Carlos Castro dirige a su hermano, a su hijo y quiere llevar a Deportivo Quito a la Serie B
El entrenador ecuatoriano Carlos Castro se sumergió en una aventura impensada. Después de dirigir a Independiente JFA en la primera fase del torneo de Segunda Categoría de Pichincha, llegó a la 'AKD' para los 'playoffs' con un solo objetivo: ascender a la Serie B para 2025.
Carlos Castro, DT de Deportivo Quito, posa para una foto en el complejo de Carcelén, en octubre de 2024.
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Felipe Larrea / PRIMICIAS
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"Un trabajo contrarreloj". Así define Carlos Castro su arribo a Deportivo Quito a mediados de septiembre de este año, cuando se confirmó la participación de los capitalinos en los 'playoffs' nacionales.
El DT de 46 años armó un plantel en cuestión de horas. Muchos futbolistas se unieron justamente desde Independiente JFA o Patrón Mejía, clubes que quedaron inhabilitados y a los que el 'cadete' ya los conocía. Eso, confiesa, lo favoreció.
Castro fue muy minucioso para armar su "rompecabezas". Sabía la responsabilidad que le esperaba, y sobre todo el principal reto por el cual fue contratado. No había margen de error.
En apenas una semana, el entrenador y sus colaboradores definieron un plan de trabajo, acompañado por una estrategia. Una de las premisas era transmitir un mensaje que llegue con claridad hacia el plantel. Afortunadamente, así fue.
"Lo primero que les dije a los jugadores fue que agradezcan a Dios por darnos la oportunidad de estar en esta institución y que, si nos puso en este camino, es por algo. Y que no dejemos escapar la ilusión que tenemos por delante", cuenta Castro en una entrevista con PRIMICIAS.
Una vez puesto el calentador azul y grana, el director técnico no desaprovechó ni un solo segundo y trabajó día y noche. El primer obstáculo, Santa Elena, lo superó sin inconvenientes.
Después llegó Cantera Orense, por los 16avos de final. Aparecieron los dos corazones. El equipo sufrió más de lo esperado y después de una dramática tanda de penales, los 'chullas' se quedaron con la serie.
Lo cierto es que, en el camino, Castro ha ajustado varias piezas y ha tratado de cometer la menor cantidad de errores posibles. "Cada partido lo tomamos como una final".
Su principal motivación
Carlos Castro tomó las riendas del club en homenaje hacia su padre, quien también fue jugador de Deportivo Quito. Por eso, vive este camino con mucha intensidad.
"Me hubiese encantado tener a mi padre con vida, a mi lado, y que me vea como director técnico del primer equipo de Deportivo Quito. Quiero dejar en alto nuestro apellido, así como la reputación de este lindo club", afirma el exdefensor.
Además, espera tener la "sabiduría necesaria" para hacer bien las cosas y contar con la "guía" de su padre.
Pero hay un factor aún más motivante para Castro: la hinchada. Siente cosquillas en la panza y se le dibuja una sonrisa cuando escucha los gritos desde el vestuario o sale a la cancha y todos lo ovacionan.
Por eso, lo único que espera es retribuir con triunfos todo el cariño de miles de personas, que han acompañado al equipo en Guayaquil, Machala y, por supuesto, Quito. "Jugar con 10.000 o 12.000 aficionados te da mucho impulso".
De igual manera, Castro comenta que la camiseta de Deportivo Quito pesa, con lo cual el simple hecho de vestirla y enfrentar a cualquier rival significa una motivación extra. "Por acá han pasado grandes jugadores. Pero nosotros queremos marcar nuestra propia historia".
Los Castro y una responsabilidad "inmensa"
Pocos son los casos en el fútbol en donde un entrenador dirige a su hermano y a su hijo en el mismo equipo y al mismo tiempo.
Pasa en Deportivo Quito con Carlos, que tiene en el plantel a Michel, que es mediocampista y su hermano mejor, y a Sebastián, arquero e hijo.
"Es una gran responsabilidad. Soy consciente de que queremos dejar nuestro apellido en lo más alto. Tanto mi hermano como mi hijo saben que acá yo soy el entrenador y que deben acatar las indicaciones y recomendaciones como cualquier otro jugador".
Para Carlos no deja de ser una sensación especial. Él trata de sacar lo mejor de ambos. Hasta ahora no han tenido ningún inconveniente. "Ellos se preparan en su área y yo los preparo en mi área".
"Mucha gente deja de comer por ir a vernos"
Tanto el cuerpo técnico como los jugadores y dirigentes están conscientes de que la hinchada hace un gran esfuerzo por acompañar al equipo, sin importar la cancha o el rival.
De hecho, Carlos Castro menciona que muchos aficionados dejan de comer por pagarse un viaje a otra ciudad o comprar una entrada.
Eso genera una responsabilidad aún mayor en todos quienes conforman Deportivo Quito, y es por la hinchada por la que esperan llegar a la final de diciembre y asegurar su clasificación a la Serie B.
Deportivo Quito está a pocos días de disputar el partido de revancha frente a Toreros FC. La ida terminó 1-1 en Guayaquil, y los capitalinos buscarán sellar el pase a cuartos de final.
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