Seis claves para entender el tortuoso camino para poner en marcha a la hidroeléctrica Toachi Pilatón
PRIMICIAS le cuenta en un video la larga y costosa construcción de una pequeña hidroeléctrica en las estribaciones occidentales de los Andes de Ecuador, el proyecto Toachi Pilatón.
Sincronización de la primera turbina de Alluriquín, que es parte del proyecto Toachi Pilatón, el 16 de diciembre de 2024.
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Evelyn Tapia / PRIMICIAS
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Una turbina de la central Alluriquín, que es parte del Complejo Hidroeléctrico Toachi Pilatón empezó pruebas de sincronización antes de que entregue electricidad al sistema nacional. Es una obra esperada, pues el complejo empezó su diseño en 2007, pese a lo cual aún no opera en un 100%.
Mire en este video, la historia larga y costosa del proyecto:
A continuación seis claves para entender qué ocurre con ese proyecto y por qué ha tardado tanto su construcción:
1. ¿Dónde está y cuánto puede generar Toachi Pilatón?
Ubicado entre las provincias de Santo Domingo de los Tsáchilas, Cotopaxi y Pichincha, el complejo puede entregar hasta 254,4 megavatios de electricidad, a través de tres centrales:
- Sarapullo, de 49 megavatios.
- Alluriquín, de 204 megavatios.
- Y Mini Toachi de 1,4 megavatios.
De esas tres centrales, solo ha entrado en operación la hidroeléctrica Sarapullo, en marzo de 2023. Se espera que la primera turbina de Alluriquín, de 68 megavatios, entre a operar a partir del 20 de diciembre de 2024.
2. ¿Cuánto ha costado?
Toachi Pilatón no solamente es el proyecto que más tiempo ha demorado su construcción, sino que será el más caro por megavatio instalado que ha levantado Ecuador hasta ahora.
El proyecto Toachi Pilatón se concibió en 1963, pero no fue sino hasta 2007, cuando se firmó por primera vez un contrato para su construcción. Se lo hizo con la empresa brasileña Odebrecht, el contrato inicial fue por USD 366 millones.
Pero casi 17 años después solo entrado en operación parcialmente y su costo ya supera los USD 1.000 millones de dólares.
3. Más de una contratista en el camino
La primera contratista que estuvo en el proyecto Toachi Pilatón no será quien lo termine. Y es que solo unos meses después de que firmó el contrato, la empresa Odebrecht fue expulsada de Ecuador en medio de cuestionamientos del gobierno del entonces presidente Rafael Correa por supuestos incumplimiento de la construcción de otras obras eléctricas.
El proyecto pasó en el congelador hasta 2011 cuando finalmente se decidió hacer dos contratos para poder reiniciar su construcción:
- Un contrato de obras civiles.
- Y otro contrato para la instalación de las turbinas
Y ese precisamente sería el mayor dolor de cabeza de este proyecto.
Para las obras civiles (como la construcción de la presa, el túnel de conducción y otras de infraestructura) se contrató en 2010 a la empresa china CWE, por USD 240 millones.
Y para la instalación de las turbinas se contrató a la rusa Inter Rao por USD 144 millones.
Todos estos trabajos debían terminar en 2014, pero no fue así.
4. Retrasos en la instalación de las turbinas
Por un lado, Inter Rao atribuyó los retrasos a que no se terminaban las obras civiles. Antes los supuestos incumplimientos, el entonces presidente Rafael Correa decidió terminar su contrato en 2017. La empresa rusa demandó al país que terminó pagando una indemnización de USD 45 millones.
Inter Rao dejó un avance del 85% de su contrato y ya había cobrado USD 123 millones.
Para terminar la instalación de las turbinas, hacían falt, en teoría, USD 21 millones.
Sin embargo, el costo final del contrato fue sustancialmente más alto, de USD 124 millones, con el argumento principal de que había transcurrido demasiado tiempo para contratar al reemplazo de Inter Rao, que fue la también rusa Tyazhmash.
5. Obras civiles, demoradas y con fallas
Por otro lado, las obras civiles a cargo de la china CWE no habían concluido. Durante el proceso de construcción del proyecto, fueron aprobadas cuatro prórrogas de plazo al contrato por parte del holding estatal Celec por un total de 1.503 días o poco más de cuatro años.
CWE basó sus pedidos en problemas geológicos en la zona donde se localizaría la casa de máquinas Alluriquín, lo que obligó a reubicar a esa infraestructura hacia otro sitio, y debido a retrasos en la instalación de equipos electromecánicos.
Pese a las prórrogas, CWE no concluyó las obras, pese a que llevaba 12 años en el proyecto. Además, las obras presentaron fallas, que fueron alertadas por la Contraloría en 2020.
Finalmente, CWE también fue declarada como contratista incumplida en 2022. Y el proyecto nuevamente quedó en el congelador.
Hasta que en octubre de 2023, Celec contrató de manera directa al Cuerpo de Ingenieros del Ejército para que termine las obras civiles y arregle las fallas en el complejo hidroeléctrico por un costo de USD 17,7 millones.
6. La obra hidroeléctrica más cara
Solo considerando los cerca de USD 1.000 millones como costo del proyecto, el valor del megavatio instalado sería de USD 3,9 millones.
Eso es más del doble que el costo de otras hidroeléctricas que ha construido Ecuador, como Coca Codo Sinclair, la hidroeléctrica más grande del país y cuya operación comenzó a finales de 2016.
Esta central tuvo un costo de USD 2.763 millones, que divididos para los 1.500 megavatios de potencia que tiene la central arroja un valor de USD 1,8 millones por megavatio instalado.
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