Lucía Yépez, la 'Tigra' de plata de la lucha ecuatoriana
La ecuatoriana Lucía Yépez perdió este jueves con claridad la final olímpica de los 53 kilos de lucha libre, pero se va de París con una plata que recompensa los esfuerzos y penurias vividos hasta triunfar en su deporte.
Lucía Yépez (derecha) en el podio de los Juegos Olímpicos de París, el 8 de agosto de 2024.
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Autor:
AFP / Redacción Primicias
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'La Tigra', primera medallista ecuatoriana en lucha olímpica, brilló en París superando con claridad a sus tres primeras rivales, pero en la final se topó con la implacable Akari Fujinami.
Doble campeona mundial a los 20 años, la japonesa se consagró campeona olímpica con un triunfo por 10-0 en el colchón del estadio Campo de Marte parisino.
La plata de Yépez, alentada por grupos de compatriotas en la grada, es la octava medalla olímpica del país y la tercera en estos Juegos.
"Ecuador está brillando muchísimo", se felicitó Yepez, que ya fue bronce del Mundial de Belgrado de 2023.
"Ahora soy medallista olímpica, y lo puedo decir con mucho orgullo porque me costó mucho esfuerzo", subrayó la luchadora, que agrandó un palmarés ecuatoriano que ya contaba con un oro de Daniel Pintado en los 20 kilómetros marcha y una plata del propio Pintado formando dupla con Glenda Morejón en los relevos mixtos de marcha.
Tras caer ante Fujinami, que está imbatida desde un campeonato juvenil de 2017, Yépez también celebró su propio éxito en París y se abrazó con su oponente, ambas arrodilladas bajo los aplausos del público.
"Tengo solo 23 años. Le dije a mi entrenador: ¡Algún día voy a ser medallista olímpica', y lo logré! Y algún día le voy a ganar a la japonesa, porque me voy a preparar muy duro", auguró.
Vender lápices
Octava en los Juegos de Tokio 2020, Yépez expresó su orgullo de estar entre las figuras de la lucha partiendo de unos inicios muy humildes en la provincia de Los Ríos.
El miércoles, un vídeo del Comité Olímpico Ecuatoriano mostraba la emoción de la luchadora al llamar a su madre para anunciarle que había ganado una medalla.
"¡Mamá, lo logramos! Soy medallista olímpica", dijo Yépez en la videollamada. "Ya no vas a tener que trabajar y te voy a comprar la casa de tus sueños".
Este jueves, con la plata ya en sus manos, la ecuatoriana echó la vista atrás para rememorar los sacrifios que requirió para avanzar en el deporte.
"A veces no tenía recursos para entrenar. Me tocaba lavar zapatos, vender lápices en la escuela o irme a dedo a entrenar", explicó.
"Pero todo valió la pena. Ya puedo comprar una casa a mi madre, o ponerme unos zapatos, porque antes no tenía ni para ponerme unos zapatos", aseguró. "Y sé que vienen cosas muy bonitas para mí, pero siempre con la humildad en alto".
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