¿Emelec está listo para ir de cabeza al descenso? ¿O hay esperanzas de una campaña heroica en este 2025?
No hay mayor espacio para soñar con una temporada gloriosa en Emelec. Con evitar entrar en la liguilla del descenso con Vinotinto, los hinchas se darán por servidos.
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Jorge Célico dirige una práctica de Emelec, el 23 de enero de 2024.
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Pocas veces se ha visto a Emelec en una crisis tan aguda como la que actualmente sufre esta tradicional institución guayaquileña. El Campeonato 2025 de la LigaPro no ha comenzado, pero la palabra "descenso" comienza a pronunciarse entre los hinchas y simpatizantes. El Fantasma de la B ronda en el Capwell antes del pitazo inicial. Es un déjà vu que evoca al Deportivo Quito.
Los desastrosos partidos de preparación de enero, uno peor que otro, y el despido del entrenador colombiano Leonel Álvarez han puesto a la parcialidad azul a pensar que el gran objetivo de 2025 es conservar la categoría, y nada más.
No hay mayor espacio para soñar con una temporada gloriosa. Con evitar entrar en la liguilla del descenso, los hinchas se darán por servidos. Sería tan 'cringe' verlo luchar por la permanencia con Vinotinto. Y arañar un cupo en la Copa Sudamericana sería, por lo tanto, el éxtasis.
También cunde el desánimo general porque Emelec no puede reforzarse y porque el reemplazo de Álvarez es Jorge Célico, un entrenador que no está hecho -no ha demostrado lo contrario- para un equipo que no sea Universidad Católica. Es más, Célico está acostumbrado a fallar en el partido decisivo. Es tan salado, que en un bingo perdería aunque tuviera todas las cartillas. Es casi paradójico que su segundo nombre sea Fortunato.
Para colmo, no aparece el gran candidato en las elecciones presidenciales en Emelec, el de la billetera gorda. La crisis azul es tan profunda que se necesita dinero, constante y sonante, de forma imperiosa. La falta de liquidez causó los vergonzosos amistosos de enero, debido a que la dirigencia priorizó el dinero en lugar del aspecto deportivo.
¿Es posible escapar de este destino? Aunque el fútbol se ha vuelto predecible, de todos modos existe la posibilidad de que Emelec, si hay pundonor, navegue con astucia en el primer semestre para lograr reforzarse en la segunda mitad de año.
Quizás Célico puede sacar el mejor provecho de los juveniles, su gran especialidad, y logre que el Capwell sea un fortín o al menos un lugar para obtener los puntos necesarios para tener al Fanstasma de la B a raya.
No obstante, la tragedia de Emelec radica en que, si carece de dinero, es probable que pierda puntos e incluso descienda por no honrar sus deudas, por más que cumpla en la cancha. Ni Don Ramón, en su pobreza más palpable, temió tanto por los embargos y los acreedores.
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