Deportivo Quito: nueve años en Segunda Categoría y un ascenso que parece imposible
Sociedad Deportivo Quito ha sufrido una verdadera pesadilla desde 2015, año en el que descendió a la Serie B del fútbol ecuatoriano, debido a las sanciones de resta de puntos impuestas por la FIFA por deudas con acreedores.
Los jugadores de Deportivo Quito saludan a sus hinchas en el estadio Reales Tamarindos de Portoviejo, el domingo 24 de noviembre de 2024.
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Para Deportivo Quito ha sido una verdadera tortura lidiar con las malas administraciones que lo dejaron practicamente en la quiebra desde hace casi una década, y que a su vez significó un bajón futbolístico del que, hasta ahora, no se recupera.
El equipo capitalino pasó de ganar tres títulos locales en menos de cinco años (2008, 2009 y 2011), a quedar sumergido en una crisis económica gravísima, de la que no le sacó nadie.
Los constantes problemas dirigenciales, económicos y administrativos empezaron en 2008, pero se evidenciaron aún con mayor fuerza desde 2015, bajo la presidencia de Joselito Cobo, quien asumió el cargo en marzo.
A partir de ahí empezó la resta de puntos por parte de FIFA. Primero fueron siete, por un incumplimiento en el pago de la deuda con el futbolista argentino Gonzalo Rovira, quien se vinculó al club en enero de 2011.
Además, a Deportivo Quito le restaron tres puntos, por no presentar los roles de pago de marzo y tres más por resolución de la Cámara de Resolución y Disputas. Ya era un caos total.
También fue suspendido por no cancelar una deuda a tiempo y como consecuencia, al aplicarse el reglamento, perdió un partido 0-3. De igual manera, por orden de FIFA, le quitaron seis puntos por el incumplimiento en el pago de la deuda mantenida con el futbolista argentino Martín Andrizzi.
Pero eso no quedó ahí: se le restaron seis puntos más por no presentar los roles de pago de abril y mayo, aunque después la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) resolvió devolver esos puntos.
De todas formas, las malas noticias siguieron para la 'AKD'. En noviembre de ese año, la FEF, a través de su Comisión Disciplinaria, suspendió al equipo para jugar la Fecha 31 del torneo. Esa fue la gota que derramó el vaso y así se consumó la pérdida de categoría.
La sanción total de puntos en contra para los 'chullas' fue de 34, entre deudas y sanciones por parte de la FIFA y FEF.
Para 2016, el calvario no cesó y la crisis se ahondó. En todo sentido. El equipo no se presentó a dos partidos oficiales y, por reglamento, volvió a perder la categoría, esta vez a Segunda División.
Ese fue un golpazo tremendo para toda la institución, la cual desde ese momento nunca más se recuperó y las constantes sanciones y advertencias con acreedores se convirtieron en una dinámica del día a día.
En 2018, el equipo de la Plaza del Teatro afrontó el torneo de Segunda con menos 18 puntos, tras una sanción impuesta por la FEF.
Durante esa temporada, al club se le restaron un total de 24 puntos por orden de la FIFA, por mantener deudas con los exentrenadores Carlos Ischia, Nelson Acosta y Marcelo Fleitas, además del lateral argentino Sebastián Rusculleda, con lo cual descendió a la categoría Amateur del fútbol ecuatoriano.
Y desde 2019 hasta este año, con altos y bajos, la hoja de ruta del equipo ha tenido un solo objetivo: volver a la primera categoría. Pero el camino no ha sido fácil.
La vez que Deportivo Quito estuvo más cerca del anhelado ascenso fue justamente durante los 'playoffs' de la Segunda Categoría de 2024.
Los dirigidos por Carlos Castro se clasificaron para las instancias finales tras la inhabilitación de Patrón Mejía e Independiente JFA. La expectativa era grande.
Deportivo Quito superó los 32avos, 16avos y octavos de final, ante Santa Elena, Cantera Orense y Toreros FC, respectivamente.
Pero en cuartos de final se encontró con uno de los rivales más fuertes del torneo, Liga de Portoviejo, y quedó eliminado con un 3-0 (marcador global).
Ahora, Deportivo Quito se encuentra en un proceso de reestructuración de la mano de José Pardo (presidente), Jorge Mancheno (vicepresidente), Felipe Carrera (presidente de la comisión de fútbol), Leopoldo Carrera (gerente financiero) y Erick Chiriboga (gerente de marketing).
El primer paso que dio la nueva directiva fue recuperar la funcionalidad del complejo deportivo Ney Mancheno Velasco. También se ocupó de dar la mayor cantidad de facilidades y herramientas al primer plantel, como alimentación, hospedaje y traslados.
El reto es armar un equipo competitivo para 2025, acceder nuevamente a los 'playoffs' nacionales y, así, conseguir el ascenso a la Serie B para 2026.
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