La última oportunidad de Kendry Páez para demostrar que no es un jugador chimichurri

Todos presenciamos el hundimiento de Kendry Páez en 2024. Desde esa fatídica jornada en que utilizó su día libre para meterse en un night club de Nueva York, el juego de esta promesa del fútbol ecuatoriano ha ido decayendo a la velocidad de un meteoro que entra en la atmósfera. Incluso, hemos visto esa corteza de fusión, ese resplandor que indica el fin. 

Por eso, ha sido un auténtico atentado a la inteligencia que Kendry Paéz conste entre los nominados a mejor jugador de la LigaPro 2024. Solo a alguien que le tiene mucho cariño, pero que raya en la incompetencia, puede nominarlo luego de que perdió la titularidad en su club.

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Esto no lo ayuda para la gran meta de este 2025 que se trazó Kendry Páez: elevar, no el volumen de clics de TikTok, sino el de su juego, y demostrar que no se trata de un invento de la prensa, de un jugador chimichurri o de una estrella fugaz. Nominarlo a este premio de forma tan inmerecida solo abona material a sus detractores.

Kendry Páez tiene un año complejo por delante, pues en verano ya se marcha al Chelsea. Por eso, regresa a una Tricolor juvenil luego de que, irresponsablemente, se lo puso en la Selección de adultos y se lo privó de asistir al Mundial Sub 17, que era lo normal. Esa fue una falla del míster Félix Sánchez, pedirle a un adolescente cosas de adultos. 

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Brillar en el Sudamericano Sub 20 es obligatorio, para luego ayudar a Independiente del Valle y a la Selección Nacional en las eliminatorias, aunque en este último equipo no tiene un lugar asegurado como titular. 

Y no habrá tiempo para más, porque será el momento de hacer maletas y ponerse a las órdenes del Chelsea o, mejor dicho, del equipo al que lo manden sus nuevos patrones.