¿Qué conclusiones deja la histórica participación de Ecuador en los Juegos Olímpicos de París?
La delegación ecuatoriana culminó su participación en París con cinco medallas y seis diplomas. ¿A qué se debe este éxito y qué viene para el futuro?
Los deportistas de Ecuador, previo a la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos, el 12 de agosto de 2024.
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Los deportistas ecuatorianos están en constante crecimiento. Luego de ganar tres medallas en Tokio, parecía que la vara estaba muy alta, pero nuestros atletas tricolores volvieron a romper la historia y regresaron con cinco preseas de París.
Una participación increíble, digna de reconocimientos y aplausos, que terminó ubicando a nuestro país en el puesto 49 del medallero (de 204 países, de los cuales solo 91 ganaron aunque sea una medalla), tercero en Latinoamérica y segundo en Sudamérica, solo por detrás de Brasil.
¿Por qué Ecuador tuvo una participación tan exitosa y que se puede esperar para este próximo ciclo olímpico a Los Ángeles? Aquí lo analizamos, deporte por deporte:
La marcha, la 'joya de la corona' de Ecuador
Ecuador volvió a subirse a un podio en marcha luego de 16 años, la última había sido la medalla de plata de Jefferson Pérez en Pekín 2008. Es decir, pasaron tres Juegos Olímpicos sin que los deportistas tricolores se destaquen en un deporte tan tradicional de nuestro país.
El atleta que cambió esta estadística negativa fue el cuencano Daniel Pintado. Su histórica medalla de oro, si bien es un hecho increíble, no debería ser sorpresa. El azuayo demostró en este ciclo olímpico que es uno de los mejores del mundo.
En estos últimos años, Pintado fue campeón en Juegos Panamericanos y Sudamericanos, fue medallista de plata en el Mundial de Atletismo y tricampeón del Gran Premio de Rio Maior. Al marchista tricolor solo le faltaba una presea en su amplio palmarés, la olímpica, y la obtuvo con mucho merecimiento en París.
Y una semana después, llegó la medalla de plata en la marcha por relevos mixtos. Pintado se convirtió en doble medallista (el primer ecuatoriano en ganar dos medallas en una misma edición), mientras que Glenda Morejón ganó su primera presea.
También es un justo premio para la ibarreña, quien se recuperó de su mal momento en Tokio, cambió completamente su preparación física y mental, y viene de obtener varios títulos en este ciclo olímpico.
Y atrás de ellos están más promesas, como Paula Torres, quien con 23 años culminó novena en los 20 kilómetros, a solo un puesto del diploma, y David Hurtado, quien con 25 años es el actual campeón panamericano.
Hoy la marcha ecuatoriana está en el mejor momento de su historia y los grandes responsables de esto son los mismos deportistas, quienes, con poco o casi nulo apoyo público, han logrado entrenarse y prepararse para estar al mismo nivel del resto del mundo.
Y también un párrafo aparte merecen sus entrenadores, Andrés Chocho y Julio Chuqui, quienes han llevado a estos marchistas de potenciales figuras a medallistas olímpicos.
Lucía Yépez, la mejor deportista de este ciclo
Los premios siempre llegan a partir de los buenos procesos y Lucía Yépez es el claro ejemplo. La 'Tigra' cumplió con un ciclo olímpico perfecto: fue campeona en Panamericanos, Sudamericanos y Bolivarianos, fue campeona mundial Sub 23 y es la número uno del ranking mundial.
En París, la luchadora, de apenas 23 años, demostró que puede vencer a cualquier rival y que estará en las instancias finales de toda competencia mundial en la próxima década.
Su única piedra en el zapato será la japonesa Akari Fujinami, quien la derrotó en la final y que claramente está un escalón por encima del resto. Pero esto debería servir como una motivación para Yépez, quien ya se puso como objetivo pasar de la plata al oro en Los Ángeles 2028.
Por otra parte, la lucha también se encuentra en su mejor momento histórico en Ecuador. Luisa Valverde consiguió su segundo diploma olímpico consecutivo, mientras que Génesis Reasco se quedó a una victoria del bronce.
Se espera un gran crecimiento de esta disciplina en los próximos años, con otros nombres que también obtuvieron logros en este ciclo olímpico, como Jacqueline Mollocana, Jeremy Peralta, Leonela Ayoví o Vicky León.
Pesas: medallas seguras y más alegrías por venir
Es increíble como la halterofilia le dio dos medallas a Ecuador en estos Juegos Olímpicos, pero aun así los aficionados se quedaron con ganas de más. Es claro que las exigencias son cada vez más altas y nuestras pesistas nos han acostumbrado a los máximos rendimientos.
Pero las dos medallas de bronce no deben sabernos a poco, considerando el complicado ciclo olímpico que ambas afrontaron. Neisi Dajomes sufrió una lesión en su hombro, tuvo que cambiarse de categoría y mantuvo un intenso enfrentamiento con Tamara Salazar por el único cupo olímpico, mientras que Angie Palacios sufrió una lesión a apenas semanas de su participación y estuvo en duda de ir a París.
Ambas aún son deportistas jóvenes, con muchos ciclos olímpicos por venir. Nadie duda de su constante sacrificio y esfuerzo y es obvio que más medallas llegarán en el futuro.
Y qué decir, además, de Lisseth Ayoví, quien en sus primeros Juegos Olímpicos terminó cuarta, en la categoría más difícil de todas, la de + 81 kilogramos. Su eterna sonrisa durante toda su participación demuestra la satisfacción de un ciclo olímpico impecable.
La halterofilia se convierte en una disciplina que asegura medallas y diplomas para nuestro país, y atención que Jessica Palacios, la hermana menor de Neisi y Angie, va por el mismo camino del éxito y también sueña con la gloria olímpica.
Boxeo, una nueva ilusión para el país
Previo al comienzo de los Juegos, las proyecciones de medallas estaban apuntadas, con argumentos y razón, hacia la marcha, la lucha y la halterofilia. Sin embargo, en París, una nueva disciplina sorprendió y estuvo a punto de llevarse sus primeras medallas olímpicas.
Y lo más sorprendente es que llegó del boxeo, un deporte que ha estado completamente abandonado en los últimos años, debido al ego de sus dirigentes, que ha provocado que haya dos federaciones, peleadas entre sí, y que hizo que los deportistas lleguen a París con poca preparación y casi sin competencias internacionales a sus espaldas.
Es un logro gigante, que demuestra el coraje de nuestros pugilistas. Con todo en contra, se llevaron dos históricos diplomas. María José Palacios, de 25 años, y Gerlon Congo, de 23 años, se quedaron a solo una victoria del bronce. Además, se esperan grandes cosas de José Gabriel Rodríguez, subcampeón en los Panamericanos.
Los boxeadores ecuatorianos tienen hambre de gloria, de conquistar los podios más importantes del mundo. Ojalá puedan recibir el apoyo y la calma organizacional que merecen para conseguir sus objetivos.
Disciplinas que necesitan de recambio
Estos Juegos Olímpicos pudieron haber sido los últimos para algunos deportistas, quienes, además, fueron los únicos que representaron al país en sus actividades.
La triatleta Elizabeth Bravo, con 37 años, compitió en su cuarta edición. La cuencana ha sido una referente en su deporte, pero se espera que nuevos nombres aparezcan y se clasifiquen en el futuro, como el de Paula Vega.
En tenis de mesa, Alberto Miño, de 33 años, avanzó una ronda. El deportista, quien actualmente juega en Alemania, tiene a dos potenciales sucesores, como Nathaly Paredes y Emilano Riofrío, quienes también han estado en equipos europeos.
En judo, Vanessa Chalá, de 34 años, cumplió con sus segundos Juegos Olímpicos. Ella es el ejemplo para una nueva generación de judocas que consiguen logros continentales, como Juan Pablo Ayala o Astrid Gavidia.
Y en ciclismo, Jhonatan Narváez, quien obtuvo el único cupo en lugar de Richard Carapaz, no pudo destacarse debido a un problema mecánico. En esta disciplina hay varios deportistas con proyección, como Harold Martín López, además de que se anhela la clasificación en la modalidad femenina, con Miryam Núñez o Ana Vivar.
Disciplinas con proyección clara
París recibió a dos pentatletas ecuatorianos, ambos jóvenes. Andrés Torres (de 23 años) y María Sol Naranjo (16 años) no tuvieron participaciones destacadas, pero su historia deportiva recién está comenzando y se espera mucho de ellos en los próximos ciclos.
En natación, David Farinango (aguas abiertas, de 23 años) y Anicka Delgado (piscina, de 22 años) cumplieron con sus segundos Juegos Olímpicos y tienen toda una carrera por delante para seguir desarrollándose y mejorar sus marcas y participaciones.
Y en atletismo, hay una gran proyección en las velocistas Nicole Caicedo y Anahí Suárez y la vallista Maribel Caicedo, quien llegó a las semifinales en sus primeros Juegos.
En definitiva, Ecuador acaba de cumplir con la mejor participación de su historia y hay que celebrarlo, pero inmediatamente comienza un nuevo ciclo olímpico y los deportistas no paran de soñar.
Para Los Ángeles 2028, es posible ilusionarse con incluso más medallas y nuestros atletas están listos para romper la historia. Ahora solo queda esperar que reciban el apoyo y el financiamiento necesarios, para poder llegar al potencial y a los logros que se merecen.
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