¿Por qué siguen las adulteraciones de identidad en el fútbol ecuatoriano? Estos son los culpables
Las autoridades de Ecuador han sido incapaces de poner fin a las adulteraciones de datos de identidad de los jugadores.
Varios jugadores ecuatorianos se han visto involucrados en casos de adulteración de documentos.
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Desde el escándalo de Moisés Cuero en 1999, cuando se descubrió que el crack del Sudamericano Sub 17 en realidad tenía 20 años, no han parado las adulteraciones de identidad de los jugadores. Fue el inicio de los populares 'niños con bigote'.
No las han frenado ni las sanciones (que ya no son de por vida) ni las investigaciones (que rara vez llegan a tribunales) ni el escarnio público. Todos los clubes, por más controles que realicen, caen en sus redes, desde los que ganan copas internacionales hasta los que viven peleando en zona de descenso.
Álexander Bolaños, de Independiente del Valle, es el último caso, lo que demuestra que ni el llamado "club diferente" se escapa de ser víctima de estos tramposos y cuasi-delincuentes. Pero los jugadores atrapados usando documentos adulterados son tantos, que hasta podríamos cantar un rap con sus nombres:
Eladio Mideros, Jesús Montaño, Walter Ayoví, tu cédula yo no vi...
Moisés Cuero, Byron Castillo, Dida, donde naciste es mentira...
Ángel Cheme, Rinso López, Carlos Moreno, mentiste e irás al infierno...
La adulteración de datos de identidad es un virus resistente, con anticuerpos. ¿Por qué parece invencible? Sencillo: no se castiga a todos los culpables. Algo pasa que no se alcanza a sancionar a esta especie de santa trinidad de la adulteración de datos. Estos son los culpables:
Los padres de familia.
- No existe ningún caso de adulteración de datos sin la complicidad de la familia. Jamás se ha enjuiciado a un padre o madre o al familiar cómplice. Quizás la excusa de que la pobreza les lleva a la desesperación ha evitado que el sistema de justicia los persiga.
Funcionarios corruptos del Registro Civil.
- Que se sepa, no se ha castigado a ningún empleado público por prestarse a las adulteraciones.
Los agentes.
- La idea de cometer este delito jamás sale del jugador, sino de representantes que se acercan a la familia y les proponen el trato.
Mientras el jugador sea el único sancionado, continuarán los casos de 'niños con bigote' y el fútbol ecuatoriano seguirá vergonzosamente manchado.
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