¿Por qué SpaceX aplazó el lanzamiento del megacohete Starship?
Starship, el megacohete más grande y potente del mundo, tienen una nueva fecha del lanzamiento para el jueves 6 de febrero de 2025. Conozca por qué fue reprogramado su despegue.

La nave espacial SpaceX estacionada cerca de la plataforma de lanzamiento orbita, 3 de marzo de 2025.
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AFP
Autor:
AFP/Redacción Primicias
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La compañía SpaceX, propiedad del magnate Elon Musk, volvió a aplazar, el miércoles 5 de marzo de 2025, el octavo vuelo de prueba de su megacohete Starship, el más grande y potente del mundo, y apuesta ahora a un lanzamiento como muy pronto el jueves.
Con una altura de 123 metros -el tamaño de un edificio de 40 plantas-, este cohete, que se desarrolla actualmente para viajar a la Luna y Marte, tenía previsto despegar de Boca Chica (Texas).
El lunes, SpaceX canceló el lanzamiento a último momento tras detectarse un problema en la nave del cohete, un tipo de aplazamiento habitual en el sector espacial.
El octavo vuelo es un nuevo intento de SpaceX, tras una explosión durante la última prueba ocurrida en enero.
Su lanzamiento está previsto ahora para el jueves 6 de febrero, a partir de las 17H30 (hora local), indicó la empresa, sin dar la razón de este nuevo aplazamiento.
Otra ventana de lanzamiento está prevista para el viernes 7 de febrero a la misma hora, según el regulador aeronáutico estadounidense.
La misión también espera hacer aterrizar la primera fase del Starship utilizando los brazos de sujeción de la torre de lanzamiento, una maniobra compleja que SpaceX ha conseguido con éxito dos veces.
La intención de Musk es intentar en un futuro próximo recuperar la Starship, que es la segunda etapa del cohete y da nombre al conjunto, para que sea totalmente reutilizable, lo que reduciría considerablemente los costos y los recursos necesarios.
Sin embargo, para este octavo vuelo de prueba se prevé que la nave espacial acabe en el océano Índico, como ya ocurrió en ensayos anteriores.
A mediados de enero, el módulo superior del cohete explotó a los pocos minutos de vuelo, provocando una lluvia de escombros incandescentes sobre el Caribe, con daños materiales sobre las islas Turcas y Caicos, a más de 2.500 kilómetros del lugar de lanzamiento.
La Administración Federal de Aviación estadounidense (FAA) tuvo que desviar brevemente los aviones y ordenó una investigación y la suspensión de los vuelos tras la fallida prueba.
El viernes, la FAA autorizó la reanudación de las pruebas de lanzamiento, aunque declaró que continúa con la investigación sobre la reciente explosión.
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