¿Antonio Valencia merecía un partido de despedida de la Tricolor?

Antonio Valencia se quedó como la estatua de Rodin, esperando sentado un homenaje que nunca llegó. Valencia jamás creyó que los sucesos del tristemente célebre piso 17 lo privarían, no solo de seguir jugando en la Tricolor en el último tramo de carrera que le permitía su rebelde rodilla, sino también de un homenaje por su trayectoria en la Selección Nacional.

La sensación de despecho permanece en Valencia, que comentó con evidente sana envidia la despedida que recibió el uruguayo Luis Suárez en la reciente jornada de eliminatorias. "Qué linda despedida que te dio Uruguay. Pequeños detalles que marcan la diferencia. Tenemos que seguir aprendiendo, aún estamos lejos", escribió 'Toño' en su cuenta de la red social X.

En Ecuador no existe la costumbre de realizar despedidas a sus seleccionados, ni siquiera a los de altísima trascendencia. Solo se espera que se extingan y no regresen cuando es evidente su decadencia.

En rigor, no queda claro cuáles son los requisitos o los méritos que un seleccionado debe reunir para merecer un homenaje. No están escritos. Y, por eso, la dirigencia no siente obligación alguna de realizar algo para los cracks de antaño.

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Claro, se dirá que Luis Suárez, ya que fue citado por Valencia, lo ganó casi todo con la celeste, que jugó partidos memorables y muchas más cosas. Pero no era perfecto (nadie lo es). Mordía a los rivales. Fue sancionado por racismo. En 2023, hasta falló tres penales. 

Pero una cosa es el inevitable balance, casi siempre implacable y subjetivo, que se aplica a las estrellas, y otro privar del reconocimiento a una figura. 

El 'hate' por el piso 17, un episodio que tuvo sus matices y que no fue el drama que muchos quisieron pintar, influyó para que Valencia no regresara a la Selección. El fracaso de la Copa América de 2019, la pandemia y la necesaria renovación que aplicó el DT Gustavo Alfaro conspiraron en contra de que Valencia llegara a los 100 partidos con la Tricolor. Bastaba un cotejo amistoso con la siempre fiable Honduras para alcanzar esa cifra, pero no pudo ser.

Quizás sea bueno definir algunos parámetros para despedir a los cracks de la Tricolor, un puñado de requisitos mínimos, un Salón de la Fama o algo. Un país debe reconocer a sus héroes del deporte.