Daniel Pintado: "Aún me faltan muchos títulos, quiero ser campeón mundial"
El campeón olímpico detalla, en una entrevista exclusiva con PRIMICIAS, cómo ha sido su vida desde que ganó la medalla de oro en París y qué nuevos objetivos se plantea para el futuro.
Daniel Pintado, durante una entrevista con PRIMICIAS en Quito, el 15 de agosto de 2024.
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Felipe Núñez / PRIMICIAS
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Todo es un sueño para Daniel Pintado. Ser campeón olímpico, ser aclamado por miles de cuencanos, recibir una casa... ha sido un mes de locura para el marchista ecuatoriano.
"Mi hijo me pellizca para que me dé cuenta de que es la vida real, que no estoy soñando", dice el atleta, quien ganó una medalla de oro y una de plata en París.
El ecuatoriano ha alcanzado el Olimpo y ha enorgullecido a su familia, a su ciudad, y a todo el país. Sin embargo, como el deportista de élite que es, aún hay más objetivos que cumplirse, como coronarse campeón en un Mundial de Atletismo.
En una charla con PRIMICIAS, Daniel Pintado cuenta qué se siente ser un campeón olímpico, como vivió el masivo recibimiento en Cuenca y qué es lo que viene para su futuro.
Hace unos meses, en una entrevista con nosotros, afirmó que iba por la medalla en París. ¿Esto era un objetivo, era solo optimismo o tenía por seguro que iba a subirse al podio?
En realidad siempre dicen que tienes que expresar lo que quieres para que tenga más fuerza. Honestamente, me veía con posibilidades, estaba trabajando muy fuerte, había hecho una excelente preparación y en la temporada había demostrado que estaba en una gran forma, solo había que pulir pequeños detalles para lograr la medalla.
Al final pudimos prepararnos bien en ese mes y medio en el que estuve concentrado en Portugal y pudimos hacer la mejor competencia de nuestra vida.
Si pudiera volver en el tiempo, ¿qué mensaje le daría al Daniel Pintado de hace unos meses o de hace unos años?
Que no se dé por vencido, que los sueños se hacen realidad, que por muy difícil que sea el camino, hay que seguir adelante, porque el Daniel de (los Juegos Olímpicos de) Río 2016 y Tokio 2021 estuvo a poco de rendirse, ya no quería saber más del deporte, pero no nos dimos por vencido y seguimos trabajando.
¿Ya se acostumbró a que le llamen 'campeón olímpico'?
Suena bastante bonito, ya bastantes personas me dicen 'campeón', 'campeón olímpico'. Es un sueño que tenía de niño, quería lograrlo, es lo que más quería en el mundo, pero aún me cuesta asimilarlo, creérmelo.
Incluso, mi hijo, el 'Nico', me vio el otro día llorando, luego del concierto de homenaje en Cuenca, porque fueron muchas las emociones que tuve, y me pellizca y me dice 'papi, estás en la vida real, no estás soñando'.
¿Qué siente ahora que es parte de la historia del deporte ecuatoriano, que es un campeón olímpico como Jefferson Pérez, Neisi Dajomes o Richard Carapaz?
Ellos son unos grandes deportistas, lo mejor que ha tenido el Ecuador. Ellos han sido buenos deportistas desde siempre, desde juveniles, creo que se esperaba de ellos, mientras que yo no era así.
Quizás de juvenil no destaqué tanto y en la categoría adulta tampoco era tan conocido, pero al final se me dio. Yo soy un hincha más y me gusta compartir con ellos.
¿Qué sintió en el momento que llegó a Cuenca?
Al fin pude darme el abrazo con mis hijos, que era lo que más quería. Le pude poner la medalla a mi mami, que era algo que se lo debía por años, y como gané dos medallas le pude poner la segunda a mi papá, porque si bien no hablo mucho de él, siempre ha estado ahí, trabajando.
Cuando salimos de caravana en el autobús, vi un montón de gente cuencana, orgullosos de lo que habíamos hecho, festejando, celebrando. Entendí la magnitud de lo que habíamos logrado.
Estoy muy agradecido con esa gente, con todo el pueblo, con las personas que estuvieron ahí, con las que me piden una foto, un autógrafo, porque me representan.
Yo me identifico con las personas trabajadoras, que salen al día a día para obtener el sustento de sus familias, porque eso es lo hago yo, siempre me esfuerzo para sacar adelante a mi familia.
¿Qué recuerda de ese primer abrazo con sus hijos?
Me acuerdo que justo a mí me tocó quedarme hasta el último en el avión, porque el piloto quería tomarse una foto. Después de eso bajé y el verle a mis hijos, al Nico y a la Montse corriendo, verles que eran más grandes, a pesar de que solo había sido un mes y medio, se le veía más grandes, el decirles que lo conseguí gracias a ellos, fue lo más bonito.
Usted, tal como los otros medallistas, ha recibido su casa. Sin embargo, ¿qué opina de que las casas llegan a los deportistas ecuatorianos únicamente cuando ganan medallas olímpicas?
Es complicado eso, antes sí pasaba que les daban casas cuando tenían otros triunfos, como una medalla panamericana, pero eso era porque entendían la necesidad que tenía el deportista.
Por ejemplo, en mi casita, donde crecí y viví toda mi vida, nunca tuve gradas, siempre subía en escalera al segundo piso. Entonces, recibir una casa para mí significó mucho, porque yo viví lo que era estar en una casa no terminada.
Creo que, antes que las medallas o los trofeos, hay que conocer la vida personal del deportista, entender que hay deportistas que en verdad lo necesitan, por las condiciones donde viven.
Luego de estas dos medallas olímpicas, ¿cómo mantiene la motivación, qué nuevos objetivos vienen por delante?
Bueno, aún me faltan muchos títulos. Me falta ser campeón mundial, tener un récord mundial, aún hay más cosas.
Al final, quiero seguir entrenando, quiero seguir creciendo, y si puedo tener una medalla olímpica más, pues qué bonito sería.
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