El Nacional y su milagro pre-navideño en la Copa Ecuador: los pobres derrotaron a los millonarios
El triunfo de El Nacional en la Copa Ecuador puede ser mal usado para romantizar la angustiante situación financiera de los equipos del país.
Jugadores de El Nacional festejan el primer gol a Independiente del Valle, el 27 de noviembre de 2024 en el estadio de Liga de Quito.
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Lo sublime del fútbol es que siempre hay espacio para la victoria más inesperada y, esta vez, El Nacional, un grande convertido en el pariente pobre y endeudado del fútbol ecuatoriano por culpa de sus pésimos dirigentes, ha conseguido ganar la Copa Ecuador al vencer a Independiente del Valle, al que le sobran los billetes.
A vuelo de pájaro, estábamos en un típico duelo de David y Goliat o, como dijo alguien, entre Cenicienta e Ivanka Trump. Basta mencionar la dolorosa realidad de El Nacional, cuyos jugadores no cobran sus sueldos desde hace seis meses, y compararla con la del rival, quizás el club (empresa, en realidad) más sólido del país, para comprender la dimensión de este triunfazo, que será legendario con el tiempo.
Afinando más la mirada, es claro que El Nacional, pese a su desgracia financiera, no cuenta con un mal plantel. De hecho, es sorprendente que el arquero, uno de los héroes de este equipo, no sea llamado a la Tricolor, pero sí vaya regularmente el guardameta de Independiente del Valle, que en esta final le marcaron un gol con el balón pasando entre las piernas.
No obstante, este milagro pre-navideño puede ser mal usado para romantizar la angustiante situación de los equipos importantes de Ecuador. Lo que sufre El Nacional también se repite con otros grandes equipos del país y puede caerse en la tentación de proclamar: "lo más imporante es defender los colores".
Y no es así. Lo más importante es la dignidad. Todos los futbolistas profesionales merecen estar al día en sus sueldos. Un triunfo pese a la adversidad financiera no puede justificar este maltrato. Y, aunque el fútbol siempre deja una rendija para los milagros anecdóticos, con el tiempo siempre termina premiando la solidez.
Independiente perdió esta vez, pero seguirá ganando más partidos y títulos con el tiempo, y 'vendiendo' jugadores. Quién sabe si El Nacional, de persistir su crisis, podrá repetir esta hazaña en el corto plazo.
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