arcos, las hidroeléctricas con embalse, como Paute-Molino, ofrecen más certezas de generación, siempre que los embalses se preserven llenos para la época de sequía, aunque eso no ocurrió en Ecuador.
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