Andrés Chocho: de referente y rival, a entrenador del campeón olímpico Daniel Pintado
Andrés Chocho ha sido una pieza clave en la carrera de Daniel Pintado, desde sus inicios hasta la medalla de oro en París.
Daniel Pintado se abraza con Andrés Chocho, una vez culminada la prueba de los 20 kilómetros en París, el 1 de agosto de 2024.
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Daniel Pintado cruzó la meta de los 20 kilómetros en los Juegos Olímpicos en París e inmediatamente se fue abrazar a Andrés Chocho, en un emotivo momento. No era para menos, él ha sido la figura más importante de su vida deportiva.
El cuencano se inició en la marcha gracias a la inspiración de Chocho. Él lo vio competir y se emocionó por este deporte. Inmediatamente, Pintado se unió a la icónica escuela de Luis Chocho, padre de Andrés, y se formó en esta disciplina.
"Él fue mi primer referente en la marcha, desde que lo conocí me gustaban los resultados que obtenía", explicó en una entrevista con PRIMICIAS.
Daniel Pintado se fue desarrollando y se convirtió en una gran proyección de la marcha ecuatoriana. Y, de un momento a otro, el azuayo se inscribió en las mismas competencias que su ídolo, quien se convirtió en un rival, pero también en un compañero y colega.
"Luego, subí a la categoría adulta y me tocaba competir con él, siempre era difícil. Cuando veía sus entrenamientos, me parecían interesantes los trabajos que realizaba, era muy profesional, lo comparo con el trabajo que realiza Cristiano Ronaldo, porque siempre estaba al 100% concentrado".
Daniel Pintado y Andrés Chocho fueron a dos Juegos Olímpicos juntos, a Río 2016 y Tokio 2021. Los cuencanos desarrollaron una amistad muy linda, que sirvió para la evolución de la carrera de Pintado.
Al término de Tokio, Pintado le pidió a Chocho que se convierta en su entrenador. Y Andrés, que estaba justamente haciendo la transición a esta nueva etapa, se convirtió en el nuevo guía del próximo campeón olímpico.
"Siempre fue mi idea trabajar de esa manera. Entrenando con él he aprendido mucho, en el aspecto de la recuperación, en el entrenamiento, y en la vida personal, para que encaje con lo deportivo".
La influencia de Chocho se visualizó inmediatamente. Pintado bajó sus marcas una y otra vez y en este ciclo olímpico obtuvo los resultados más importantes de su carrera: fue campeón panamericano y sudamericano y subcampeón mundial.
La dupla tenía claro que solo faltaba una medalla en el palmarés: la de los Juegos Olímpicos. París se presentaba como la oportunidad idónea. "Estoy en el mejor momento de mi carrera, sin dudas", dijo Pintado, a un mes de la competencia.
Llegó el jueves 1 de agosto y Chocho le dio un último mensaje a Pintado, previo al inicio de la prueba. "Me dijo que soy un vehículo de seis velocidades. Me dijo que fuera en la carrera a cinco velocidades y que ya él me iba a decir cuándo meter la sexta. Y no se equivocó. Yo físicamente pensé que no podía, pero sí que pude".
Daniel Pintado fue el protagonista de los 20 kilómetros, se mantuvo entre los punteros en cada vuelta al circuito, fue el que mejor estado físico exhibió y puso el ritmo a sus rivales.
Llegó el último kilómetro. Pintado creía que aún faltaban dos vueltas más, pero el sonido de la campana le decía que era el momento del último esfuerzo. Y ahí, a un lado, Andrés Chocho le dio la señal, que ponga 'sexta' y que asegure ese oro.
Y Daniel, convencido del trabajo, la preparación y los consejos que había recibido, le hizo caso a su entrenador y atacó, dejando atrás a marchistas de primer nivel como el brasileño Caio Bonfim y el español Álvaro Martín.
En solitario, Daniel Pintado llegó a la meta. Gritó, celebró como Cristiano Ronaldo y fue a abrazar a su maestro. Se cumplió el objetivo. Todo gracias a esa figura que ha sido Andrés Chocho, quien pasó de ser su referente, a su rival, al entrenador que lo llevó a la gloria olímpica.
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