Humedad y falta de mantenimiento, dos aspectos que preocupan del estadio Olímpico Atahualpa
La humedad y la falta de mantenimiento implican un riesgo para cualquier estructura. La del estadio Olímpico Atahualpa no es la excepción. Desde 1951, el año de inauguración, sus instalaciones no han tenido un cuidado adecuado.

Así luce tanto el exterior como el interior de la fachada del estadio Olímpico Atahualpa, en Quito, en marzo de 2025.
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PRIMICIAS
Autor:
Redacción Primicias
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Basta con pararse en las inmediaciones del estadio Olímpico Atahualpa, al norte de Quito, para darse cuenta de que está completamente abandonado.
Goteras en la tribuna principal. Hierros oxidados a la vista. Pintura desgastada. Bares viejos. Baterías sanitarias en mal estado. Las cabinas de prensa sin mantenimiento. Ni hablar de los pupitres. Una fachada impresentable.
"El estadio cumplió su vida útil. Tenemos fallas estructurales. Está colapsado", admitió Jaime Ruiz, expresidente de la Concentración Deportiva de Pichincha, el 10 de marzo de 2023.
Dos años y un mes después, el estadio sigue exactamente igual. Apenas se pintaron las paredes y las gradas de la preferencia. Pero no es suficiente. No es lo urgente.

PRIMICIAS recorrió el estadio Olímpico Atahualpa, sobre todo la tribuna principal, en donde se ubica la visera. Allí se presentan la mayor cantidad de dificultades en cuanto a humedad y mantenimiento.
Daniel Elmir, ingeniero civil y desarrollador inmobiliario, aseguró que a simple vista el estadio no ha tenido un mantenimiento adecuado en muchos años.
Y se sorprendió al observar las esquinas y las puntas de la visera, en donde prevalece un color negro. Según Elmir, eso es humedad, y existe el riesgo de que en algún momento se desprenda una de esas partes y caiga a la tribuna.
"La humedad y la falta de mantenimiento siempre implican un riesgo para las estructuras, porque hay que tomar en cuenta que todas están hechas con acero, y al momento en el que el acero está en contacto con el agua, empieza a corroerse, mas aun en una estructura que tiene casi 75 años", explicó.

Y agregó que el estadio debería someterse a un análisis profundo, para así tener un diagnóstico más preciso sobre sus problemas y detectar si hay afectaciones serias estructurales.
De todas formas, Elmir insistió en que el Municipio de Quito debería "tomar cartas en el asunto" y demolerlo para dar paso a uno nuevo. Incluso, señaló que construir un nuevo estadio implicaría menos recursos económicos que remodelarlo.

Por su parte, el ecuatoruano Diego Palacios, ingeniero civil y miembro de la empresa que diseña la cubierta del estadio Camp Nou (Fútbol Club Barcelona), coincide en que es necesario desarrollar un control de calidad.
"Lo que se debería hacer es un estudio de la resistencia del hormigón de una columna y una viga. Además, un ensayo de resistencia del acero de refuerzo y pruebas químicas del hormigón, para saber si realmente está afectado solo por la humedad o hay algún agente en el ambiente".
Palacios también se mostró preocupado al ver una parte de la estructura, en la tribuna principal, que está perdiendo hormigón debido a la humedad. "Eso sí es muy riesgoso".
"Es peligroso para el público usarlo tal como está, pero tampoco veo alguna fisura que suponga como riesgo de colapso", reconoció.
Miguel Ángel Pavón, actual presidente de la Concentración Deportiva de Pichincha, dueña del estadio, dijo que justamente es necesario hacer un análisis y un estudio detallado, para saber si la mejor opción es derrocarlo o remoderarlo.

De hecho, en febrero de 2025, se creó la Comisión Pro Estadio, encargada de recopilar la mayor cantidad de información posible sobre el Atahualpa, establecer parámetros y tomar decisiones sobre el proyecto.
"A nosotros como CDP nos interesa una remodelación, no un derrocamiento, sobre todo por el cariño que le tenemos al estadio. Pero, además, porque no tenemos las garantías de que si se derroca, después se construya uno nuevo".
Asimismo, Pavón reveló que esos estudios y análisis de la estructura del estadio deben sobrepasar los USD 500.000, con lo cual invitó a empresas privadas a apoyar a la institución. "Bienvenido sea, porque nadie lo va a hacer gratis".
De todas formas, Pavón cumplió con lo que ofreció en una charla con PRIMICIAS en febrero de este año: empezaron a pintar las tribunas.
También contó que, en el segundo semestre del año, arreglarían los baños y los camerinos. Y si es que cuentan con el apoyo de la empresa privada, se instalará un marcador electrónico y butacas en el resto de localidades. Aunque eso, a estas alturas, parece imposible.
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