¿Beccacece será un técnico 'chimichurri'? ¿O será que los 'chimichurris' somos nosotros?
El debut de Sebastián Beccacece al frente de la Tricolor fue una copia de lo que suele ocurrir con la Selección: mucho esfuerzo, poca recompensa. Muy 'chimichurri'.
El seleccionador Sebastián Beccacece en un entrenamiento en Quito, el 5 de septiembre de 2024.
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EFE
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Ecuador perdió con Brasil, algo totalmente dentro de los pronósticos, incluso a pesar de que la tropa que comanda Vinicius Jr. es un esperpento al lado de los Scratch de antaño. Ese no es el problema. Pero este debut de Sebastián Beccacece al frente de la Tricolor puede hacernos pensar que el cambio de timonel no servirá para lo más importante: salir de la mediocridad.
Hace rato, Ecuador es mediotablero. Ya se perdió la exigente meta de colocar al fútbol ecuatoriano como el tercer mejor balompié de Sudamérica, solo por detrás de Argentina y Brasil. Parece que el pésimo desempeño de los clubes en las Copas y el reciente mal paso en la Copa América de 2024 nos recordó que todavía no le ganamos a nadie.
Y ahí está la pregunta: ¿Sebastián Beccacece viene a ayudar a conseguir ese anhelado salto de calidad, o solo viene a comandar el barco hasta el Mundial 2026 con lo justo, porque de todos modos entran seis y tambien hay repesca? Ojalá que sea lo primero, aunque lo visto ante Brasil fue, básicamente, lo mismo de siempre.
Otra vez, Ecuador empezó cauto. De nuevo, regaló la pelota por mucho tiempo y luego, ya al final, se inyectó una tardía dosis de adrenalina para atacar. Es una copia de lo que pasaba con el míster, regalando 45 minutos y, tras el pitazo final, proclamando que faltó suerte para empatar. Guion previsible. Mucho esfuerzo, poca recompensa.
Lo peor es que también persisten las nóminas con sorpresas estrafalarias, las ausencias inexplicables y, lo más importante, la descompensación, sobre todo en el ataque. Y eso es un reflejo de las órdenes del entrenador: ¿ponerse a levantar centros cuando en la cancha no existe un 9 de oficio? Es como abrir el paraguas en una piscina bajo techo.
Ojalá que este debut no represente la real capacidad de Beccacece y que no sea un entrenador chimuchurri. Pero, y eso ya sería terrible, a lo mejor los chimichurris somos nosotros con todo y 'generación dorada', y no existe posibilidad de salir de la vulgaridad, no importa quién sea el técnico.
Esperemos al duelo con Perú, rival que debe ser derrotado obligatoriamente, para ver de qué está hecho el entrenador.
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