¿Qué tal jugó Ecuador? Aquí están las calificaciones de los jugadores de la Tri luego de empatar con Chile

Con las manos, todo bien. Le sacó un gol cantado a Osorio gracias a sus brazos de pulpo. Pero con los pies, ¡por Dios!, complicó tanto con sus pases por abajo, que  hubiera sido mejor que entregue la pelota directamente a algún chileno, para ahorrarnos los sustos. En el segundo tiempo, con los rivales exhaustos, tuvo algo de paz, para ser exigido en los minutos finales y demostrar su grandeza. Terminó como la figura del partido.

Un primer tiempo para el olvido. Desconectado totalmente de sus socios por la izquierda (Guaga y Piero), careció de respuestas para frenar a Osorio. Quizás estaba contenido para lanzarse del todo al ataque porque no confiaba en Guagua. Estuvo más suelto y aguerrido en la segunda parte, ganando terreno y lanzado centros que causaban estragos entre los chilenos.

Se esmeró para enmendar los errores de sus compañeros, pero también tuvo fallas por la presión del rival, que iba a matar o morir, sobre todo en los primeros 45 minutos. Vargas se lo dejó claro con ese banquito que casi lo desbarata. Pero mantuvo la serenidad y fue el líder de la retaguardia.

Le fue mejor cuando se asociaba con Pacho que jugando con sus colegas de la banda izquierda. Quedar tan expuesto lo hizo ver con menos solidez de lo habitual. Como pasó con casi todo el equipo, brilló más en el complemento e incluso estuvo cerca de anotar, como en los viejos tiempos. Su pase para Enner en ese gol anulado al final fue sublime.

La pasó muy mal en el primer tiempo, con ese balón que parecía pelota de ping-pong, pero luego se despabiló e incluso colaboró con el ataque. 

Registró errores notables que pudieron costar un gol. Tuvo sus habituales gestos de caudillo, sobre todo con Vite como compañero, pero estuvo asfixiado por la presión de los chilenos. Levantó en la segunda parte y fue clave para que el local cayera en la desesperación.

Ni siquiera Javier Milei se lanzaba tanto a la derecha.

Profundamente dormido en el primer tiempo, despertó en la etapa de complemento con sus exquisitos pases filtrados. 

Tuvo menos protagonismo que Ruth del Salto en el debate presidencial. No ayudó en la progresión del ataque ni tampoco fue un baluarte en la faceta defensiva, perjudicado por el esquema del entrenador. Fue un debut polémico, pero hubo esfuerzo. 

Siempre intentó mostrar su juego vistoso, aunque en la primera parte fue infructuoso. En el segundo tiempo, se soltó más y por fin creó verdadero peligro, pero siempre dejando esa incómoda sensación de que prefiere el lucimiento individual antes que el colectivo. 

En el primer tiempo pasó más ahogado que pasajero del Titanic. En el segundo tiempo, terminó de hundirse. Una lástima que el VAR fue implacable y se anuló ese gol que lo hubiera rescatado de esta pálida presentación.

Entró en lugar de Guagua y el equipo logró controlar el medio campo para equilibrar las acciones. ¿Por qué no estuvo desde el pitazo final? Misterio sagrado. 

Parece que escoge mejor su acondicionador que el 11 abridor. La pasó mal en el primer tiempo porque los jugadores del costado izquierdo fracasaron en el primer tiempo y eso descompensó a todo el equipo en general. Obviamente, había una intención con ese esquema de 3-5-2 que mutaba en 4-4-2, pero todo salió mal. O los jugadores no entendieron lo que se buscaba, o Chile fue demasiado arrollador. Ya en el segundo tiempo, con la calma que dan los 15 minutos de pausa, la reflexión correcta y un vaso de agua, se pudieron equilibrar las acciones y Ecuador por fin compitió. Quizás el DT fue preso de su error inicial, por hacer debutar a Guagua y tener que mantenerlo todo un tiempo. Pero al final, el punto es un premio al esfuerzo y Ecuador se retira del cotejo cada vez más cerca del Mundial.