Daniel Pintado y un oro olímpico a los pies de la Torre Eiffel
El marchista ecuatoriano logró su primera medalla en unos Juegos Olímpicos. Lo hizo luego de completar la prueba con un tiempo de 1:18:55. ¡Así se vivió el momento!
El marchista Daniel Pintado luego de cruzar primero la meta de los 20 kilómetros marcha y consagrarse campeón olímpico, el 1 de agosto de 2024.
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Doménica Figueroa / PRIMICIAS
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DESDE PARÍS, FRANCIA
El reloj marca las 06:00 y resta una hora para la competencia más importante de la vida de Daniel Pintado.
El sol no salió. La lluvia se convirtió en protagonista y provocó que la subida al podio del cuencano demore más de lo esperado. ¡Todo parecía alinearse!
La prueba se reprogramó y el público que llegaba hasta el Trocadero intentaba resguardarse del aguacero. Sin embargo, minutos más tarde, tenía que protegerse del sol.
Las pantallas anunciaban que los 20 kilómetros marcha se llevarían a cabo a las 08:00 (hora local) y ya no a las 07:00 (hora local) como previamente se había programado. Y todos estaban impacientes.
Las expectativas por Daniel Pintado eran evidentes en las decenas de ecuatorianos que, con sus banderas y gritos de aliento, se hacían notar en la capital francesa.
Llegó la hora. Más de 30 grados de temperatura, un calor sofocante y unas ganas de comerse el mundo tenía Daniel Pintado. El resto: solo quería verlo subir al podio a los pies de la imponente Torre Eiffel.
Con el número 29 en su pecho, gafas oscuras, una pañoleta blanca en su cuello y una cinta de cabello, el marchista ecuatoriano partió. Se mantuvo en el grupo principal e iba marcando ritmo.
Su camiseta, con la bandera de Ecuador, estaba completamente mojada por el sudor en tan solo el primer kilómetro. Pero Daniel Pintado no paraba por nada. Parecía que no veía, no escuchaba, no pensaba en nada.
Se concentró al 100%. Todo marchaba, literalmente, bien. Seguía en el pelotón y cada vez que pasaba cerca de algún grupo de ecuatorianos todos gritaban "Vamos Daniel", "Ecuador sí se puede", "Dale, dale".
Su objetivo era subirse a lo más alto del podio y, a la mitad de la prueba de los 20 kilómetros marcha, Daniel Pintado ya registraba un tiempo de 40:22.
Se veía bien. Tranquilo. Relajado. El cuencano de 29 años había preparado toda su vida para eso. Nada podía salir mal.
A falta de cuatro kilómetros todos se ilusionaron con verlo campeón. La competencia era intensa y había nueve marchistas en la punta.
Mexicanos, peruanos, colombianos y gente de todo el mundo preguntaba quién era el marchista número 29. Los ecuatorianos sí sabían. Era el nuevo campeón olímpico. El nuevo centro de atención. Era Daniel Pintado.
Y llegaron los kilómetros finales, los más duros para muchos, pero los mejores para el tricolor que estaba lleno de confianza y con un físico increíble en medio de un calor abrumador.
¡Último kilómetro! Daniel Pintado es primero. La piel se eriza. Los ojos de los ecuatorianos se llenan de lágrimas. Los nervios invaden. Y el orgullo no cabe.
Es la última vuelta y la ilusión es cada vez más grande...Daniel Pintado se asoma por la Torre Eiffel y va avanzando a paso firme hacia la meta. La organización pone la cinta exclusivamente para él.
El corazón late a mil por hora. La respiración es más fuerte, se acelera... y viene Daniel, viene un nudo en la garganta también. Los pasos finales son intensos, se van a completar los 20 kilómetros y Ecuador un campeón.
Se vienen a la menta un sinnúmero de ideas, pensamientos y parece que el tiempo se detiene. Daniel Pintado cruza la meta, levanta los brazos, se arrodilla...
Celebra como Cristiano Ronaldo. Salta y hace el movimiento del famoso 'Siuuu'. Decenas de ecuatorianos se abrazan, gritan, lloran y festejan en París y se unen con las celebraciones en Ecuador. Daniel vio a sus hijos en la pantalla de la meta porque no pudieron acompañarlo en esta ocasión.
¡Emoción total! Lágrimas de propios y extraños y un sentimiento incomparable. Pocos los vieron en vivo, de cerca, pero Ecuador entero lo celebró. Daniel de oro. Daniel campeón.
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