Campo Sacha: 20 de cada 100 barriles de petróleo recibirá consorcio chino por sus inversiones si gana la concesión
¿En qué consiste la oferta del consorcio chino canadiense que quiere hacerse cargo del campo Sacha, a cambio de un pago anticipado de USD 1.500 millones? Lea un informe.
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Un trabajador opera un taladro de perforación en un pozo del campo Sacha, provincia de Orellana. Foto de marzo de 2024.
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Petroecuador / X
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El gobierno de Daniel Noboa busca concesionar, de manera directa y sin concurso público, a un consorcio liderado por una empresa china el campo petrolero Sacha, conocido como una de las joyas de la corona por su nivel de producción, calidad y reservas. Pero, ¿qué implica esta propuesta?
Antes que nada hay que mencionar que Sacha, ubicado en la provincia amazónica de Orellana, es uno de los campos más antiguos de Ecuador, pues su operación comenzó en 1.972. Pese a eso, hoy, con 77.191 barriles diarios de petróleo, es el campo más productivo de Ecuador.
Eso equivale al 16% de la producción petrolera nacional, que es de 475.000 barriles diarios.
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El campo tiene un gran valor, además, por la calidad de su petróleo, pues se trata de un crudo tipo Oriente de 28 grados API, es decir, superior al promedio nacional que es de 23 grados API.
Mientras más alto es el API de un crudo, más liviano es y, por tanto, mayor es su valor en el mercado porque tiene menos azufre y permite obtener más productos limpios como gasolinas.
En cuanto a sus reservas, el campo tenía 342 millones de barriles hasta enero de 2024, último dato oficial disponible sobre el área.
Al ser un activo de gran valor para Ecuador, el Grupo de Transformación Energética, que reúne a expertos petroleros y eléctricos, dice que la concesión del campo debería estar sujeta a una licitación internacional, de manera que se defina la mejor alternativa económica para el país. E, insiste en que una concesión directa como se pretende impide determinar si es una alternativa conveniente para el Estado ecuatoriano.
¿Qué plantea el consorcio petrolero privado?
El consorcio está conformado por la empresa Amodaimi (filial de la empresa china Sinopec) y Petrolia (filial de la empresa canadiense New Estratus de Energy) y propone invertir en el campo para aumentar la producción.
Para ello, el consorcio planteó al Estado firmar un contrato de participación por 20 años. Es una modalidad bajo la cual una petrolera privada asume la operación de un campo petrolero y realiza las inversiones.
Y, a cambio, la petrolera privada reconoce a favor del Estado un porcentaje de la producción extraída del área del contrato y es propietaria del resto de la producción.
Cuánto petróleo se llevará el consorcio
El consorcio propone reconocer a favor del Estado el 80% de la producción total del Campo Sacha y quedarse con el restante 20%. Es decir, por cada 100 barriles de petróleo producidos en Sacha: 80 barriles serán para el Estado y 20 barriles para el consorcio chino canadiense.
El grupo Transformación Petrolera, que reúne a especialistas petroleros y eléctricos, considera que la empresa adjudicataria solo debería tener derecho a llevarse un porcentaje de la producción que logre incrementar al momento de asumir el campo Sacha y no de toda la producción actual.
Y sugiere exigir a la empresa que mantenga la producción actual a cambio de un mecanismo de compensación que será definido por un comité independiente.
Sacha produce actualmente unos 77.000 barriles diarios de petróleo y la empresa propone incrementarla hasta los 100.000 barriles al día en tres años.
Pero la propuesta de consorcio chino canadiense es que la participación del 20% a su favor se calcule sobre la producción total del campo.
Es decir, el consorcio no solo se llevaría el 20% de los barriles nuevos que agregue por aumento de la producción, sino incluso el 20% de los 77.191 barriles diarios de petróleo que hoy produce el campo por las inversiones que ha hecho Petroecuador y donde el consorcio no han puesto dinero.
PRIMICIAS pudo conversar con personas cercanas al proceso de concesión de Sacha que justificaron que no se contemplará un pago solo sobre la producción que se logre incrementar porque es complejo definir el valor desde el cual se comienza a contar el aumento.
Y, por otro lado, porque mantener la producción actual tiene costos, que tienen que estar incluidos en el porcentaje de participación en la producción petrolea, justificaron las fuentes consultadas por PRIMICIAS.
Las inversiones que promete
La propuesta económica del consorcio es anticipar al Estado un bono de USD 1.500 millones en efectivo al momento de la firma del contrato.
Además del bono anticipado, la empresa ofrece inversiones para el desarrollo del campo por USD 1.716 millones que se irán haciendo anualmente durante los 20 años de concesión.
Y, según la propuesta, el consorcio cubriría también los costos para mantener la producción actual, que son de USD 175 millones al año y que sumarían un total de USD 3.500 millones en 20 años. Y la inversión prevé USD 200 millones para eliminar los mecheros que queman gas al ambiente, captar ese gas y usarlo para generar en electricidad. Y prevé inversiones adicionales para el abandono del campo, al término del contrato.
El grupo Transformación Energética sugiere al Gobierno no considerar el pago adelantado como un préstamo o un derecho que se pague luego con producción a futuro, sino como un "derecho de acceso" al campo, que posee un alto potencial hidrocarburífero por sus reservas.
Fuentes cercanas al proceso de concesión aseguraron que el bono anticipado previsto en la propuesta no es un préstamo, sino una especie de prima para entrar al negocio.
Otra condición para concesionar el campo, según el Grupo Transformación Energética, debería ser que se obligue a la contratista a perforar en zonas realmente nuevas, a mayor profundidad por ejemplo, y no en las actuales, pues así se evitará un agotamiento acelerado de las reservas existentes.
Además, debería obligarse, dicen los expertos, a que la contratista haga recuperación secundaria en los pozos que están en producción y que aún tienen petróleo, pero no se ha podido recuperar porque ya no tienen la suficiente presión. En esos casos se inyecta agua o gas para obtener el crudo.
Correa también negoció anticipos petroleros
No es el primer contrato petrolero que incluye el pago de un anticipo petrolero. De hecho, este mecanismo fue introducido durante el gobierno del entonces presidente Rafael Correa, pero se utilizó bajo la figura del contrato de prestación de servicios.
A diferencia del contrato de participación, en el de servicios el 100% del petróleo extraído queda en manos del Estado, pero debe pagar una tarifa por barril extraído a la compañía privada por sus inversiones.
Uno de los contratos fue para desarrollar el campo petrolero Auca, firmado en 2017 entre Petroecuador y Shaya, cuyo accionista es Schlumberger. El contrato se suscribió por 20 años. Y en esa ocasión se acordó que Shaya cobre la tarifa por el 100% del petróleo extraído.
El contrato incluyó un anticipo de USD 1.000 millones que se destinaron al gasto público. Pero el contrato no estuvo exento de polémica por supuestas fue cuestionado por tener condiciones poco favorables para el Estado, como limitaciones para auditar las inversiones de la petrolera, altas tarifas pagadas y beneficios superiores que los que recibe el Estado.
PRIMICIAS envió el 6 de enero de 2025 un pedido de información al Ministerio de Energía para consultar cómo avanza el proceso de concesión al consorcio chino canadiense, por qué se optó por concesionar el campo Sacha y por qué se escogió hacerlo de forma directa y no mediante una licitación. Hasta el cierre de esta edición (23:00 del 17 de febrero de 2025), la Cartera seguía procesando el pedido.
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