Liceth Suárez es mamá, estudiante, arquera de Liga de Quito y sueña con jugar la Copa América con Ecuador
Liceth Suárez nació en Santo Domingo, pero vive en Quito hace más de un año. Es la única mamá en todo el plantel de las Guerreras Albas y hace poco recibió su primer llamado a la Selección. Su objetivo es jugar la Copa América con Ecuador.

Liceth Suárez después de una entrevista con PRIMICIAS, el 27 de marzo de 2025.
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Gonzalo Calvache / PRIMICIAS
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Liceth Suárez está disputando su sexta Superliga femenina consecutiva. Tiene 28 años y es una de las jugadoras más experimentadas en el plantel de las Guerreras Albas de Liga de Quito. Hace poco fue convocada por primera vez a la Selección.
Sin embargo, el camino no ha sido fácil. Hasta hace seis años, Liceth jugaba en equipos amateur o semi profesionales, con el sueño de dedicarse por completo al fútbol.
Y lo logró gracias a la propuesta que le hizo Liga de Quito. "Ya me habían buscado en otras ocasiones, pero yo trabajaba en Santo Domingo y tenía a mi hija allá, por eso no podía venir", cuenta la portera titular de LDU.
Suárez jugaba en Espuce. Entrenaba dos o tres días a la semana, disputaba los partidos y se regresaba a Santo Domingo a trabajar como cajera en un centro comercial y a cuidar de su hija, Emily. Pero en 2024, Guerreras Albas necesitaba una arquera con recorrido y trayectoria y Liceth encajaba perfecto.
"Tomé la decisión de venir a Liga porque me aceptaron que venga con mi nena, me ayudaron con todo, con la escuela, con el traspaso, fue fundamental la ayuda que me brindaron. Para mí es un logro muy importante y me da mucha tranquilidad", cuenta Liceth, muy emocionada.
En Liga encontró tranquilidad y estabilidad. Ya no tiene que buscar otro trabajo. Se dedica 100% a ser futbolista y a cuidar de su pequeña hija. De hecho, Liceth es la única mamá del plantel de las Guerreras Albas y Emily es muy querida por el cuerpo técnico y las jugadoras.
"Cuando los partidos son en Quito, mi hija está con las jugadoras en el bus y comparte con nosotras. Estuvo entrenando en Liga. Juega muy bien, le encanta el fútbol (…) Mi nena es todo lo contrario a mí. Es más sociable, más cariñosa, más amorosa, yo soy más ruda. Todas las chicas le tienen mucho cariño, tiene una buena amistad con los profes".

Liceth es madre soltera y cuando habla de su hija, se conmueve. Asegura que es una guerrera porque "hay momentos que he tenido que estar lejos, ella se queda sola en casa. Para la edad que tiene es muy madura y siempre le digo que me ayuda demasiado".
Pero en la familia hay otra guerrera. Doña Elena, mamá de Liceth y de otros siete hijos (cinco mujeres y tres hombres). Ella le ayudó a criar a Emily en los primeros años.
"Mi mamá no me dejó abandonar mis sueños. Quería verme crecer. Se quedaba con la nena y me decía: 'anda a los entrenamientos y a los partidos' y ella enviaba a mi hija a la escuela. La hemos luchado juntas".
Liceth Suárez, jugadora de las Guerreras Albas
Doña Elena se quedó con Emily apenas un mes después de haber nacido, porque Liceth se fue a jugar un partido con Japan Auto, el equipo en el que militaba en ese entonces. "Al mes de dar a luz ya me fui a jugar. Me necesitaban y eso me generaba un ingreso, por eso lo hice".
Liceth Suárez empezó a jugar al fútbol en la Federación de Santo Domingo, luego pasó a Japan Auto y Ñusta FC de Cuenca. En 2020 jugó la Superliga con Quito FC, después pasó a Espuce y en 2024 aterrizó en Liga de Quito.
En las Guerreras Albas se ha consolidado. La temporada pasada se lesionó justo en las semifinales contra Dragonas IDV. No pudo tapar en el partido más importante de su carrera. "Me dolió demasiado".
Pero no se desesperó. El fútbol le ha enseñado que todo llega a su tiempo. Se operó del dedo meñique y regresó a los entrenamientos dos meses después. Y en febrero de 2025 recibió la gran noticia: fue convocada a la Selección.

"El profe (Eduardo Moscoso) me dio la confianza, las chicas me dieron la confianza, me pude soltar, pude hacer mi trabajo. Fue mi debut soñado, hice las cosas de buena manera, ganamos".
En su debut, Ecuador goleó 4-1 a El Salvador, en el estadio Rodrigo Paz Delgado, en un partido amistoso de preparación para la Copa América. Y hace pocos días, volvió a jugar con la Tri y la Selección volvió a ganar: 1-0 ante Costa, en el estadio José Rafael Meza, en Cartago.
Después de varios años de sufrimiento, Liceth atraviesa su mejor momento. Ha entrado muy bien en el grupo de la selección ecuatoriana y trabaja cada día para ganarse la convocatoria para jugar la Copa América.
Ecuador será la sede de la Copa América que se jugará del 12 de julio al 2 de agosto de 2025. Este torneo entrega cupos a los Juegos Panamericanos 2027 y dos cupos directos a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.
Además, la selección campeona disputará la Finalissima 2026, contra el país campeón de la Eurocopa Femenina 2025.
Cuando a Liceth le preguntan ¿para qué está Ecuador en la Copa América 2025? Ella no duda. "Para muchas cosas. Las chicas se están preparando de una manera increíble enfocadas en la Copa América. Cada fecha FIFA se vive con el corazón, con el alma, tenemos que ganar, estamos tan mentalizadas que tenemos que hacer las cosas bien".

Los sueños de Liceth son grandes. Por eso ya ha empezado a prepararse académicamente. Está cursando el último semestre de la carrera de logística y transporte. Ya realizó sus prácticas preprofesionales y se ilusiona con algún día tener un negocio propio de logística.
"Cuando ingresé la universidad no era mi idea estudiar esa carrera, pero sabía que debía estudiar. Poco a poco me enamoré de la profesión, me siento identificada y estoy a un semestre de guraduarme. Ya hice mis prácticas y le cogí más amor aún. Después del fútbol me voy a dedicar a eso".
Pero el retiro está lejos todavía. En realidad, después de varios años de lucharla, Liceth Suárez atraviesa su mejor momento como futbolista profesional y quiere disfrutarlo. "Estoy muy feliz, muy tranquila. Estar con mi nena y jugar al fútbol, que es lo que me apasiona. Siento que gané. Ya gané".
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