Risas y lágrimas de las luchadoras olímpicas tricolores al recibir sus casas
Las luchadoras ecuatorianas Lucía Yépez, medallista de plata, y Luisa Valverde, ganadora de un diploma, ya tienen sus viviendas tras destacar en los Juegos Olímpicos París 2024.
La luchadora olímpica Luisa Valverde, junto a su familia, luego de recibir su ansiada casa, este jueves 22 de agosto.
- Foto
Juan Núñez
Autor:
Actualizada:
Compartir:
Las personas demuestran sus emociones de distinta forma, pero como denominador común, tanto Lucía Yépez como Luisa Valverde, luchadoras olímpicas ecuatorianas, estaban felices. Es que ambas ya tienen casa propia y aunque de diversas formas, no escondieron su satisfacción tras obtener ese viejo anhelo.
En el caso de Yépez, medallista de plata en París 2024, se le entrecortaba su voz al decirle a su madre María Guzmán que ya pudo cumplirle la promesa que le había hecho desde los 9 años. Tenía que contenerse un poco para seguir expresando sus emociones, esas mismas que hizo sentir a los ecuatorianos que la veían mostrar su garra y destreza sobre el tatami para conseguir la primera presea en la historia de Ecuador en una cita olímpica en la disciplina de lucha.
"Mamita, yo te prometí la casa y aquí está, ya no voy a estar sola, sino que voy a volver de los entrenamientos y voy a estar contigo," manifestó Yépez a su mamá, mientras temblorosa por el sueño cumplido sostenía el micrófono en el acto de entrega de su vivienda junto a autoridades del Gobierno Nacional.
Mientras que Valverde, más bulliciosa y extrovertida este jueves 22 de agosto, levantaba sus brazos, reía y hasta bromeaba por tener su casa, esa que le prometieron autoridades cuando fue campeona mundial en 2011 y en los Juegos de Tokio al alcanzar su primer diploma olímpico, pero no le cumplieron.
"¡A la tercera fue la vencida!", exclamó para PRIMICIAS Valverde, que levantaba la llave simbólica que recibió, para luego tener en sus manos con la que en realidad entrará y saldrá de su casa, sin la preocupación que tuvo antes de viajar a París porque le exigían que pague el arriendo de su anterior residencia.
Pese a lo exultante que se mostraba, al igual que Yépez, también en un momento se quebró, al ingresar con su familia a su nueva residencia. "Uy Dios, espérate que estoy temblando", dijo Valverde cuando entró a su nueva casa, ubicada en una urbanización en Guayaquil. Después se abrazó con sus padres. La luchadora, valiente siempre, no paraba de llorar.
Daba la impresión de que cuando la luchadora recorría su nuevo hogar, por su mente pasaban aquellos días difíciles en los que luchaba contra adversidades, no precisamente deportivas, sino las que padecía al no tener una residencia fija donde vivir.
Valverde también tuvo que superar una lesión que la alejó un poco más de seis meses de la práctica deportiva, pero mostro enjundia para dejar en alto el nombre del país.
Por su parte la 'Tigra', como también se la conoce a Yépez, miraba las habitaciones de su nuevo hogar y se fijó la forma en que la claridad entraba por su ventana, eso acompañaba su semblante de haber cumplido un viejo sueño. Incluso se sentó en una de las camas y suspiró. Aparentemente estaba procesando todas las emociones por las que estaba pasando.
Tanto Lucía Yépez como Luisa Valverde no están satisfechas a nivel competitivo, ellas van por más en el aspecto deportivo con la mira fija en los Juegos Olímpicos Los Ángeles 2028, donde quieren superar lo hecho recientemente en París.
Haciendo un juego de palabras, la misma Valverde dijo que en suelo estadounidense también "a la tercera va la vencida", refiriéndose al objetivo de conseguir una medalla, estos luego de que tanto en Tokio como en París, consiguió diploma.
Mientras que para Yépez, el próximo objetivo es el oro, tras haberse quedado muy cerca de aquella medalla dorada en París.
Ambas luchadoras desde ya apuntan a la próxima cita olímpica, pero con la tranquilidad de que cuentan con un techo para ellas y sus seres queridos.
Compartir: