La Niña visita Ecuador en 2025 y esto es lo que puede esperar de ella

La Niña impacta en todo el mundo, pero sus efectos se sienten con más fuerza en los trópicos como África, Asia sudoriental y América Latina.

Por su ubicación geográfica, Ecuador no está exento de ser visitado por La Niña y de hecho, el fenómeno se forma a 8.000 kilómetros al oeste del país, en el oceáno Pacífico Central. 
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"Es en esa área donde se define si se gesta El Niño o La Niña. Cuando tenemos una temperatura superficial caliente o por encima de lo normal, en ese zona del mar, decimos que viene El Niño. Cuando tenemos La Niña es lo contrario, porque la temperatura baja", explica el profesor Ormaza de la ESPOL. 

La temperatura superficial del mar promedio es de 27,5 grados centígrafos, y al momento, el termómetro está por debajo de estos valores, es decir, hay las condiciones climáticas para la formación de La Niña. 
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​Aunque Ormaza destaca que no solo depende de si el mar está caliente o frío, también influyen las variables meteorológicas 

"La NOAA, que es el ente rector de los oceános, ya declaró que estábamos en La Niña, pero lo estamos allá, a 8.000 kilómetros de las costas; por lo que aun falta para que se sientan sus efectos en territorio ecuatoriano", aclara el oceánografo Ormaza. 

La semana pasada, el Comité de experto del ERFEN, que estudia el fenómeno de El Niño en la región, indicó que La Niña se desarrollaría en el primer trimestre de 2025, y hay hasta un 63% de probabilidades de que el evento climático arribe a Ecuador en este periodo.
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​Se estima que el fenómeno se extendería hasta abril de 2025, y que sus efectos se sentirían hasta agosto de este año. 

Si El Niño es sinónimo de lluvias, inundaciones y altas temperaturas, en el mar y en la atmósfera; La Niña es todo lo contrario.
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​Se trata de un evento caracterizado por la falta de lluvias en varias partes de América Latina, como en Ecuador. También el agua del mar está más fría y la temperatura del ambiente es más 'amigable' y menos calurosa en la Costa. 

Con base a sus mediciones científicas, el profesor Ormaza señala que el Pacífico ha tenido condiciones de La Niña desde abril de 2024, "hemos sentido que el 'agua está más rica' y eso ha provocado que tengamos una sequía en verano en provincias costeras" como Los Ríos.

Como contexto, reseña Ormaza, está Abras de Mantequilla, una zona agrícola de Vinces que perdió casi el 90% de su agua en 2024. ​Mientras que en Guayaquil, donde llueve al año 1.300 milímetros, en 2024 fue un periodo seco con máximo 750 milímetros de agua. 

Si bien los impactos del fenómeno en Ecuador son menos precipitaciones, Ormaza aclara que estos periodos secos ocurren en la Costa litoral, y una parte de la subcosta, en las provincias de Santo Domingo, Los Ríos y parte de Guayas. 
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​Los efectos directos de La Niña, es decir, la sequía como tal, no se sienten en la Sierra, ni en las zonas de las hidroeléctricas que proveen de energía a Ecuador. 

Sobre el tema de la sequía y la influencia de La Niña, Ormaza explica un factor que personas alejadas de la ciencia desconocían sobre el evento climático. 
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​"Cuando La Niña ocurre generalmente, no es mandatorio, la intensidad de las lluvias en Amazonía y ladera oriental se intensifica. Esto ha estado pasando desde octubre o noviembre" de 2024, dice Ormaza. 
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​Esto sucede porque el fenómeno, que se desarrolla a 8.000 kilómetros de la Costa, tiene una especie de 'telecononexión' con la Amazonía y el oceáno Atlántico. 

"Si tenemos una Niña este año, la buena noticia es que habrá un régimen de lluvias relativamente generoso en la Amazonía", añade el profesor de la ESPOL. 

Y, ¿qué hay en esta zona oriental? En este sector del país se ubican los ríos que alimentan los complejos hidroeléctricos, como Coca Codo Sinclair. 
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​"Mi sugerencia desde el lado científico es que si llueve en esta zona y en el norte del país, se disminuya la carga de generación de Paute, para esperar a que se llene el embalse de Mazar. Definitivamente, no deberíamos tener apagones por falta de agua en las hidroeléctricas, porque sí tendrían las condiciones para trabajar", asegura Ormaza. 

Pese a que el fenómeno representa una estación seca, Ormaza recalca que La Niña siempre será positiva para el país: "Habrá lluvias en la Amazonía, no será un invierno totalmente seco en la Costa, y el sector pesquero será altamente beneficiado". 
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​Ormaza señala que no será un periodo 100% seco en el litoral costero ni en las zonas agrícolas, porque La Niña de 2025 será de corta duración y de intensidad débil. 
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​Mientras que para la pesca, a lo largo de los años, se ha demostrado que el fenómeno es muy positivo. Las corrientes frías de La Niña conllevan nutrientes en el mar, que con el paso de los meses, se convierten en biomasa o mayor diversidad y población de especies marinas. 
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​"El sector pesquero tendrá más capturas, mayor diversidad y fauna marina", agrega Ormaza.